domingo, 20 de mayo de 2018
Bárbara Vial A.
El_Mercurio
El Ministro del Interior, Andrés Chadwick, además, fija su posición frente al rol que ha jugado la oposición, adelanta el anuncio de un paquete de medidas tras la irrupción de la agenda feminista y aborda la forma en que ha gestionado personalmente la agenda de seguridad, además del dictamen de la Contraloría sobre la objeción de conciencia.
Cada ciertos minutos, o a veces segundos, el celular del ministro Andrés Chadwick se enciende para dar aviso por una llamada telefónica o para notificar un mensaje de texto. En su despacho tiene un teléfono inalámbrico por el que se comunica con los ministros del comité político, que al final de esta entrevista se encuentran reunidos con el Mandatario Sebastián Piñera. Un papel que llega a sus manos se lo recuerda: "El Presidente pregunta por qué no ha ido. Están la ministra Pérez y el ministro Blumel". A poco más de dos meses de la instalación del Gobierno, y a 12 días de la Cuenta Pública del Jefe de Estado ante el Congreso Pleno del 1 de junio, Chadwick fija posiciones en los múltiples frentes. Antes, sin embargo, cuenta una conversación que sostuvo con Piñera después de la fallida designación de Pablo Piñera en la embajada en Argentina y la renuncia de su hijo Andrés Chadwick Costa como productor general de la Presidencia. "Conversando con el Presidente, le comenté que su situación debió haber sido dura en términos familiares y personales. Me respondió que sí, pero además dijo que había que reflexionar desde otro punto de vista. "Nosotros fuimos elegidos por una inmensa mayoría de los chilenos. Ellos depositaron en nosotros su confianza para que lleváramos adelante nuestro proyecto de gobierno, hay esperanzas que están puestas en nosotros, hay una misión que nosotros tenemos que comprometernos, y aunque sea doloroso, esto no puede colocarse en riesgo ni un segundo, ni por familiares ni por amigos", me dijo. Hay una sociedad hoy día que está con estándares y exigencias distintas que hay que saber entender y saber asumir, que si se cometen errores en este sentido, hay que corregirlos rápidamente, porque para efectos del Presidente y de este gobierno, la misión a cumplir es más importante y superior a una situación de un pariente o de un amigo o a la corrección de un error", afirma. -¿Lo dice también a propósito de lo que sucedió con la renuncia de su hijo? -Sí. A pesar del dolor que obviamente significa y que uno no quiere causarle una carga a un hijo en su desarrollo profesional, lo que me tiene más reconfortado es que en esta oficina que estamos, un día viernes él abrió esa puerta y me dijo: "Papá, voy a renunciar, le he puesto el máximo esfuerzo, la mayor motivación, estoy muy contento con lo que estoy haciendo, pero no quiero generar ningún inconveniente al Presidente, que ha puesto su confianza en mí, menos al gobierno, ni que eso sirva para buscar o generar un daño a ti ni a mi familia". Él entendió, y eso a mí me reconforta mucho. -¿Se impulsará una regulación en materia de contratación de parientes? -Hay partidos, como el caso de Evópoli, que lo ha planteado, y están trabajando en un proyecto; hay otras iniciativas. El Presidente está interesado en el tema, y obviamente no está excluido de una agenda que podamos estudiar y presentar o impulsar iniciativas que regulen situaciones que no están reguladas y que están en un vacío. Quizás sea mejor regularla. Instalación del Gobierno -¿Está ordenada la casa? -Absolutamente. Tenemos un Presidente con un liderazgo y una autoridad que todo el país conoce y que hace que el gobierno sí marche ordenado. Ahora, hay también que entender que la formación de un equipo requiere de un cierto tiempo para que vaya funcionando y vaya potenciando su trabajo de equipo. Es una orquesta, cada cual tiene su instrumento, cada cual tiene su rol, pero todos tenemos que seguir una pauta. -¿Hay algunos que están desafinando? El ministro Hernán Larraín, por ejemplo, dijo que se enteró tarde de que habían retirado el proyecto de ley que establece reparaciones económicas en materia de derechos humanos, y apuntó a la Secretaría General de la Presidencia. -No somos dioses. Si nos creyéramos dioses o ángeles, donde ninguno va a cometer nunca un error, estaríamos muy equivocados y entraríamos en las más riesgosas de las situaciones para poder gobernar, que es la soberbia. Todos tenemos el compromiso de marchar por el mismo camino y la mejor sintonía. De que a veces alguno de nosotros pueda desafinar en algo u otro puede dar una voz más alta, sí. Por eso el trabajo es permanente, por eso en las orquestas se ensaya, por eso