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Baja en la clasificación de Chile costará US$ 364 millones a empresas y al Estado

domingo, 22 de abril de 2018

Nicolás Durante Parra
El_Mercurio

La baja en la clasificación por S&P en julio del año pasado desde AA- a A+ significa un aumento en el riesgo país de cerca de 20 puntos base, o un 0,2% más de interés por riesgo, sobre la deuda externa vigente del país.

Entre el jueves de esta semana y el martes que viene, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, estará en Estados Unidos, convenciendo uno a uno a inversionistas, bancos y sobre todo a clasificadoras de riesgo de que en Chile cambió la mano desde que asumió el gobierno de Sebastián Piñera. Argumentos como la responsabilidad fiscal, la austeridad y la modernización del Estado serán los principales que usará Larraín para lograr un objetivo: que las clasificadoras vuelvan a subir la nota de riesgo de Chile, rebajadas durante la anterior administración de Michelle Bachelet.

¿Por qué es tan importante? Porque, entre otros múltiples factores, a la deuda del Estado y de las empresas chilenas les sale caro este cambio de nota.

El primer batatazo de las clasificadoras de riesgo vino en julio del año pasado, cuando S&P calificó a Chile en A+ desde AA- con perspectiva estable, transformándose en la primera rebaja en la nota del país en 25 años. La agencia explicó su baja en que "el prolongado débil crecimiento económico ha afectado los ingresos fiscales del país, ha contribuido a incrementos en el nivel de deuda del gobierno y ha erosionado su perfil macroeconómico", afirmó en un comunicado. Y agregó que "esto ha resultado en un incremento modesto en la vulnerabilidad de Chile ante shocks externos".

Luego, en agosto del mismo 2017, fue el turno de Fitch, que rebajó a Chile de A+ a A. En el mismo mes, Moody"s bajó la perspectiva de Chile a "negativa".

El economista Gonzalo Sanhueza, director ejecutivo de Econsult y vicepresidente del Consejo Fiscal Asesor, le puso números a esta rebaja en la clasificación de riesgo de Chile y modeló los efectos del mayor riesgo crediticio, en la deuda externa del país, tanto estatal como privada ¿El resultado? US$ 364 millones más en intereses.

Sanhueza agrupó a los países según su nota de clasificación y promedió sus CDS - credit default swap - a cinco años, un instrumento que "asegura" la deuda de un país, y cuyo valor más alto significa más riesgo de que el país se declare en default y no pague sus compromisos financieros. Es, en suma, el costo de asegurar la deuda.

Así, la familia de países con nota AAA, como Alemania, Holanda o Canadá, tienen un valor promedio de 13 puntos base en sus CDS. En tanto, los AA, donde estaba Chile hasta junio del año pasado, y que hoy integran países como Francia, Estados Unidos y Reino Unido, tienen un CDS de 32 puntos en promedio. Mientras que los países clasificados en A, como Chile actualmente, China y Japón, manejan un CDS promedio de 54 puntos base.

"Los tomé por familia, por la volatilidad, y porque al estar en la familia de los doble A tienes un spread , el que varía cuando se pasa a la familia de los A. Todos los países que son triple A tienen un spread promedio de 13 puntos base. Luego están los doble A, que tienen un spread de 32 puntos base, y los A, que es donde está Chile, de 54 puntos", explica el experto.

Bajo esa lógica, y entendiendo que actualmente los spread están muy comprimidos y bajos por las bajas tasas en el mundo y con alta volatilidad, "si miramos, cada familia de clasificación tiene una diferencia de 20 puntos base, lo que llevado a porcentaje es un 0,2%. Chile tiene una deuda externa de US$ 182.470 millones, y si uno le aplica el 0,2%, son US$ 364 millones extras solo en intereses", añade Sanhueza.

Eso sí, esto no significa que las empresas y el Estado ya hayan pagado esos US$ 364 millones. "Hay deuda de largo plazo que tiene la tasa fijada, sí, pero la deuda de largo plazo se va a ir renovando en algún momento. Los países no pagan su deuda, sino que va venciendo y van renovando, entonces al final el efecto va a ser US$ 364 millones más en intereses. Eso quiere decir que el país destinará US$ 364 millones a pagar más intereses de los que pagaría, y eso por haber bajado solo un poco la clasificación de riesgo", agrega.

