SANTIAGO.- El gerente general de Paris, Pablo Castillo, tuvo duras palabras para la autoridad frente al reciente fallo del Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) donde se les acusa de colusión y abuso de posición dominante en el marco de la llamada "Guerra del Plasma".
Durante su intervención en la Mesa Redonda de Icare "El Futuro del Retail en Chile", Castillo planteó que es una "falta de respeto para todos nosotros (retail)" que existan acusaciones de colusión y abuso de posición dominante.
El ejecutivo explicó que le cuesta creer que existan actitudes como esa en una actividad -según plantea Castillo- muy competitiva.
Durante su exposición, también dijo que actualmente existe un mercado sobrerregulado, en donde las fusiones prohibidas están impidiendo un avance mayor. Castillo explicó que esto es una mala noticia si se piensa en generar mayor valor para la industria.
Dentro de su negativa visión, Castillo planteó que existe una persecución de los reguladores, quienes deberían fomentar la generación de valor antes de vigilar todo lo que se hace, comentó.
El gerente general de Paris también afirmó que problemática laboral se ha intensificado, con aumentos sustanciales de la negociación colectiva.
Antecedentes del caso
El jueves pasado, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia resolvió sancionar a las multitiendas Falabella y París en el caso conocido como "La Guerra del Plasma", con multas cercanas a los US$8 millones.
De esta forma concluyó el proceso iniciado por la Fiscalía Nacional Económica y el Banco de Chile a raíz de la cancelación de una Feria de alta tecnología organizada por la entidad bancaria para sus clientes y que debía realizarse en abril de 2006.
El Tribunal multó a las multitiendas pues consideró acreditado que ambas, coludidas para ello, presionaron a sus proveedores para que no participaran en la Feria, y que por esa vía ilícita causaron el fracaso de un evento en el que se venderían televisores de panel, precisamente en los meses anteriores al Mundial de Fútbol del año 2006, cuando era de esperar un incremento de la demanda por estos aparatos.
Las multas, cercanas a los U$7,7 millones, en el caso de de Falabella (8.000 UTA), y a U$4,8 millones, en el caso de Paris (5.000 UTA), considera la reincidencia de ambas empresas en infracciones a la libre competencia, la gravedad de las conductas –colusión y abuso de posición dominante– y sus efectos disuasivos para la competencia, tanto a nivel de proveedores como para el desarrollo de nuevos canales de ventas.