Sobreviviente de Alto Río ayudó a atender a víctimas de la tragedia

martes, 24 de abril de 2018

Nacional
El Mercurio

Mónica Molina, sobreviviente del derrumbe del edificio Alto Río en Concepción durante el terremoto de 2010, estaba el sábado en el Sanatorio Alemán de esa ciudad.

"Un carabinero traía en sus brazos a un pequeño de cuatro años y a su lado a la mamá del niño, en shock, ambos ensangrentados, con restos de cemento, vidrios y mojados. Los miré sorprendida y les pregunté si andaban con alguien y me contestaron que no. Ahí me involucré: me quedé con ellos y tomé al pequeño en mis brazos", recuerda la mujer, hoy presidenta de la Fundación Alto Río, una ONG dedicada a promover la prevención de desastres. "Venían mal, hasta con vidrios en sus cabezas", recuerda.

El sábado, Molina se dirigía a un paseo y la Clínica Sanatorio Alemán se fijó como punto de encuentro. El chofer se atrasó, por eso estaba en las instalaciones a la hora del estallido.

"Como iba de paseo, tenía alcohol gel, toallas, todo. Repartí un montón", dice Molina, que hoy también es docente de psicología en la U. de Las Américas en Concepción.

"Tendemos a subvalorar la importancia de los primeros auxilios psicológicos. Las personas necesitan esto en cada emergencia", añade.

Molina se ha dedicado al trabajo de prevención de emergencias desde entonces. Asegura que hubo mucho desorden en los primeros minutos.

"Desde el 27-F me pregunto por qué tendemos a minimizar los riesgos, por qué no hacemos los máximos esfuerzos para evitar que ocurran las desgracias", concluye.