viernes, 16 de mayo de 2008
AFP
El Dow Jones Industrial Average (DJIA) retrocedió 5,86 puntos a 12.986,80 unidades y el índice de alto componente tecnológico Nasdaq bajó 4,88 puntos a 2.528,85 unidades, según cifras definitivas de cierre.
NUEVA YORK.- La Bolsa de Nueva York terminó el viernes casi estable, resistiendo apenas una nueva disparada del crudo y la creciente cautela de los consumidores estadounidenses: el Dow Jones cedió 0,05% y el Nasdaq perdió 0,19%.
El Dow Jones Industrial Average (DJIA) retrocedió 5,86 puntos a 12.986,80 unidades y el índice de alto componente tecnológico Nasdaq bajó 4,88 puntos a 2.528,85 unidades, según cifras definitivas de cierre.
El índice ampliado Standard and Poor’s 500 arrebató por el contrario 0,13%, o 1,78 punto a 1.425,35 unidades.
"El alza de los precios del petróleo e indicadores económicos decepcionantes pesan sobre el mercado bursátil", explicó Al Goldman, analista de Wachovia Securities, precisando que la expiración de opciones sumó a la volatilidad de Wall Street.
Los precios del crudo reanudaron este viernes su loca carrera hacia nuevas cimas. En Nueva York, el barril de West Texas Intermediate superó por primera vez los US$127, aproximándose a los US$128.
El rápido encarecimiento del petróleo y en consecuencia de la gasolina, incrementa el riesgo de una aceleración de la inflación en la economía estadounidense, ya muy debilitada.
Ello refuerza los temores, ya significativos, sobre la capacidad de la economía estadounidense de recuperarse rápidamente.
En este contexto, el humor de los consumidores no está en su mejor momento. Según la primera estimación publicada por la universidad de Michigan, el índice de confianza de los consumidores bajó en mayo a 59,5 puntos, cuando los analistas esperaban que se mantuviera estable.
Por el contrario, la buena noticia vino por el lado del sector inmobiliario, que originó la crisis actual. En abril, la iniciación de obras de construcción de viviendas subió 8,2%, para sorpresa general.
"Aunque no hayamos realmente tocado fondo, parece que el fondo del túnel está a la vista", estimó el economista independiente Joel Naroff.
