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Boom verde en Chile: 30% ha crecido la producción de bolsas degradables de supermercado

jueves, 24 de abril de 2008

María Teresa Solinas Ivys
Economía y Negocios

La tendencia mundial por el cuidado del medio ambiente está contagiando a todo el retail. Unos optan por bolsas que se desintegran 100 veces más rápido que las de plástico tradicional; otros innovan con bolsas reutilizables.

Moda, conciencia o estrategia. Cual sea la motivación, lo cierto es que los productos "amigables" con el medio ambiente están tomando cada vez más fuerza en el país.

Y específicamente en el retail, donde siguiendo las tendencias mundiales, las bolsas degradables están ganando terreno.

Según cálculos de los propios fabricantes de las llamadas bolsas "camiseta", la producción nacional de estas bolsas degradables en el país ha aumentado en 30% en el último año.

Y es que de las 690.000 toneladas de plástico que se producen en Chile cada año, las bolsas camisetas para retail representan 52.371 toneladas. Una cifra importante se traduce en el interés por disminuir las emisiones de plástico tradicional a través de esta vía. Esto, sumado al creciente interés de los clientes por los productos que no dañen el medio ambiente, explica el boom verde del retail.

Aunque incorporar la tecnología necesaria puede llegar a traducirse en un incremento de 10% en los costos de producción de las bolsas, los supermercados interesados en utilizar estos productos van en aumento.

Costos que son asumidos a pesar de un escenario complejo en términos de precios. Sólo el año pasado, el costo de las bolsas plásticas subió en 45%, por el alza de la electricidad y el aumento de precios de algunos materiales derivados del petróleo.

Hoy, en promedio, el precio de una bolsa de supermercado hecha con plástico tradicional puede costar $18; mientras que una degradable alcanza los $20.

El boom por bajar la producción de plástico tradicional comenzó a mediados del año pasado. El pionero fue Chilectra, utilizando plástico degradable para enviar las cuentas de luz. Al poco tiempo se sumaron Jumbo, Easy y Sodimac. Y, según fuentes de la industria, el siguiente en sumarse a esta moda podría ser Lider.

En general, el balance de estas empresas es positivo. En Cencosud señalan que la utilización de las bolsas biodegradables ha sido muy valorado por la gente. Por eso, aunque dentro de la compañía señalan que el cambio de bolsas ha significado una inversión relevante, continuarán desarrollando iniciativas de tipo ecológico.

Suben las ventas

El panorama ha traído nuevos aires a los productores de bolsas, una industria que en Chile mueve US$ 40 millones al año. Según la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla), el 60% de los fabricantes de bolsas de retail producen bolsas degradables. De ellos, sólo tomando en cuenta a los productores de bolsas para supermercados, el 90% las está comercializando.

Todos ganan

Y las cifras mejorarán aún más, ya que en el corto plazo todos los asociados a Asipla esperan producir de estas bolsas.

En Inapol -principal proveedora de bolsas degradables para supermercados-, alcanzaron un crecimiento de 27% en su producción, en el último año.

Según Pablo Escobar, gerente de la compañía, las cuentas alegres se deben tanto a la buena acogida de las bolsas en los supermercados donde se entregan -y al auge del retail- como al creciente interés de nuevos clientes por adherirse a esta cruzada ecológica.

"En Chile hay conciencia medioambientalista, lo que nos ha llevado a tener una muy buena recepción en el público", señala Escobar.

Bernaplast es otra de las empresas que producen este tipo de bolsas. Su principal comprador es Sodimac y esperan que próximamente otros de sus clientes ligados al retail sigan con esta tendencia.

El funcionamiento de los aditivos que degradan el plástico es básicamente el mismo: rompen la cadena molecular de manera acelerada, oxidándola, lo que hace que el plástico se degrade. Según las distintas certificaciones que respaldan los aditivos que se comercializan en Chile, éstos aceleran el tiempo de desintegración de los plásticos, a una temperatura ambiente de alrededor de 25°C.

Es así como mientras una bolsa de supermercado normal se demora entre 200 y 300 años en convertirse en humus, con estos componentes químicos el proceso se concreta en dos años.

No sólo los productores de bolsas están incrementando sus ventas con esta tendencia medioambientalista que ha invadido al retail. Los importadores los aditivos también están sacando buenos dividendos. En Chile, se comercializan 4 marcas de aditivos: EPI (importado de Canadá), Willow Readge (procedente de Estados Unidos), Symphony (traído desde Inglaterra) y Omia (fabricado en Suecia).

Ecopack es la empresa encargada de comercializar EPI en Chile. Comenzaron en 2005 y en dos años lograron triplicar sus ventas, replicando el fenómeno verde que se vive en Europa y Norteamérica. Tan bien les ha ido, que estiman que para 2009 su producción crecerá -por lo menos- 10 veces.

Aunque no revelan cifras de facturación (aunque dicen que son "cientos de miles de dólares"), según las estimaciones de Bernardo Amengual, gerente de la empresa, unas 35 toneladas mensuales de plástico oxodegradable se producen con EPI en nuestro país.

Plástico por tela

Dentro de la ola medioambientalista existen otras ideas para bajar el uso de plástico.

Hace cuatro meses, Falabella promociona el uso de bolsas reutilizables (importadas desde Asia).

La idea es que los clientes la compren (por $500) y la usen cada vez que consuman en la tienda. En la firma dicen que esto no ha significado una variación en sus costos, ni ha disminuido drásticamente el uso de bolsas plásticas.

Por eso, su mayor desafío es que su propuesta se difunda, ya que actualmente se venden cerca de 15.000 bolsas reutilizables al mes.

Otro de los planes de Falabella es cambiar sus bolsas de plástico por biodegradables, para lo que evalúan opciones en el extranjero.

Principales actores

Inapol:
de los hermanos Pablo y Manuel Escobar.

Cambiaso:
de Luis Cambiaso.

Bernaplast:
de Julio Bernabé.

Serplas:
de Sergio Molinari.

Poliflex:
Carlos Urrejola.


Una tendencia internacional

La tendencia no es nueva. Irlanda fue pionera en el tema, y en 2002 instauraron un impuesto de 15 centavos de euro por cada bolsa plástica, lo que ha reducido considerablemente el consumo. En España, las bolsas plásticas de los supermercados son cobradas aparte. Lo mismo esperan hacer en Nueva York y Los Ángeles.

En Bangladesh fueron aún más radicales y quienes usen bolsas plásticas arriesgan multas de US$ 9, ya que las autoridades señalan que son la principal causa del bloqueo de las alcantarillas, lo que causa inundaciones. En otros lugares como San Francisco (Estados Unidos), París (Francia) y Victoria (Australia) también está completamente prohibido su uso, al igual que en Ruanda y Sudáfrica.

Una medida que planean copiar en Londres, donde buscan erradicar completamente el uso de los 13 mil millones de bolsas que las tiendas de retail dan a sus clientes al año.

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