Con la mesa puesta, los dientes afilados y los cuchillos en ristre están esperando en el Congreso el informe del Consejo de Trabajo y Equidad que se conocerá -si no hay una nueva postergación- durante la primera semana de mayo.
Para unos, los planteamientos que ya se filtraron están muy por debajo del umbral del programa de gobierno y, para otros, suenan demasiado vanguardistas -"un dulce para el sindicalismo"- en un momento de alta crispación laboral.
1. De hecho, ni la idea de subsidiar los ingresos de los trabajadores más pobres genera consenso. Mientras desde la derecha se aplaude la idea de "apuntalar" los ingresos familiares, la izquierda arrisca la nariz y no se conforma con aumentar las transferencias directas del Estado si aquello no va acompañado de un mayor "empoderamiento" de los sindicatos.
2. En materia de negociación colectiva, los propósitos del PS y de la CUT corren a 100 kilómetros por hora más rápido que las ideas que se barajan en el consejo. Desde la izquierda, se propone dotar a los sindicatos de la exclusividad en la negociación colectiva y terminar con los grupos negociadores paralelos, que, eventualmente, deterioran la capacidad de forcejear de los sindicatos.
El PS y la CUT también plantean la restitución de la sindicalización automática y el fin del veto que pesa sobre los dirigentes sindicales para postular a cargos de elección popular.
3. Las propuestas del consejo son menos vanguardistas que las que propone la izquierda. Se planteará la idea de que aquellos trabajadores que no están sindicalizados -pero acceden a las conquistas de la negociación colectiva cada vez que el patrón hace extensivo los beneficios a todos sus empleados- deban pagar el 100% de la cuota sindical y no el 75% como ocurre actualmente. La idea de la comisión es apuntalar a los sindicatos eliminando lo que en economía se conoce como efecto polizonte: conseguir los mismos beneficios que los sindicatos sin asumir el costo.
4. En materia de indemnizaciones, las posiciones son más encontradas aún. Mientras la CUT y el PS ya vetaron cualquier propuesta que deteriore el actual modelo de indemnizaciones, una de las ideas más potentes que se barajan en la comisión apuntan a reducir a la mitad los 11 meses por años de servicio y, a cambio, incrementar drásticamente la cotización patronal al seguro de cesantía y eliminar el aporte que hasta ahora hacen los trabajadores.
"Se está pensando en eliminar el aporte de los trabajadores. Eso empalmaría con un sistema de indemnizaciones que se reduciría en términos de los meses. Se fortalece el seguro de cesantía a todo evento. Se estaría planteando reducir los meses a la mitad. En los hechos, el porcentaje de personas que en definitiva obtienen indemnización es muy bajo", dice un cercano al consejo.
Andrés Allamand: "La Comisión no puede sentirse encadenada al programa de gobierno"
-Desde el PS y el mundo sindical se plantea que las propuestas son "gatopardescas". ¿Usted lo ve así?
"A primera vista da la impresión de que existen grados importantes de convergencia técnica en temas que dicen relación con ingreso familiar. En tal sentido, se está planteando un subsidio que contribuiría a la formalización del trabajo. Todas esas propuestas van en la dirección correcta. Donde al parecer existen grados importantes de conflicto es en los temas de sindicalización y negociación colectiva".
-Que son los que generan más expectativas en el mundo de los trabajadores.
"En materia de negociación colectiva han vuelto a aflorar los prejuicios de siempre. Uno desde afuera advierte que siguen fluyendo, por un lado, una cierta fobia sindical y, por otro lado, un cierto fanatismo pro sindicatos. Ambas desviaciones yerran el blanco. Para mí, lo fundamental en esta materia es que primero no establezcamos ni una suerte de monopolio sindical. A mí no me gustan los monopolios en ningún ámbito, y tampoco en el ámbito de los trabajadores".
-Sobre eso hay una propuesta, en el sentido de que los trabajadores no sindicalizados deban pagar el 100% de la cuota sindical para acceder a los beneficios de la negociación colectiva. ¿Le parece adecuado?
"Desde mi punto de vista, es absurdo suponer que la gente se incorpora o no a un sindicato únicamente por un 0,25% de la cuota. Francamente, yo no creo que eso explique por qué algunos trabajadores eligen libremente sindicalizarse y otros no. Lo importante es que no se establezca el monopolio para los sindicatos en la negociación colectiva".
-¿Cuál es su posición respecto al fin del reemplazo de trabajadores en huelga?
"El problema que hay que calibrar con los propios trabajadores es que en un mundo globalizado, con competidores particularmente despiertos, una paralización de una empresa puede significar una pérdida irreparable para los propios trabajadores".
-Existe inquietud entre algunos sectores del PS en el sentido de que las propuestas de la Comisión Meller sean menos ambiciosas que las del propio Gobierno...
