Pocos creerían que se pueden hacer rutinas de stand up comedy con historias que tratan de átomos, análisis estadísticos o del comportamiento de los mamíferos. Menos que quienes las despliegan ante el público son científicos que hace unas horas se encontraban trabajando en el laboratorio. Una nueva generación de investigadores está cambiando la imagen clásica del científico erudito lejano y serio. Un ejemplo de esta nueva visión es la iniciativa Shots de Ciencia, actividad organizada por los miembros de la Fundación Chile hace Ciencia, que desde el año pasado se realiza una vez al mes en el bar Azotea Mackenna. En cada presentación se toca un tema específico, el que se acompaña con una buena dosis de chistes, cerveza y comida. "A través del stand up comedy nos agarramos de situaciones cotidianas para despertar la curiosidad de la gente y así empezar a hablar de distintos temas científicos", explica Bernardita Cádiz, bióloga y doctora en Neurociencia, quien ha dirigido esta actividad en varias oportunidades. Participación del público De feromonas y la atracción entre los seres humanos, las emociones, los circuitos neuronales y cómo la ciencia influye en la cultura han tratado algunos de estos " shots ". En ellos, según Cádiz, la interacción con el público es clave. "La gente te interrumpe cuando quiere y te hace preguntas o da su opinión. Se genera un diálogo con un vocabulario común", cuenta. También realizan experimentos con el público para introducir los temas que se van a tratar. "En el de las feromonas, el público tenía que oler distintas poleras que nosotros mismos habíamos usado antes y elegir cuál le era más atractiva. Fue divertido porque algunos hombres eligieron las de otros hombres, mujeres las de mujeres, etcétera", agrega Bernardita. Logros femeninos "A mediados de 1800 hubo científicos que después de pesar cerebros de mujeres y hombres concluyeron que nosotras somos menos inteligentes porque tenemos el cerebro más liviano", relata la científica argentina Nadia Chiaramoni en la charla TEDx Río de la Plata, a la que fue invitada. "¡A ver, crack de la objetividad, toda la mujer es más liviana que el hombre! Bueno, justo yo no mucho, pero no importa", cuenta con gracia, despertando carcajadas entre el público. Con cuatro años de experiencia en el stand up comedy científico, la biotecnóloga y doctora en Ciencias Básicas y Aplicadas, se maneja con soltura en el escenario. Junto a otros 15 investigadores de diferentes áreas científicas formaron el grupo Poper, con el cual van a colegios, universidades y centros culturales a mostrar su rutina para popularizar esta disciplina entre los jóvenes. "Yo hablo mucho de las mujeres científicas. Hay tantas que, aunque hicieron grandes hallazgos, no son conocidas, por lo que busco hacerlas más visibles", agrega Nadia, quien entre bromas resalta los logros de Marie Curie, su hija Irene, y otras destacadas científicas. "La típica de Latinoamérica es Brasil versus Argentina. Argentina ganó dos mundiales, Brasil cinco. Argentina tiene cinco premios Nobel. Brasil ninguno, ¡tomá!", dice Chiaramoni en una de sus rutinas. "Tampoco se trata de hacer reír al resto la hora entera", advierte Nadia. "Hay mucha información por entregar, por lo que se producen silencios. No significa que el show haya fracasado, sino que te están prestando atención", explica, y agrega que en Uruguay y Colombia también hay grupos que se dedican a popularizar la ciencia a través del humor. "La divulgación de nuestro trabajo es fundamental. Estamos teniendo muchos problemas con el financiamiento del sistema científico. Eso es justamente porque la gente no aprecia la utilidad de las cosas que haces porque no las comunicas correctamente", concluye.