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Germán Cavalieri, técnico de Palestino:

"Se confunde el trabajo con el humo"

sábado, 31 de marzo de 2018

Claudio Herrera
Deportes
El Mercurio

El ex arquero cuenta cómo validarse sin antes haber sido crack. Reconoce que llegó mucho entrenador "chanta, pero no porque no ganaron, sino por la forma de trabajar". Dice que se defiende mal en Chile y habla de sus obsesiones y utopías. "Muchos técnicos se sienten futbolistas y ya no lo son", lanza.



Le damos a elegir entre un jugador técnicamente muy capaz, uno valiente y otro inteligente. "Depende para qué momento: ante un rival superior, me serviría uno valiente; si juego ante uno encerrado atrás, me sirve el inteligente, y si quiero manejar la pelota, opto por el de buen pie. En un equipo necesitas de los tres: con 11 valientes no sales campeón, ni tampoco con 11 tipos inteligentes, porque habitualmente el tipo que entiende el juego trata de correr lo menos posible".

La reflexión es de Germán Cavalieri, un argentino de 40 años que creció en el barrio de La Paternal. Hijo de un ingeniero y una dentista, decidió probar como arquero ("Suelen ser bichos raros, pero es el puesto más solidario que existe", dice), admiró a Carlos Navarro Montoya e hizo inferiores en Argentinos Juniors ("el semillero del mundo"). "Tenía condiciones, pero era rebelde, demasiado analítico con los técnicos y eso me hacía chocar", admite. Cursó las carreras de Educación Física y Kinesiología, y jugó en el ascenso trasandino -Comunicaciones, Liniers, Urquiza y Sportivo Baradero-, donde, advierte, no acumuló dinero, "pero gané otras cosas más importantes, como la solidaridad. Los que menos tenían eran los que más te daban, por eso trato de meter el amateurismo en esa burbuja mala que rodea al futbolista".

Se reconoce "muy impulsivo". Le recomendaron la terapia del yoga, pero se aburrió en la primera sesión. "Dicen que las mejores ideas surgen cuando uno se desconecta un rato del fútbol, pero me cuesta", admite sentado en una oficina de La Cisterna.

-Cuando se arma como técnico, ¿cuál era su fortaleza?

"Mi fuerte es el manejo de grupo. Se hace más difícil cuando no tuviste una carrera como jugador famoso; el dirigido está a la expectativa de medirte y piensa: ¿Qué me va a enseñar este? Es un desafío, porque tienes apenas una oportunidad para demostrar que eres bueno. Yo trato de intervenir lo justo en el vestuario, darles intimidad, porque el autoritarismo no sirve de nada. Hay que saber llevar el ego de los jugadores; yo le doy explicaciones al de 35 años y también al de 18. Utilizo todas las armas para convencer: les muestro videos, los comparo con otros jugadores determinantes y soy sincero siempre. Si hay que putear se hace, pero sin perder el respeto, así generas un vínculo".

-¿Cuál es el fútbol que le gusta?

"El que propone, donde piensas más en el arco rival que en el propio, el ser protagonista, no esperar refugiado, más allá que es un recurso válido por momentos. En el fútbol debes ser flexible, ser capaz de cambiar sobre la marcha, eso te hace menos previsible".

-¿Existe mucho verso en el discurso del ataque y protagonismo?

"Es demagogia, sin duda, veo que muchas veces se declara lo que la gente quiere oír".

-¿Mucho humo?

"Sí, claro que sí. Muchas veces se confunde el trabajo con el humo, porque la línea es muy delgada, uno puede vender un discurso muy bonito, pero hay que comprobar todo lo que dice un DT con la realidad".

-¿Le agrada cómo se juega en el torneo chileno?

"Sí, la propuesta es buena. La mayoría de los equipos ofensivamente son muy buenos y defensivamente flojos, y eso no habla mal de los defensores, habla mal del trabajo de todo el equipo en materia defensiva. Muchas veces los equipos quedan partidos por la velocidad de las transiciones, y tiene que ver con no saber cuándo descansar con la pelota y cuándo apurar. Se defiende mal en líneas generales, y muchas veces los equipos quedan expuestos, pero es un fútbol lindo, donde se arriesga".

Achacar los desajustes internacionales de los clubes chilenos a la propuesta heredada de Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli es improcedente para el técnico de Palestino. "La intensidad para defenderse que tenía el equipo de Sampaoli, en la selección o en la U, rozaba lo espectacular, ganaba y además era vistoso. Mucha gente vendió el discurso de Bielsa y Sampaoli para conseguir un trabajo, y después nada que ver. Copiar por copiar no sirve, hay que sacar las cosas buenas y adaptarlas a lo que tienes. En su momento todos querían salir jugando como el Barcelona, pero no tenían un arquero que supiera jugar con los pies. Partían 1-0 abajo", explica.

-¿A usted que lo mueve: ganar el domingo, la gloria deportiva, el dinero?

"Es una utopía: cambiar el fútbol, limpiarlo. Hacer que este ambiente sea más sano y limpio. Es muy difícil, porque hay mucho dinero de por medio, por eso es una utopía. Pero un entrenador puede no transar, debe tener un discurso noble y serlo en la práctica. Cuesta, porque cuando tienes éxito aparece el ego, necesitas un buen cuerpo técnico y una familia que sean tu cable a tierra, porque en algún momento te vas a equivocar".

-¿Cómo cree que lo tasa el medio?

"No me importa mucho, eso depende de si gano o pierdo, y trato de estar por encima de eso. Me importa mucha más cómo me juzga el jugador, y más todavía el jugador que es suplente; ese es mi desafío. Sé que hay que ganar el domingo, pero me importa el cómo gano, no quiero que sea a cualquier precio. Por ejemplo, el torneo anterior dicen que estuvimos a punto de descender, pero nadie dice que el equipo propuso jugar siempre. Entonces dicen: para qué traen un técnico extranjero que no aporta nada".

-¿Le parecen justas las quejas por mucho DT extranjero?

"Hay que analizar al entrenador si es bueno o malo, no de dónde viene. Así llegó Sampaoli y fue un aporte importante, también vinieron muchos chantas, pero no chantas porque perdieron, sino por la forma de trabajar. Hay entrenadores chilenos muy capacitados, por ejemplo yo le daría un club grande a (Luis) Marcoleta, ha estado siempre en el barro, pero estoy seguro que le iría bien por como maneja todo".

-¿Los tres mejores jugadores del torneo?

"Hay muchos, (Claudio) Baeza tiene un futuro enorme, es de exportación. No es casualidad lo de Estaban Paredes; del "Mago" Valdivia muchos pensaban que volvía para ser un ex jugador y está a un nivel que lo puede llevar tranquilamente a la selección. Hay más: No es normal lo del "Pájaro" Gutiérrez, (Jaime) Valdés es extraordinario, (Diego) Rosende está en un nivel impresionante. Pasa mucho que los jugadores grandes se hacen mejores, porque empiezan a entender del juego y corren menos. Ven el fútbol de otra manera y correr solo en los momentos que hay que correr".

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