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De acuerdo con un estudio de la Sociedad Nacional de Agricultura:

La totalidad de los subsectores agrícolas anotaron caídas el año pasado, arrastrados por baja en envíos forestales

lunes, 26 de marzo de 2018

Luis Musquiz
Economía y Negocios
El Mercurio

Pese a este escenario, autoridades y gremios del área proyectaron mejores perspectivas para este año, lideradas por la exportación de frutas. Afirmaron que empresarios extranjeros ya están volviendo a invertir en el sector.



El débil desempeño del sector agrícola durante el año pasado fue uno de los principales determinantes del estancamiento económico que afectó al país. Este escenario quedó de manifiesto con la caída de 2,5% que tuvo el Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario-silvícola en 2017.

De acuerdo con un estudio de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), sobre la base de datos recopilados de distintos organismos públicos, el descenso de la actividad agropecuaria y silvícola se originó por una caída en todos los subsectores que componen el área agrícola, como el hortícola, frutícola, ganadero y forestal. El presidente del gremio, Ricardo Ariztía, aseguró que el mal desempeño se deriva fundamentalmente "de la sequía que afectó al sur del país en la primavera de 2016, lo que se sumó a una caída de precios y a un débil rendimiento".

En tanto, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, indicó que "varios sectores atraviesan una especie de ajuste de rentabilidad, como en el caso de la leche, la carne y los cultivos tradicionales. Además, en algunas especies de frutas hay una reconversión de variedades antiguas por nuevas".

Según la SNA, el sector más afectado fue el silvícola, debido principalmente a la contracción de 2,5% que sufrió la construcción, a la menor explotación de trozas de madera y a los más bajos volúmenes exportados de celulosa.

El gremio agrícola también lamentó la disminución en los cultivos tradicionales, incididos por el trigo, cuya superficie sembrada cayó más de 20% debido a las deficientes perspectivas de precio. Algo similar ocurrió con el tabaco, ya que sus hectáreas sembradas bajaron en casi 40%, por la incertidumbre que genera a los pequeños productores tabacaleros el proyecto de ley que endurece la legislación, según lo expresó la SNA. La superficie sembrada de arroz también decreció sobre el 20%. Caso distinto fue la avena, que aumentó casi 27%, impulsada por una mayor oferta.

En materia frutícola, el descenso estuvo motivado por menores exportaciones de uva, que es la principal fruta de exportación local. Asimismo, los envíos de arándanos cayeron 22%, fundamentalmente a causa de las altas temperaturas que adelantaron su cosecha, por lo que tuvieron que competir en Estados Unidos con fruta propia y proveniente desde Perú. Los embarques de carozos también bajaron 20%.

En carnes, la producción avícola también retrocedió, lo que obedeció a los efectos de la gripe aviar detectada en enero del año pasado. Esta situación obligó al sacrificio de aves en planteles de criadero de pavos. A su vez, el ganado bovino registró un descenso en kilos de carne en vara durante el año pasado, principalmente por una disminución de la masa ganadera y precios poco atractivos para los productores.

Positivas perspectivas

Para este año, Ariztía estimó que la proyección de crecimiento del PIB silvoagropecuario será "claramente superior a la del año pasado, basado en la fruticultura, que ha tenido un muy buen desarrollo en términos climáticos y ha crecido en términos de incorporar nuevas especies y áreas de producción". A su vez, prevé que la positiva producción podría compensar una eventual caída en el tipo de cambio. El ministro Walker coincidió con Ariztía en las mejores previsiones y sostuvo que "desde que se despejó la incertidumbre electoral, las inversiones extranjeras en terrenos agrícolas han aumentado, lo que revela un mejor escenario en el sector".

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