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Mario Hamuy, presidente del Consejo de Conicyt, y los avances del futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología:

"Creo que nunca la ciencia había llegado tan lejos en la arena política"

jueves, 12 de abril de 2018

Alexis Ibarra O.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Luego de ser confirmado en el cargo, que asumió en la administración Bachelet, dice que su tarea ahora es adecuar las propuestas diseñadas en sus dos años de liderazgo al programa del Presidente Piñera.



"Creo que soy el primer presidente del Consejo de Conicyt que cuenta con la confianza de dos Presidentes de la República y eso es de gran valor porque las políticas de Ciencia y Tecnología deberían ser políticas de Estado", dice con orgullo el astrónomo Mario Hamuy, presidente del Consejo de Conicyt, reconfirmado en el cargo por el Mandatario.

En su oficina ya reemplazó el cuadro de Michele Bachelet por el de Sebastián Piñera. Sí dejará el cargo de asesor de la Presidencia en temas de ciencia -también remunerado- y que tenía como fin acompañar a la Secretaría General de la Presidencia en el trámite y diseño del proyecto de ley que crea el nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Conocimiento.

En este nuevo período como presidente del Consejo de Conicyt "lo que me corresponde es elaborar las políticas y planes de ciencia y tecnología".

Su primera tarea, dice, es adecuar las políticas de ciencia y tecnología que el Consejo propuso en los dos años que estuvo a su cargo -plasmadas en un documento publicado en febrero- con el plan programático del Presidente Piñera. "El Consejo planteó políticas en relación a centros de investigación, formación de capital humano avanzado y definió temas de interés prioritarios para el país que se traducen, por ejemplo, en instrumentos como las Becas Chile de Magíster, que ahora tienen áreas priorizadas", cuenta.

Para él un tiempo prudente para presentar este informe a las autoridades es entre dos y tres meses. Este plan proyectará el trabajo de Conicyt para los próximos dos años, que es el plazo en que ya se debería contar con un nuevo ministerio.

-El Ministerio de Ciencia y Tecnología no fue aprobado en el mandato anterior principalmente por una discusión sobre propiedad intelectual. ¿Qué pasó?

"Se produjo una disputa por el tema de la propiedad industrial y a quién pertenecen los derechos de patentamiento cuando la investigación se ha realizado con fondos públicos. Es un problema muy menor con respecto al problema mayor, que era la institucionalidad de la ciencia. El dato es que de los 10 mil proyectos financiados por Fondecyt desde el año 1999 a la fecha, solo ha habido 32 patentamientos. El tema de la propiedad industrial es un tema en sí importante, pero que debe ser discutido en otra ley. Fue una tormenta en un vaso de agua".

-¿Es una derrota personal?

"Mi compromiso era llevar el proyecto de ley lo más lejos posible. Que saliera ante del 11 de marzo hubiera sido una nota 7. Es importante avanzar en institucionalidad para que la ciencia se ponga a la altura de lo que el país requiere para insertarse en la sociedad del conocimiento. Es un tremendo legado dejar un proyecto de institucionalidad tan avanzado y con tantos insumos. Lo hicimos con ñeque y corazón, y creo que nunca la ciencia había llegado tan lejos en la arena política...".

-¿Es el ministerio el único camino para mejorar la ciencia?

"El ministerio no es para mejorar la ciencia per se , es para poner la ciencia al servicio de las necesidades del país".

-¿Y eso no lo hace Conicyt?

"En cierta manera sí. El consejo de Conicyt define políticas públicas y planes de trabajo en ciencia y tecnología. Pero no es suficiente, se necesita un ministerio para que la ciencia se vista de pantalones largos".

-¿Por qué?

"De la manera en que el país se organiza institucionalmente te da mucho más oportunidad hacer políticas a nivel ministerial que a nivel de una comisión que está anidada en un ministerio (Educación), que tiene muchas otras preocupaciones... Se necesita una instancia robusta de toma de decisiones políticas y con una coordinación fuerte con otros ministerios".

-Usted y el proyecto han recibido críticas de sus propios colegas, que no se sienten escuchados y no están conformes con el estado actual del texto.

"No me preocupa cuando las críticas están bien fundadas, porque enriquecen el trabajo. Muchas de las preocupaciones que plantean ya están en el texto, como la incorporación de las humanidades. Me da la sensación de que no se han leído el proyecto.

"Nos reunimos con los diputados de la comisión y nos hicieron ver que había un grupo de personas, los disidentes, que no estaban de acuerdo con el proyecto que salió del Senado. Nos reunimos con ellos y atendimos a sus preocupaciones. El único tema que no pudo ser recogido era el de financiamiento de la ciencia, ya que escapa del ámbito de un proyecto de institucionalidad".

-Chile dedica el 0,38% del PIB a la ciencia. Siempre se ha hablado de llegar al 1%. ¿Está el país preparado?

"Desde 2007 hasta ahora ha habido un aumento significativo en los recursos. Muchos hablan del 1% como una meta, pero no hemos definido el 'para qué' quieres llegar al 1%. No lo sabemos, porque no ha habido políticas públicas en temas de ciencia y tecnología e innovación, no tenemos una institucionalidad que conteste esa pregunta. No se trata de solo cumplir un número, porque ese dinero que inviertes en ciencia tienes que sacarlo de tus pensiones, de tu salud o de la educación de tus hijos. Hay que ser muy responsables; hay que preguntarse cuál es la rentabilidad social de esa inversión".

-Al asumir en marzo de 2016, uno de los mayores problemas era de tipo administrativo ¿los ha solucionado?

"Hace dos años había marchas de jóvenes becarios e investigadores que no recibían sus recursos. Nuevas imposiciones de la Controlaría indicaban que no se podían transferir recursos a aquellos que tenían deuda o situaciones pendientes con el Estado. Era una mochila acumulada de 17 mil becas otorgadas y cuya información estaba en papel... fue un problema de poca rigurosidad de la institución. Pero esas situaciones están resueltas a través de la contratación de capital humano. Pusimos personas en lo que llamamos 'operación carpeta' y así hemos logrado resolver esos problemas administrativos; mejorar los tiempos de los concursos y de la transferencia de recursos".

"Por el bien del país quiero que exista un ministerio, no está en mi mente lo que venga después. Hoy lo importante es que se avance en la institucionalidad para ponerse al nivel de los países desarrollados".
MARIO HAMUY,
al preguntarle si está disponible para ser ministro de Ciencia y Tecnología.

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