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En Chile disminuyó el número de estudiantes que cree que la paz se logra con diálogo, según sondeo internacional:

Para los profesores no es fácil enseñar a sus alumnos educación cívica y ciudadana

domingo, 22 de abril de 2018

Margherita Cordano F.
Educación
El Mercurio

Cuatro de cada 10 no se sienten bien preparados para pasar la Constitución o tratar temas de inmigración. Un nuevo estudio plantea que fomentar mucho más la reflexión en las Facultades de Educación es un paso clave.



En el año 2009, ocho de cada 10 estudiantes chilenos de 8° básico consideraba que el diálogo y la negociación eran los medios para alcanzar la paz. Cuando esta semana se dieron a conocer los resultados del segundo ciclo del Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana (ICCS) 2016, se supo que el número de niños de acuerdo con esta afirmación había disminuido: solo 68% cree en el poder de conversar y aprender a escuchar a otros.

"Como hipótesis, se podría indagar en la relación entre esta disminución y el desencantamiento de los jóvenes con los alcances de la política. La desafección del mundo político lleva a tener menos confianza en lo que se puede lograr desde ese ámbito. No olvidemos que en Chile, la prueba ICCS se rindió en 2015, año en que se develaron importantes casos de conflicto de interés entre dinero y política, junto a malas prácticas en su financiamiento", indica Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.

El papel de los profesores también es clave, advierte. "Cumplen un rol fundamental en la formación de los futuros ciudadanos debido a que esta educación considera tanto los conocimientos como los valores y actitudes cívicas y ciudadanas. Lo que hemos visto en ICCS y en un estudio cualitativo sobre el tema realizado por la Agencia, es que la preparación de los profesores es muy variada en el tema. Algunos declaran haber tratado explícitamente estos temas durante su formación inicial docente, pero a nivel general no se observa que esto sea un énfasis en todos los programas de Pedagogía".

Reflexión guiada

Mientras que 90% de los docentes chilenos se sienten preparados para enseñar sobre derechos y responsabilidades de los ciudadanos, o sobre igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, 60% declara sentirse bien preparado para enseñar sobre la Constitución y los sistemas políticos, o sobre emigración e inmigración, por ejemplo. Para lograr implementar las políticas de inclusión, no discriminación, de convivencia, equidad y cumplir con el desarrollo en las dimensiones sociales, éticas y morales que la Ley General de Educación exige, se requieren profesores debidamente formados.

Así lo plantean en su más reciente informe los investigadores Daniel Tello, Marisa Meza y Jaime Retamal, de las universidades de Concepción, Católica y de Santiago, respectivamente, quienes se dedicaron a investigar el nivel de desarrollo de la competencia moral-democrática de los profesores en formación.

Para ello desarrollaron estudios en más de 600 estudiantes de las tres instituciones participantes, buscando responder a la pregunta de qué factores ayudan a desarrollar en ellos este tipo de competencias.

"Pudimos detectar como condiciones favorables en los procesos formativos de los futuros profesores la toma de responsabilidades y la reflexión guiada en contextos curriculares y extracurriculares", dice Marisa Meza.

"Cuando hablamos de toma de responsabilidades nos referimos a que el futuro profesor tiene la oportunidad curricular o extracurricular de asumir la condición y las consecuencias en actividades que tienen que ver con otras personas, y cuando hablamos de reflexión guiada nos referimos a que participó en la discusión de problemas o dilemas morales en donde se sintió involucrado cognitiva, social y emocionalmente", agrega Jaime Retamal.

Interacción social

El darles espacio para reflexionar y fomentar que no sean meros receptores de información ayuda a que los docentes después traspasen estas prácticas a su aula, concuerda el profesor Sebastián Díaz, encargado de convivencia escolar del Liceo República de Italia (Isla de Maipo) y maestro capacitado en formación ciudadana a través de cursos impartidos por la Universidad de Chile.

En su establecimiento, desde hace algunos años se optó por dejar de lado la política de las decisiones entre cuatro paredes, y para la toma de decisiones importantes se hacen encuestas y votaciones. La más reciente, por ejemplo, tuvo que ver con elegir a qué se iban a destinar los recursos que ganaron en un concurso abierto: después de discutirlo entre todos, la comunidad optó por pintar un mural. El diseño se elegirá luego de pedir a todos los niños que entreguen sus propias propuestas. "La recomendación número uno consiste en asumir que no es posible una educación moral-democrática sin ofrecer múltiples oportunidades de interacción social, toma de responsabilidades y discusión entre pares acerca de temas controvertidos, con exclusión de la violencia. Se trata de considerar la diversidad, el conflicto, como motor de pensamiento para la construcción de la vida en común", plantea Meza.

Jaime Retamal dice que una segunda y no menos importante recomendación "es que las escuelas de formación de profesores intencionen más decididamente en sus currículos de formación no solo la transmisión de contenidos, sino también el modo en que estos son aprendidos en vistas al desarrollo de las capacidades y las actitudes que les permitan a los futuros profesores tanto realizar en la práctica sus valores democráticos como enseñarlos a otros", puntualiza.

EN CIFRAS

48%
de los escolares chilenos aprueba las prácticas corruptas en el gobierno, como aceptar sobornos, o usar los recursos públicos para el beneficio personal, según ICCS 2016.

57%
de los estudiantes de Chile se mostró favorable con un Estado dictatorial si este conlleva orden y seguridad. El promedio latinoamericano fue de 69%.

"Los valores morales básicos de la democracia requieren de capacidades y actitudes para realizarlos que no se enseñan intencionadamente en la escuela. En ese sentido, nos preguntamos si los futuros profesores y las instituciones que los forman abordan o no este desafío. Creemos que tenemos un tremendo reto como país".
Jaime Retamal
ACADÉMICO FACULTAD DE HUMANIDADES UNIVERSIDAD DE SANTIAGO.


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