"Aquí se ha constituido una comisión amplia que no puede sentirse encadenada a lo que el programa de gobierno indique. Aquí no se ha constituido una comisión para darle forma al programa de gobierno. Por lo tanto, creo que el programa de gobierno es una referencia importante, pero no un pedestal".
-También debería haber propuestas que modifiquen el régimen de indemnizaciones...
"De hecho, hay una propuesta que a primera vista parece particularmente razonable, que incluye ajustar el seguro de cesantía y empalmarlo mejor con el sistema de indemnizaciones. Los sindicatos y particularmente la CUT y algunos parlamentarios de gobierno, hasta ahora, han impuesto un veto absurdo respecto a tratar el tema de las indemnizaciones. Recuerdo que cuando el senador Ominami planteó que ése era un tema que debía analizarse, fue sometido a una "pateadura" al interior del propio Partido Socialista. Sin embargo, objetivamente hablando, en esto no hay dos opiniones técnicas: el actual sistema de indemnizaciones es pésimo, no protege adecuadamente a los trabajadores y establece rigideces que los perjudican a ellos mismos. De hecho, el sistema de indemnizaciones tal como está hoy establecido es el mayor desincentivo al aumento de sueldos que existe en las empresas, por su efecto acumulativo".
Juan Pablo Letelier: "La Presidenta tendrá que proponer un camino, dado que no hay consensos"
-¿Varias de las demandas históricas del sindicalismo chileno no están dentro de las propuestas?
"Uno espera que cuando se conozca el informe oficial no nos quedemos sólo en propuestas que signifiquen transferencias de recursos del Estado a los más pobres, porque eso tiene una limitación. La Comisión Meller debería tener como contribución generar los mecanismos en el mercado laboral para asegurar que quienes aportan a generar la riqueza tengan una mayor participación en esa riqueza. Para esto se necesita fortalecer el rol de los sindicatos en las negociaciones. Por desgracia, uno ve que no están apareciendo esos temas, y eso demuestra que va a tener que ser la Presidenta quien proponga un camino, dado que no ha sido posible crear los consensos, porque no es que no haya habido propuestas, lo que no hubo fue la capacidad de construir consensos en estas materias".
-¿Es deseable que los sindicatos tengan la exclusividad en la negociación colectiva?
"Yo no tengo la menor duda. Tal como uno quiere fortalecer el rol del sindicalismo, uno tiene que revisar las obligaciones y las responsabilidades de los sindicatos, no solamente la exclusividad y la titularidad en la negociación colectiva, sino también fijar bien los procedimientos".
-Al parecer, el fin del reemplazo de trabajadores en huelga no está entre las propuestas
"Lo que no viene es la lógica de intervenir el mercado del trabajo para fortalecer a uno de los actores, que es el debilitado. Habrán transferencias del Estado para asegurar que una familia no viva con menos de cierta cantidad, pero no estamos empoderando a los trabajadores del mundo moderno. A ese trabajador hay que empoderarlo para que pueda tener una mayor participación en la generación de riqueza, eso no se está viendo".
-El mismo Patricio Meller comentó que una negociación colectiva más profunda deber ir acompañada de mayores grados de flexibilidad.
"Mire, yo nunca me he opuesto por un problema ideológico a la flexibilidad, pero con mayor seguridad. Le quiero dar dos ejemplos. Si a mí me dicen que queremos jornadas de tiempo parcial para que las mujeres y los jóvenes se puedan incorporar al mercado del trabajo, lo apoyo. Si me dicen flexibilidad para que los trabajadores paguen los costos de una industria volátil, no, no estoy de acuerdo. Lo que pasa en la industria del salmón es el perfecto ejemplo. La explotación de los recursos naturales, como el uso de nuestras aguas, debería ir acompañado por un compromiso de la industria, de modo que si sufren una situación como la que están viviendo, producto de su mal manejo, no sean los trabajadores quienes paguen el ajuste".
-En lo que sí hay un aparente acuerdo es en la posibilidad de empalmar el actual sistema de indemnizaciones con un mejor seguro de cesantía...
"Mire, la indemnización es una cosa, en el sentido del desahucio, que no es lo mismo que el mes por año en caso de un despido unilateral, que tiene que ver con encarecer el despido para que no echen a la gente de más edad. Tiene otro propósito, porque la gente no encuentra trabajo después de cierta edad. El seguro de cesantía no resuelve eso. El seguro de cesantía tiene un tercer propósito que tiene que ver con hacerse cargo de los ciclos de la economía, de una economía abierta como la nuestra. Por eso necesitamos un seguro de cesantía, pero no tenemos por qué dejar desamparados a los trabajadores de cincuenta años cuando pierden el trabajo, que es lo que va a ocurrir con el mecanismo que se quiere proponer".