Fondos Mutuos
Es la comedia musical más famosa y representada del país; está en los planes pedagógicos de los colegios y sus actores pasaron a la inmortalidad a través de sus personajes. La Pérgola de las Flores, la historia creada por Isidora Aguirre y Francisco Flores del Campo -estrenada en 1960- no hace más que reflejar el drama real que vivieron las pergoleras doce años antes, cuando, tras varias prórrogas, fueron trasladadas a la fuerza desde su ubicación en el centro de la Alameda, frente a la iglesia San Francisco, a su actual ubicación en Avenida La Paz, producto del ensanche de la principal arteria capitalina. Ya han pasado exactos 70 años de esa efeméride patrimonial que conecta la historia urbana de los santiaguinos con las delicadas flores cuya simbología está inevitablemente asociada al amor, la alegría y la muerte. La famosa Pérgola San Francisco tuvo sus inicios en la venta que las floristas hacían cada domingo después de misa en la puerta de la iglesia. Como les fue bien, fueron quedándose y la alcaldía les entregó en 1910 una infraestructura básica de mesones, transformando ese espacio en un mercado de flores estable. En 1927 finalmente se concreta la construcción de la Pérgola con 40 puestos y el espacio se convirtió en un punto de encuentro fundamental para la sociedad santiaguina de aquel tiempo. "Hay un mito urbano asociado al príncipe de Gales (futuro rey Eduardo VIII de Inglaterra, quien luego abdicaría el trono para casarse con Wallis Simpson) y ese nos dice que en su visita a Chile en 1925 conoció a las floristas y que, conmovido por el sacrificado trabajo a la intemperie de estas mujeres, habría puesto dinero de su bolsillo para que estas floristas tuvieran un lugar digno que las cobijara", cuenta Francisco Zamora, dueño del puesto Jardín Raquel, quinta generación de este oficio urbano y conocedor de la historia de sus antepasados. "Había una ordenanza municipal que indicaba que las patentes solo serían otorgadas a mujeres y que en ese lugar no podían trabajar hombres. El matriarcado se hizo muy fuerte en la pérgola, por eso los locales llevan nombres de mujer", agrega Zamora, quien indica en una vieja fotografía de los años 30 dónde estaban los puestos de su familia en la Alameda. El locatario reconoce en un sacerdote franciscano, el recordado "padre Yáñez", a otro personaje valioso en esta historia. "El curita las ayudó a crear un sindicato, las ordenó en todo sentido. Como retribución, el 19 de octubre, el día de su santo quedó como el aniversario de la Pérgola", acota. Antes de que las floristas de la Pérgola San Francisco se mudaran definitivamente ya existía en Mapocho su par, la Pérgola Santa María, un enclave que también se armó de manera ambulante hasta que pudieron normarse e instalarse frente a sus futuros colegas, separados por la Avenida La Paz. "Vendíamos los 'carrillones' (ramos con surtido de flores) en canastos al paso de los carros número 8 y 30", explica Adia Zúñiga, de 87 años, quien recuerda que funcionaba el Teatro Balmaceda en la calle Artesanos y qué había que hacer frente a la falta de comodidades. "El agua la sacábamos de una pileta y pasaron muchos años antes de que pudiéramos tener luz", agrega doña Adia, uno de los pocos testigos vivos de esos duros comienzos y quien recuerda la anécdota cuando el cantante Rafael de España la telefoneó para encargarle 500 rosas para adornar su camarín del Teatro Caupolicán. Con una sana convivencia, ambas pérgolas han marcado la historia de las últimas siete décadas del sector Mapocho siendo el enclave de flores más reconocido en la ciudad. Durante mucho tiempo fueron exclusivos, pero ahora existe mucha competencia. "Antes se vendían mucho las coronas fúnebres, pero como después se instalaron locales cerca del cementerio eso quedó como una venta secundaria frente a los arreglos, que hoy es el producto que la lleva", explica la locataria Teresa Díaz. "Los tiempos cambian, antes del 11 de septiembre de 1973 los santorales eran fechas de muy buena venta. Las Marías, las Rosas, las Cármenes eran muy importantes", explica Adia Zúñiga, que ha visto mutar esos tiempos a los mediáticos Día del Amor, Día de la Madre, Día de la Mujer y Día de la Secretaria, en ese orden, como los días de mejores ventas del año. "Hemos debido modernizarnos. Antes las ventas eran solo presenciales o por teléfono mientras que hoy se hacen hasta por WhatsApp", acota Teresa Díaz quien devela que la rosa ecuatoriana es la reina. "Antes solo había rojas o blancas, mientras que hoy existen de todos colores. Otras flores han desaparecido", dice. Por su parte, Francisco Zamora ya imagina la conmemoración de los 70 años de la Pérgola San Francisco. "Acá han venido todos los grupos tropicales, Tommy Rey, Pachuco, la Sonora Palacios, todos. Imagino una fiesta muy bonita, a la altura de su historia", concluye.