La economía rusa creció un 1,1 % en los primeros tres meses del año, muy por debajo de las previsiones oficiales, según informó hoy el Ministerio de Economía de Rusia.
El producto interior bruto aumentó un 1,4 % en enero y un 1,3 % en febrero, pero esa tendencia se ralentizó en marzo, cuando la economía creció un 0,7 %.
Esas cifras están muy lejos del 2 % previsto por el Gobierno, que esperaba que la economía recuperara pronto el ritmo de crecimiento anterior a la crisis de 2014.
Recientemente, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que el país había entrado en una nueva fase de crecimiento tras dos años de recesión (2015 y 2016).
Las nuevas sanciones contra siete oligarcas rusos y las corporaciones que dirigen provocó a mediados de abril un fuerte desplome de las bolsas rusas y una brusca devaluación de la moneda nacional, el rublo.
Seguidamente, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dio un respiro a la economía rusa al frenar el plan de su Gobierno de castigar al Kremlin con otro paquete de sanciones por su apoyo al régimen de Bachar al Asad.