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Entrevista | Alejandro San Francisco:

Nueva historia del gobierno de Frei Montalva arroja luces sobre una época clave del siglo XX

domingo, 27 de mayo de 2018

DANIEL SWINBURN
Historia
El Mercurio

Seis investigadores del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián se han dado la tarea de escribir una nueva Historia de Chile contemporáneo, que abarca el periodo 1960 a 2010. Una empresa que nació en 2016 con la publicación de los dos primeros tomos, de un total de 12 que llegará a tener. Hoy ven la luz los tomos 3 y 4, que cubren el gobierno de Eduardo Frei Montalva.



"Historia de Chile 1960-2010" es un proyecto colectivo que aborda las profundas transformaciones experimentadas en la sociedad chilena en los últimos cincuenta años del bicentenario. Los tomos 3 y 4 se titulan "Las revoluciones en marcha. El gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970)", y sus autores son Alejandro San Francisco (director general), José Manuel Castro, Milton Cortés, Myriam Duchens, Gonzalo Larios y Ángel Soto.

Estos tomos examinan el comienzo de la "era de las revoluciones" durante la década de los 60. Se trata de una época de especial efervescencia política, en que el ambiente revolucionario se instaló decisivamente en la política chilena y en la sociedad. En el contexto de la Guerra Fría, el periodo se caracterizó por una intensa disputa ideológica, en que el gobierno de Eduardo Frei Montalva propuso la "Revolución en libertad" para realizar reformas estructurales en el marco de la democracia, como alternativa al posible advenimiento de un régimen marxista o una dictadura militar.

Se trata de una obra colectiva, de seis autores. "Si bien cada uno de nosotros tiene responsabilidad en la redacción inicial de diversos capítulos o partes de los libros, y nos hemos especializado en distintos temas, los escritos luego son analizados en seminarios que se realizan semanalmente, donde se discuten los avances de investigación", afirma Alejandro San Francisco. Participa también el Centro de Extensión y Estudios de la Universidad San Sebastián (CEUSS), como paraguas del proyecto.

-Del tema de las fuentes, cuáles fueron las principales novedades en estos dos volúmenes y que podrían ser aporte a lo ya escrito sobre estos seis años.

"En la medida en que nos acercamos al presente nos encontramos con una gran cantidad de fuentes disponibles, especialmente sobre historia política. Esto ya es notorio en el caso del gobierno de Eduardo Frei Montalva y más aún en el de Salvador Allende. Una de las propuestas de este libro es articular fuentes de distinta naturaleza, como documentos oficiales, memorias, diarios, revistas, discursos, cartas, novelas, ensayos, folletos, documentales, música, fotografía, entrevistas. Sabemos que los rastros que deja el pasado asumen las más distintas formas, y ahí está la complejidad de considerarlas a la hora de explicar cómo fue una época tan convulsionada de la historia de Chile. Entre los archivos que trabajamos, destaca el de la Casa Museo Eduardo Frei Montalva, que custodia gran cantidad de documentos públicos y privados del ex Mandatario. A través de sus cartas, es posible conocer sus redes internacionales, en que destacan Jacques Maritain, Gabriela Mistral, Raúl Prebisch, Pablo VI, Ludwig Erhard y Lyndon Johnson; también es posible conocer con más detalle la importancia de las divisiones internas de la Democracia Cristiana, especialmente en tiempos de crisis, en cartas mantenidas con Claudio Orrego, Renán Fuentealba y Radomiro Tomic. Con este último la relación era especialmente tensa en los últimos años de la administración. Otras fuentes fundamentales son las entrevistas que hemos realizado a algunos actores de la época, como Enrique Krauss, Renán Fuentealba, Miguel Ángel Solar, Sergio Onofre Jarpa, Jorge Edwards, Jorge Medina. Estos testimonios nos ayudan a comprender mejor el pasado".

"A lo anterior se suma la revisión de informes diplomáticos norteamericanos y británicos que aportan una perspectiva diferente, especialmente en el plano de las relaciones exteriores, pero también en la visión que tenían sobre los acontecimientos chilenos".

-¿Qué objetivos se plantearon al hacer esta historia? ¿Hay una voluntad de volver a darle mayor protagonismo a la historia política y a la importancia de los actores individuales en los procesos históricos?

"Se trata de una historia que se puede leer de dos maneras. Como parte de una historia general de Chile, entre 1960 y 2010, o bien como obra autónoma sobre el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Efectivamente, es una investigación cuyo eje es la historia política, pero es más que eso. Además de examinar los acontecimientos propiamente políticos del periodo, buscamos integrar el estudio de la economía, la cultura, las relaciones internacionales, la Iglesia y la educación. Creemos que es una forma adecuada para comprender la amplitud y la complejidad del pasado, porque estas perspectivas suelen estar relacionadas. En este esquema, destacamos las individualidades, pero también entendemos que lo colectivo juega un papel fundamental en una década que se caracteriza por ser revolucionaria y la política apeló a las grandes masas. Muchas veces los movimientos sociales jugaron un papel gravitante y esgrimieron demandas que hacían explícitas las contradicciones de la democracia chilena, que avanzaba en lo formal pero dejaba una estela de carencias sociales. Por otro lado, destacamos el papel de las ideas y su circulación en América Latina. En estos años el sacerdote brasileño Helder Camara visitó Chile para explicar los vínculos entre Iglesia, universidad y revolución. Por su parte, el ideólogo Paulo Freire, también brasileño, pasó algunos años de su exilio en Chile, promoviendo métodos pedagógicos en clave revolucionaria".

