domingo, 20 de abril de 2008
Azucena González San Martín
Economía y Negocios
De visita en el país, este vizconde y enólogo habló con "El Mercurio" del avance del proyecto que lleva a cabo con dos socios chilenos y de la imagen de los vinos chilenos.
Tiene sólo 34 años y es vizconde. Pero el título nobiliario tiene menos importancia para él que su trayectoria profesional. Es que para Louis Michel Liger Belair, mucho más relevante es ser ingeniero agrícola de la Universidad de Toulouse, enólogo de la Universidad de Borgoña y tener un master en comercio internacional y marketing de vinos de Dijon.
Es entendible si se considera que sobre sus hombres descansa una tradición vitivinícola que viene de 1826, cuando sus antepasados pusieron en marcha la viña Chateau de Vosne Romanée y que hoy figura como una de las viñas más caras del mundo: una botella de cosecha 2005 de esta casa francesa se transa en tiendas de Nueva York a unos 2.500 dólares.
Como el mismo Liger Belair cuenta, en su familia han convivido históricamente dos almas: una militar y otra vitivinícola, que él asumió en 2000. Liger Belair estuvo de visita en Chile esta semana, por segunda vez en su vida, con un fin: formalizar la sociedad con los chilenos Francois Massoc (enólogo) y Pedro Parra (doctor en terroir) para dar vida a una nueva vitivinícola que se orientará a producir vinos de excelencia, de escaso volumen y altísima rentabilidad, al estilo de su terroir en Francia.
"Es una historia de amistad y porque no puedo desarrollar el negocio como quisiera en Francia, porque los precios de las propiedades han subido demasiado", dice Liger Belair sobre las razones de arribar a Chile. Y ejemplifica: en Francia, una hectárea en su valle puede costar un millón de euros en un sector de tercera categoría.
-¿Qué vio en Chile en comparación con otros mercados?
"Estabilidad política. He tomado buenos vinos argentinos, ¿pero hay algo aparte del malbec en Argentina? Aquí en Chile hay condiciones más diversas y completas. Y condiciones fitosanitarias. Estar en el hemisferio sur nos permite dos vendimias al año. Si hay algo que se puede acercar a Francia es Chile. Pero no vengo a hacer como muchos inversionistas de plantar 300 hectáreas, sino mi idea es hacer como se hace en Borgoña, que con ocho hectáreas se pueden sacar 15 vinos distintos. Chardonnay, Pinot Noir, Syrah, Riesling y muy buenas mezclas como Cabernet Sauvignon y Merlot".
-¿En qué está el proyecto?
Los primeros embotellados van a ser de aquí a fin de año y en 2009 las primeras exportaciones. Todavía no hemos puesto el precio, pero no nos interesa hacer vinos baratos. Creo que puede ayudar a mejorar la identidad internacional de Chile, la imagen de los vinos chilenos. Porque Chile tiene muy buena imagen, pero no son todavía muy reconocidos como vinos muy caros".
-En Chile se dice que con el bajo presupuesto para promoción con que contamos cuesta mucho competir...
"No es una cuestión de plata. Es más una cuestión de actitud, energía, sinergia y estrategia. No entiendo ese pesimismo, viendo la cantidad de gente que viene a invertir e instalarse. La cantidad de franceses que quieren venir a trabajar y hacer su práctica. Afuera les están viendo con mejores ojos, porque ven cuáles son las falencias, pero también ven que se puede mejorar con el potencial que hay acá. Antes, cuando empecé mis estudios se buscaban prácticas en Australia o Nueva Zelandia, nunca Chile. Hoy quieren venir acá".
