Dólar Obs: $ 947,68 | -0,10% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.242,15
IPC: 0,40%
Las Dichas:

El rincón privilegiado de Casablanca

viernes, 25 de mayo de 2018

Patricio Tapia
Vinos y licores
El Mercurio

El famoso valle costero es tan diverso que no permite generalizaciones, lo que, en términos simples, significa que no hay un Casablanca, sino que varios, uno de ellos es este rincón muy cerca del Pacífico que da vinos deliciosos.



Las Dichas. ¿Han escuchado hablar de ese lugar? Es probable que no, a no ser que ustedes hayan nacido en el pueblo de Casablanca o que estén tan metidos en el mundo del vino como para saber que es de ahí de donde vienen algunos de los más reputados blancos (y también tintos) del costero valle de Casablanca: Casas del Bosque, Montsecano, Kingston, sólo para nombrar los más conocidos.

Las Dichas es un pequeño pueblo al borde de un estero, en una de las zonas más cercanas al mar (unos 16 a 17 kilómetros) mirando hacia Algarrobo y justo al oeste del pueblo de Casablanca, casi como si se tratara de sus suburbios. Pero claro que, en vez de condominios, hay viñedos, una larga extensión de viñedos que se va encaramando en las suaves laderas de la cordillera de la Costa, ese secano costero de quiscos, arrayanes, peumos y quillayes que nada supo de parras hasta comienzos de los años 80.

Las Dichas comenzó a plantarse en 1993, cuando la familia Cuneo, propietaria de Casas del Bosque, dio el puntapié inicial a su proyecto de viñedos. Cinco años más tarde, se le uniría Kingston y, ya en la siguiente década, Julio Donoso y Montsecano, también Terranoble y la Recova, que en conjunto forman todo un barrio dentro de un valle que tiene demasiados recovecos como para ser considerado una unidad homogénea. Las Dichas, sin ir más lejos.

Tradicionalmente, las diferencias entre zonas dentro de Casablanca se han marcado por lo lejos o lo cerca que se está del mar, algo no menor en un valle que corre de este a oeste. Las Dichas, en ese sentido, está en lo que se conoce como el "bajo Casablanca", la zona más próxima al Pacífico, la más occidental y, por lo tanto, la más fresca.

Estamos en la sala de catas de Terranoble, en Las Dichas, una moderna construcción de cemento y madera, en medio de laderas y viñedos. Los enólogos Magdalena Mendoza y Marcelo García han preparado una degustación de algunas cosas que están haciendo en sus viñedos de Casablanca, todos experimentos. Sauvignon blanc, chardonnay, pinot, también syrah y otras cosas menos tradicionales como pinot blanc, pinot gris y hasta tempranillo están sobre la mesa.

Terranoble viene bajándole el octanaje hace rato a sus vinos, dándoles más frescos, así es que toda esa jugosa acidez y esas frutas radiantes no sólo pueden ser atribuidas a lo cerca que estamos del Pacífico, aunque mucho hay de eso. La pregunta, sin embargo, es otra: ¿Qué variedades se dan mejor en esta zona de Casablanca?

Si esa pregunta se la hiciéramos a Ignacio Recabarren, uno de los magos de los vinos blancos en Chile, la respuesta sería clara: sauvignon blanc. Para su imprescindible Sauvignon Blanc Terrunyo, él compra uvas a la familia Kingston, apenas a unos trescientos metros de Terranoble. Pero si le preguntáramos a Julio Donoso, socio en Montsecano, él diría con seguridad que es el pinot noir el gran actor de Las Dichas y tendría razón, sobre todo con el gran carácter que obtiene de sus pinot plantados muy cerca del pueblo, en una ladera que mira hacia el norte. Marcelo García, en cambio, diría que es el syrah, aunque también podría decir que en el tempranillo -a juzgar por lo deliciosa de la muestra que probamos- existe una buena alternativa para seguir investigando en las posibilidades de la zona.

Lo que sabemos hasta ahora es que las cepas tradicionales, las mismas que han dado buenos resultados en todo Casablanca, también en Las Dichas dan vinos excelentes. Sin embargo, la cercanía con el mar unido a una sintonía mucho más fina de los productores "dichanos" con su terruño, está ofreciendo vinos de tremendo frescor y singularidad. Un sauvignon aquí no tiene que ver mucho con otro que se haga en el mismo valle, pero más hacia el este. Y está bueno que así sea, porque Casablanca lleva ya mucho tiempo promocionándose a nivel varietal, que es el camino fácil para que la gente los entienda. El paso siguiente, creo yo, es dejar de lado un rato las uvas y comenzar a vender apelaciones, nombres de lugares. Yo comenzaría por Las Dichas.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia