El nicho donde Letelier sacó su mejor versión
martes, 24 de abril de 2018
Claudio Herrera
Deportes
El Mercurio
Silente tercer meta del Colo Colo campeón de América, jugó en Perú y México. El "Pulpo" ganó prestigio entre mujeres.
"Flaco, muy flaco, cabellos largos de mirada triste, humilde muy humilde, así era Letelier un arquero que llegó para remplazar al ídolo del arco blanquiazul "Caíco" Gonzales Ganoza y que dejó huella en su paso por Alianza Lima", se lee en el portal Café, Ron y Gol, partidario del club peruano. Al actual DT de la Roja femenina se le recuerda en La Victoria, hasta donde llegó tras la tragedia aérea del plantel íntimo en 1987, porque atajó dos penales en el clásico ante Universitario. Como tercer arquero de Colo Colo también tuvo su noche de gloria, cuando detuvo dos lanzamientos desde los 12 pasos frente a O'Higgins en la Copa Apertura 1990. "Después de la Libertadores 1991 con José nos fuimos al Morelia. Era un tipazo, muy gente. Para dirigir chicas hay que tener un trato especial, pese a que el fútbol es igual en todos lados, con mujeres te cambia todo, y conozco el tema porque mi hija juega en el Monterrey", cuenta el argentino Sergio Verdirame desde Nuevo León. "Letelier se preparó para esto, estudió ya grande educación física. Encontró el nicho del fútbol femenino, que a muchos no les gusta, y acertó. Tiene esa sensibilidad especial. Siempre fue muy callado, pero con la palabra justa, muy asertivo", detalla Juan Gutiérrez, ex compañero del "Pulpo" en Pedrero y México. "Con lo que ha logrado tiene un máster en el área femenina, deberíamos traerlo a dar charlas sobre la materia", dice Luis Rodríguez, del Inaf. "Para el puesto de arquero era callado, pero sorprendía su responsabilidad", dice Horacio Rivas, que lo dirigió en Linares. "Su mérito en la clasificación es total. El 'Lete' tiene camarín, se maneja en la parte afectiva y sicológica, sabe cómo hablarles, cuánto exigirles; es muy claro en su trabajo, siempre buscó el estilo bien jugado, con predominancia de lo técnico y buscó jugadoras para ello", sostiene Andrés Romero, ex colaborador del técnico en Macul.