-Se habla de la era de las revoluciones en Chile a partir de 1964. "Todos querían la revolución". ¿Cuánto de este proceso político de aceleración de la historia puede ser atribuido al gobierno de Eduardo Frei, o se podría decir que este se vio envuelto en el proceso revolucionario marxista inaugurado por la revolución cubana?

"Creemos que se da un proceso que tiene las dos dimensiones. Por una parte, América Latina vivió una época de gran efervescencia revolucionaria, a partir del triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Por otra parte, Eduardo Frei y la Democracia Cristiana estaban convencidos de que no bastaba administrar mejor el país, sino que era necesario realizar reformas estructurales, pero manteniendo el régimen democrático, en lo que se llamó la Revolución en Libertad, en contraste con las revoluciones comunistas que conculcaban las libertades democráticas. Fue un diagnóstico que también compartieron los obispos en su documento "El deber social y político en la hora presente" (1962). En la práctica, esto era una manifestación de la dialéctica comunismo-anticomunismo, en clave chilena. El propósito de Frei era evitar tanto el advenimiento de un régimen marxista como el establecimiento de una dictadura militar, en la convicción de que solo el proyecto de cambios liderados por la Democracia Cristiana podría preservar a Chile de esos males".

"En nuestro país confluyó el ambiente revolucionario con las contradicciones que vivía la democracia chilena, que en lo formal era ejemplar en el mundo, pero que mostraba un sinnúmero de problemas sociales sin resolver. De esa confluencia surge la demanda por gobiernos revolucionarios que planteen cambios estructurales. Como respuesta a esto surgieron el proyecto de Frei y de Allende, incluso el de Pinochet".

-Un hito clave en la historia de este gobierno fue la Reforma Agraria. Un proceso que divide al país hasta hoy día en sus consecuencias. ¿Cuál es el aporte que como equipo de historiadores hacen ustedes con este libro a este proceso?

"La Reforma Agraria se convirtió en un concepto hegemónico, del cual era prácticamente imposible abstenerse en aquellos años. De hecho, comenzó con Jorge Alessandri, siguió con Eduardo Frei y culminó con Salvador Allende, aunque en los tres casos con una ampliación y redefinición del concepto y sus consecuencias. El capítulo respectivo, en el tomo 3, se llama "La expropiación en el campo", ya que enfatiza esa dimensión del proceso, por cuanto efectivamente se realizaron las expropiaciones, pero al finalizar la administración no se había hecho ni siquiera una mínima parte de los 100 mil propietarios prometidos en el programa de gobierno y reiteradas en distintas ocasiones".

"La Reforma Agraria, así, con mayúsculas, fue y sigue siendo un tema polémico, en parte porque significaba distintas cosas para los distintos actores. Hemos tratado de dilucidar esta polisemia, y explicar los diferentes propósitos de los encargados de llevarla a cabo".

-Otro capítulo esencial en esta historia es la Iglesia Católica. Su historia en estos seis años y sus relaciones con el gobierno de Frei. Son 150 páginas, en que se aborda el tema de manera global. ¿Se puede decir que este capítulo es el nudo gordiano del gobierno de Frei al no poder frenar el clericalismo en su gobierno?

"La extensión asignada a la historia de la Iglesia en este período obedece tanto a las transformaciones que experimenta a nivel mundial, producto de lo que se entendía como los signos de los tiempos, como a su abierto apoyo a la candidatura de Frei y su contribución a los programas del gobierno. Diría que tanto la Democracia Cristiana como el clero experimentaron una erosión por efecto del ideario marxista".

"Pensamos que es un tema central, tanto a nivel mundial, por el Concilio Vaticano II, como en el plano interno, por las reformas al interior del clero, el liderazgo de monseñor Raúl Silva Henríquez y las crisis que afectaron a la institución. El problema del gobierno de Frei no fue el clericalismo, sino que fue multicausal, y una de sus dimensiones fue la situación de la Iglesia. Por lo demás el clericalismo tuvo distintos momentos que requieren mayor estudio, desde aquel vinculado con el Partido Conservador hasta el clericalismo marxista, pasando por el clericalismo DC".

-Hoy se habla de que la Iglesia chilena vive el "peor momento de su historia" a raíz de los escándalos sexuales y de la crisis del obispado. Pero a la luz de lo relatado en el capítulo de la Iglesia en los años 60 de esta Historia de Chile, ¿parece que la crisis de esos años no tiene parangón con otra que haya vivido?

"La situación actual está en pleno desarrollo, de manera que es difícil saber todavía cómo culminará. En el caso de la crisis de los años 60 tuvo dimensiones internas y manifestaciones externas que ya se pueden analizar historiográficamente. En cualquier caso, ambas crisis que menciona son de naturaleza distinta. En los años 70 hubo entre los religiosos una pérdida del sentido que debía tener su misión, se vivía lo que Mario Góngora denominó "la descomposición de la conciencia histórica del catolicismo".

"Fue una crisis interna, que no afectó mayormente la reputación de la Iglesia en la esfera pública, aunque hubo una enorme pérdida de vocaciones. En cambio ahora, la revelación de conductas inaceptables por parte de religiosos, que no fueron públicamente reprobadas por sus superiores y que están más generalizadas de lo que se pensaba, han repercutido fuertemente en el prestigio de la Iglesia ante la sociedad".

"En ambos casos el tema nos retrotrae al diagnóstico y solución que planteaba el padre Alberto Hurtado en ¿Es Chile un país católico? : hay una urgente necesidad de muchos sacerdotes santos"

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