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La menor productividad impactó en cuatro décimas el crecimiento de Chile en 2007

lunes, 21 de abril de 2008

Francisca Garrido Prieto
Economía y Negocios

El indicador que mide la eficiencia laboral y la inversión mostró un retroceso de 0,3% el año pasado. De haberse mantenido estable, el PIB se hubiese expandido en 5,5 y no en el final 5,1%.

Una caída de 0,5% en la productividad económica del país prevé la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) para este año, de acuerdo con un estudio de este gremio. De concretarse ese bajón, Chile habrá acumulado tres años consecutivos de retroceso en esa medición, una de las más importantes para ponderar cuán eficiente es la combinación entre el trabajo y los recursos invertidos para producir en un país.

En 2007 se estima que la productividad disminuyó en 0,3%, y en 2006 el retroceso fue de 0,7%. En el trienio la caída llegaría al 1,5%. Según el informe, "la trayectoria declinante que exhibe la productividad es alarmante". Esto tiene efectos concretos: si no se hubiera provocado una caída en la productividad en 2007, el Producto Interno Bruto (PIB) de ese año habría crecido en 5,5%, y no en el 5,1% final.

En macroeconomía se habla de la denominada productividad total de los factores (PTF), que mide los elementos que hacen crecer el PIB de un país y que no corresponden por separado ni al aumento del trabajo (capital humano o mano de obra) ni de la inversión (maquinaria, construcción), sino a cómo se combinan. Si el uso es más eficiente, se entiende como más productivo.

"El deterioro en la productividad significa, en lo medular, que ha habido un sacrificio de crecimiento provocado por un ineficiente uso de los recursos capital y trabajo", afirma Peter Hill, presidente de la CCS.

Menor competitividad

Para este gremio, la primera causa de este débil desempeño se relaciona con la falta de reformas profundas que promuevan la competitividad. Por ejemplo, las supuestas rigideces en el mercado laboral, una carga regulatoria excesiva, deficiencias en la gestión del Estado, y la falta de reformas tributarias.

Lo anterior generaría un incremento de los costos de las empresas, sobre todo de aquellas a las que les cuesta más hacer frente al alza en el precio de las materias primas, como el petróleo, en los mercados mundiales.

Según el organismo, los costos totales de las empresas se han elevado en torno al 1,5% real sólo por el alza de ese hidrocarburo.

En su documento, la CCS destaca que la menor competitividad que afecta al país se refleja en un distanciamiento respecto del resto de las economías emergentes, las que avanzan más rápidamente en reformas y fomento a la competencia.

Explica que esto se ha visto reflejado en que el volumen de las exportaciones de los países emergentes ha crecido a un ritmo medio de 9,8% entre 2000 y 2007, por sobre el 6,4% de Chile en el mismo período, lo que ha significado que las exportaciones chilenas perdieran 22% de cuota de mercado.

Ya es parte del diagnóstico común entre los economistas que la productividad del país ya no es la misma que la de los 90, pero discrepan de las causas. Incluso, algunos observan una desaceleración del indicador, pero no una caída.

Raphael Bergoeing, economista jefe de Banchile, cree que sí hay una reducción. Piensa que, para aumentar la productividad, es necesario mejorar la calidad del empleo, de la inversión y de la asignación de recursos. "Hay que hacer cambios dramáticos", afirma.

Menciona que para mejorar el empleo es necesario que el mayor gasto fiscal en educación se traduzca en una mejor educación real, para perfeccionar el capital humano.

En cuanto a la calidad de la inversión, plantea que ésta debería aumentar en investigación y desarrollo, y no sólo en ciencias básicas bajo el alero de las universidades. En relación con la asignación de los recursos, es partidario de una "microeconomía más dinámica".

Joseph Ramos, economista de la Universidad de Chile, comenta que la productividad total de los factores en efecto ha caído en los últimos años, específicamente desde la crisis asiática en adelante. Sin embargo, se declara desconfiado del menú de explicaciones que se dan para entender aquel fenómeno.

Para el economista de la Universidad de Santiago, Guillermo Pattillo, la productividad no ha caído. Nota un menor crecimiento de ésta, pero no una cifra negativa. "Estamos pensando en cifras en torno al 0,7%, que son bajas en términos relativos, pero no pensamos que vaya a ser negativa".

Pattillo considera que los elementos que explican este menor crecimiento de la productividad son un deterioro del ambiente regulatorio, una reducción de la innovación, rigideces en las normas laborales, y las regulaciones en algunos sectores básicamente ligados a la industria y ciertos servicios.

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