Viña Concha y Toro ya puede decir con total satisfacción "misión cumplida". Esto, porque la empresa ligada a la familia Guilisasti alcanzó una de sus más ambiciosas metas en temas de sustentabilidad, al lograr el 100% del reciclaje y reutilización de sus residuos industriales de preconsumo, siendo el principal tipo el que proviene de productos sólidos orgánicos. De ellos, 62% se recicla para ácido tartático y el 38% restante es reutilizado para composta. "El 100% de nuestros residuos orgánicos están completamente gestionados y con un uso en extremo noble, porque le estamos devolviendo a la tierra lo que en su minuto nos entregó", señala Valentina Lira, subgerenta de Desarrollo Sustentable de la viña. Además de reutilizar las 50 mil toneladas de residuos industriales sólidos que genera, la viña utiliza anualmente un millón de metros cúbicos de agua en todo su proceso de producción de vinos, logrando reintegrarla de forma limpia y en un 100% a los suelos o los ciclos de agua. Hoy, agrega Lira, el principal desafío que se ha propuesto la empresa es gestionar en un 100% los residuos domiciliarios, que son los que se generan en las oficinas, casinos y áreas administrativas de las plantas, bodegas y campos. Dependiendo de cada etapa se generan diferentes tipos de residuos: el 85% de ellos son orgánicos y provienen de los orujos, escobajos y borras, que se generan principalmente durante la vendimia. El resto corresponde a compostaje (7%), domiciliarios (3%) y vidrio, cartón y plástico (5%). 85% de los residuos son orgánicos y provienen de los orujos, escobajos y borras.