que los grandes equipos de fútbol entrenan. Es en ir cada vez mejorando la acción del gobierno a través de su equipo para transmitir esta voluntad y esta decisión que el Presidente nos ha planteado. -En la campaña se habló de buen gobierno, del concepto de los "tiempos mejores". -Aclaremos las cosas. Si se han cometido errores, los hemos asumido, y los hemos rectificado, pero han sido errores menores, propios y naturales en un proceso de instalación. Comparativamente, mucho menos de los errores cometidos por el gobierno pasado u otros gobiernos en el pasado. En dos meses de gobierno, lo que se ha hecho en términos sustantivos es demasiado más trascendente e importante en la forma que hemos recibido el país y cómo hemos ido marcando un camino distinto, que a la frase de un ministro, o a un posible error administrativo o la aclaración de una determinada conducta. Pongamos las cosas en su lugar. Es mucho más lo positivo y lo sustantivo que aquello del juego político que busca marcar una situación para efecto de causarte un daño. Y eso no nos ha distraído ningún segundo en todo lo que hemos hecho. Guardemos las proporciones. Triunfamos por una amplia mayoría en las elecciones. Llevamos dos meses gobernando y se ha instalado en el país un clima positivo de esperanza en el futuro. Hemos marcado estos dos meses con unidad y la agenda de prioridades de la gente. Tenemos 5 grupos de trabajo transversales dialogando y buscando acuerdos en temas fundamentales para el país, resistiendo autoexclusiones y llamados a hacerlos fracasar. Hemos abordado temas urgentes en que nada se había hecho y estaban descontrolados como la migración. Hemos reconstruido en profundidad el mando de Carabineros y estamos trabajando en su indispensable modernización. Estamos combatiendo la delincuencia con todas nuestras fuerzas y comprometidos con el Estado de Derecho y la paz en La Araucanía, sin debilidades frente al terrorismo y con propuestas de desarrollo para la zona. La economía nos empieza a dar buenas expectativas, pese al inmenso déficit fiscal heredado. Los niños han sido puestos en el primer lugar. El Presidente Piñera está gobernando para construir unidad, con serenidad, sin improvisaciones ni apresuramientos, con visión de Estado. Hay una misión a cumplir, un rumbo claro que estamos siguiendo y un proyecto de futuro que nos guía junto con nuestra coalición, con quienes compartimos esta tarea. -¿Cómo evalúa el viaje del ministro Felipe Larraín a un encuentro de ex alumnos en Harvard con fondos públicos? -El tema, a mi modo de ver, es más que un problema de prolijidades. Como gobierno, queremos estar siempre muy atentos a ir leyendo bien los cambios que se van produciendo en la sociedad chilena. Hoy hay un cambio que tenemos que aprender y entender bien quienes estamos gobernando y quienes son autoridades de mayores exigencias de transparencias y estándares más altos en esas exigencias. En ese sentido estamos atentos, porque obviamente podemos cometer errores y hacer las cosas mejor para cumplir esos estándares. De los ejemplos que se han dado y que han estado en el debate, fue el viaje del ministro de Hacienda. Sin duda alguna que para mejorar y generar las confianzas internacionales, es muy importante que el país y su nueva visión política y económica estén presentes en las más distintas instancias internacionales. Eso para nosotros es un tema importante, porque tenemos mucho que recuperar en materia de confianza internacional y de afianzar confianzas internacionales en nuestra economía. No olvidemos que hemos perdido calificaciones, hemos bajado en calificaciones de riesgo país. Hay que aprovechar esas instancias. Pero, al mismo tiempo, ya no basta, ni se justifica, que uno tenga una razón de Estado, una razón de buen gobierno, una razón de fomentar en este caso específico, confianza para generar inversión, sino que cada situación implica tener que hacerse con transparencia, y de acuerdo a los procedimientos administrativos. Nos parece bien que la Contraloría haya recibido un requerimiento para determinar que el viaje estaba debidamente conforme a las normas administrativas y que se pusieran a su disposición todos los elementos para una adecuada transparencia, y nos parece bien que el ministro Larraín, a la espera de esa decisión de Contraloría y para evitar toda duda de su correcta intención, haya reintegrado los recursos de ese viaje. -El ministro Alfredo Moreno pagó el viaje a Chicago a un encuentro de alumnos del MBA. -Son circunstancias muy distintas, y no me voy a pronunciar sobre quién puede haber actuado mejor o peor. Aquí se actúa de acuerdo a la