El huemul del norte, o taruca ( Hippocamelus antisensis ), una de las especies más amenazadas en Chile, parece resistirse a desaparecer. Este año casi duplicó su población avistada en relación con los registros del año pasado. Así lo reveló el último conteo realizado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en su hábitat, en pleno Altiplano de la Región de Arica y Parinacota. La taruca vive entre los 2.500 y 4.200 metros de altitud, en el borde occidental del parque nacional Lauca, en la precordillera de la comuna de Putre. Ahí, en una de las zonas más remotas y despobladas del país, portar binoculares o ser lugareño puede ser clave para avistar a ejemplares de una especie que elude al ser humano y se mimetiza con el paisaje. Conocer al animal es clave. Todos ellos fueron factores considerados por la Conaf, que destinó este año el trabajo a un grupo de guardaparques de origen aimara. Su labor, realizada en una veintena de zonas cercanas a diez poblados, concluyó que se logró avistar a 61 ejemplares. Se trata de una buena noticia: el año pasado solo se registraron 33 individuos. Conaf elaborará este año un plan de conservación para la especie.