jueves, 22 de mayo de 2008
Reuters
Los títulos de los tres bancos caían luego de que Bove -analista de Ladenburg Thalmann & Co- también redujo sus metas del 2008 para los bancos, así como las de Morgan Stanley, sobre cuyas acciones todavía tienen una recomendación "neutral".
NUEVA YORK.- El analista Richard Bove recortó sus recomendaciones sobre las acciones de Goldman Sachs, Lehman Brothers y Merrill Lynch, a "vender" desde "neutral", argumentando que los bancos de inversión estadounidenses podrían tener un pobre desempeño en el verano boreal.
Los títulos de los tres bancos caían luego de que Bove -analista de Ladenburg Thalmann & Co- también redujo sus metas del 2008 para los bancos, así como las de Morgan Stanley, sobre cuyas acciones todavía tienen una recomendación "neutral".
La decisión refleja las expectativas de que los papeles de las corredurías este año "se desempeñarán mal debido a tres razones (...) débiles ganancias, pronósticos nublados y una debilidad estacional que parece impactar en estas cuestiones", escribió Bove.
Bove fue uno de los primeros analistas bancarios en recomendar vender acciones financieras desde que comenzó la crisis crediticia hace un año.
El 18 de julio, Bove recomendó vender títulos de Bear Stearns Cos Inc, Goldman Sachs Group Inc, Lehman Brothers Holdings Inc, Merrill Lynch & Co y Morgan Stanley porque consideraba que la banca crecía a un ritmo que no era sustentable con el crecimiento económico.
La industria ha sido presionada por la economía, menores oportunidades de la banca de inversión y un mal control de riesgos, indicó Bove.
"En el trimestre en curso, parece que de nuevo no estimaron los riesgos apropiadamente", aseguró Bove.
En el pasado, las corredurías se habían beneficiado por el desarrollo de fondos de cobertura y del mercado hipotecario, pero "no veo que estos factores estén presentes ahora y ninguno de ellos será robusto en los próximos años", señaló.
Bove prevé que el sector hipotecario se recuperará en cinco o seis años y explicó que los fondos de cobertura no quieren prestar mucho en mercados deprimidos, mientras que la mayoría de los prestamistas ya no desean financiarlos como en el pasado.