ley. -¿Fueron un error las últimas declaraciones del ministro Gerardo Varela, quien aseguró que los casos de acoso sexual son "humillaciones pequeñas"? -Él lo aclaró y lo precisó, y ojalá todas las frases todos las dijésemos siempre con la intención que tenemos. Cuando eso no ocurre, porque no responde a nuestra intención, la aclaramos, y se rectifica. -¿Cree que algunos de estos casos han impedido que la agenda del gobierno se pueda transmitir? -No. En instalación del gobierno hemos querido ser coherentes, en primer lugar, con este espíritu de unidad. Y hemos querido ser coherentes con no abandonar la agenda de la gente. A esta agenda del gobierno no le vengan a imponer presiones políticas, presiones sectoriales, intereses políticos. Vinculamos de inmediato ambos temas: unidad y necesidades de la gente. Hay cinco cinco grupos de trabajo, transversales, con distintas visiones políticas, académicas, de la sociedad civil, de especialistas, de instituciones, las cinco constituidas. Lamentablemente, algunos sectores, como el PC y el PS, pero lo que más ha llamado la atención es el PS, se restaron. Ha sido un profundo error. Pero hay sectores que han tenido una visión más colaborativa y receptiva. Curiosamente, dentro del Frente Amplio hemos tenido colaboración y participación de distintos parlamentarios y líderes que ha sido muy positiva. Estamos trabajando intensamente; por lo tanto, no vamos a perder un minuto en términos de que nos paralicen o nos desvíen de nuestra misión, de nuestro objetivo, de nuestra agenda, lo que pueden hacer las acciones de la oposición, la política menor. Nosotros respondemos cuando hay que desmentir, aclaramos cuando hay que precisar y rectificamos cuando vemos un error. Junto a ello hemos impulsado nuestros propios proyectos, de acuerdo a los temas no resueltos y siempre en la agenda de la gente. El rol de la oposición -¿Hay odiosidad en la política chilena, como dijo Pablo Piñera? -En algunos, lamentablemente, se da. Se refleja que da lo mismo si es bueno o malo; si viene del gobierno, lo rechazo. Creo que es la política antigua. Nosotros no vamos a pisar el palito. El Presidente no va a caer en bajar a la contingencia menor, a la política chica. -¿La oposición ha negado la sal y el agua? -Hay sectores que han tenido reacciones más duras, en términos de hacer de todo oposición, pero hay otros que han tenido una visión más colaborativa y receptiva. No quiero señalar que se está negando la sal y el agua, pero sí vemos algunas labores y acciones que son de entorpecimiento. Un ejemplo es en migraciones. Durante el gobierno anterior no se hizo ni se adoptó ningún tipo de medidas, y cuando se toma la iniciativa, se aborda el problema, se manda el proyecto de ley, se toman las medidas que se debían tomar y que en el pasado no se hicieron, aparece un grupo de parlamentarios de la oposición entrabando este proceso presentando un requerimiento al Tribunal Constitucional sin mayor fundamente jurídico, algo inexplicable desde la perspectiva de ellos mismos. La propia comisión de la Cámara de Diputados donde están representados -incluso hay dos parlamentarios que representaron el requerimiento al TC-, unánimemente le plantearon a la Cancillería la necesidad de establecer la visa con Haití, para tener una migración que fuese regular, ordenada y segura. El propio ex canciller del gobierno pasado respondió que sí, que era necesario estudiar este tema para poder establecer la visa con Haití. No hicieron nada, y ahora presentan un requerimiento al TC sin fundamentos jurídicos. Uno dice ¿cómo? -¿Le llamó la atención el dictamen que dio el Contralor acerca del protocolo de la ley de aborto, que prohíbe la objeción de conciencia institucional? -Sí, claro. Tenemos una discrepancia importante con el Contralor de fondo, porque creemos que el criterio jurídico del Contralor impediría el desarrollo libre y autónomo de la sociedad civil, organizada, y como la Constitución lo establece, tiene derecho a esa libertad, a esa autonomía, y también a desarrollar acciones públicas cuando el Estado tiene el interés y le pide además que la desarrolle, pero no por eso las condiciona. ¿O el aporte que reciben las universidades por parte del Estado le hace perder su autonomía educacional? No. "Nosotros no vamos a pisar el palito. El Presidente no va a caer en bajar a la contingencia menor, a la política chica". "Creemos que el criterio jurídico del Contralor impediría el desarrollo libre y autónomo de la sociedad civil". "No está excluido de una agenda que podamos presentar o impulsar iniciativas que regulen situaciones (de contratación de parientes)".