"Si hoy tengo una deuda de US$ 182 mil millones, y me bajan la clasificación de riesgo y aumenta el spread , no pasa nada, sigo pagando los mismos intereses que pagué el año anterior. Pero una parte de la deuda vence en un año, y esa deuda la tengo que renovar, y ahí los intereses van a ser más altos", ahonda.

Claro que hay un efecto en el momento cero, y pasa cuando el tenedor de la deuda de Chile la quiere salir a vender en el mercado. "Esa deuda vale menos, porque es la misma deuda, pero de un país más riesgoso, es decir, cae de valor. Si uno lo mira como flujo, es una transferencia de riqueza entre quienes tenían la deuda de Chile", explica Sanhueza.

Detalle de la deuda externa

En el desglose y según datos del Banco Central, los emisores de deuda chilena en el extranjero, y a quienes directamente les afectará la rebaja en la clasificación de riesgo cuando renueven su deuda, son el gobierno, incluidas empresas del Estado que emitieron deuda afuera, con un total de US$ 22.299 millones; el Banco Central, que suma US$ 1.779 millones; los bancos, con US$ 24.892 millones; otras sociedades no financieras, con US$ 2.457 millones; las empresas no financieras, es decir todas las empresas privadas no bancos, que tienen pasivos por US$ 70.792 millones; y la deuda asociada a una inversión extranjera directa, con otros US$ 60.251 millones. De ese total, la que vence este año son US$ 7.369 millones de los bancos, US$ 145 millones de sociedades financieras, US$ 8.244 millones de empresas no financieras y otros US$ 4.592 millones de inversionistas extranjeros.

Consultados bancos extranjeros con operación en Chile y que manejan deuda pública y privada del país, concordaron con el cálculo, pero hicieron hincapié en que el efecto no necesariamente será directo. Ello, porque en la fijación de la tasa de interés juegan otros múltiples factores, estiman, como el momento político internacional y las señales económicas que den los principales socios comerciales de Chile. Asimismo, en el caso de la deuda de empresas, es muy caso a caso, de acuerdo al plan de negocios que tenga y el destino que le quiera dar a la deuda.

El impacto indirecto en la deuda local

Por otra parte, la emisión de deuda pública a nivel local, aunque indirectamente, también se perjudica de la rebaja en la clasificación. "Si aumenta el riesgo país, termina subiendo la tasa de interés en Chile, porque las tasas largas en Chile, que son la tasa de interés afuera, más el riesgo país, más la expectativa de apreciación o depreciación de la moneda, son el conjunto a evaluar por los inversionistas que toman esa deuda. Como el gobierno tiene principalmente deuda interna, es más indirecto el efecto, pero también está", dice Sanhueza.

En este caso, el gobierno central suma una deuda interna de US$ 56.129 millones (incluye municipalidades), y si a eso se le aplica el mismo 0,2% adicional de intereses, solo por la rebaja en la clasificación de riesgo, va a costar US$ 112 millones más de intereses.

"Si a esos US$ 112 millones por más interés local le sumas el interés adicional que pagaría el Estado solo por la deuda del gobierno a nivel de deuda exterior, que serán US$ 44 millones, da un total de US$ 156 millones. Entonces todo el esfuerzo fiscal de los US$ 120 millones anuales que anunció el ministro Felipe Larraín se habría evitado si no se hubiese rebajado la nota de clasificación de Chile el año pasado", sentencia el economista.

Hacienda tiene como meta principal subir la nota

En el Gobierno están conscientes de los efectos que tiene en el país una rebaja en la clasificación de riesgo. "Estamos trabajando en mejorar la clasificación de riesgo porque es la forma de mejorar el acceso al crédito del Estado, de las empresas públicas y privadas, de las pymes y de todos los chilenos. Con una mejor clasificación de riesgo se accede a tasas de interés más favorables y eso implica mejores condiciones de vida para todos los chilenos", afirmó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Por eso que el viernes se reunió con las clasificadoras en Washington, Estados Unidos, dos días antes de iniciar el Chile Day en Nueva York, donde se reunirá, entre otros, con bancos globales y manágeres de renta fija y variable.

Todo el esfuerzo fiscal de los US$ 120 millones anuales que anunció el ministro Felipe Larraín se habría evitado si no se hubiese rebajado la nota de clasificación de Chile el año pasado".Gonzalo Sanhueza Director ejecutivo de Econsult y vicepresidente del Consejo Fiscal Asesor

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