Fondos Mutuos
Economistas de distintas tendencias coincidieron en que tras la intervención cambiaria del Banco Central, corresponde ahora una mayor contribución del fisco para abordar el bajo nivel del tipo de cambio.
Invitados por las comisiones de Hacienda y de Agricultura del Senado, cinco expertos presentaron su diagnóstico. Las propuestas recogidas se presentarán en mayo a la sala del Senado y luego al Ejecutivo.
Óscar Landerretche, académico de la U. de Chile, dijo que se debe desplegar todo el rango de opciones de política, no sólo el fisco, que ya aporta con emisiones de bonos en pesos para esterilizar ingresos en dólares.
Mencionó instrumentos de fomento como líneas de crédito, que podrían ayudar a que exportadores que, por ejemplo, dejan de enviar a EE.UU., puedan transitar hacia otros mercados.
Juan Andrés Fontaine, consejero de Libertad y Desarrollo (LyD), destacó que finalmente el Banco Central definiera una política de reservas, ya que en los últimos diez años ellas han caído fuertemente, y con la compra de hasta US$ 8.000 millones eleva las reservas desde 4 a 6 meses como equivalente de importaciones.
No obstante, el déficit patrimonial de US$ 4.500 millones que tiene el Central le resta credibilidad, lo que en su opinión puede resolverse con un aporte de patrimonio del fisco al instituto emisor por el total o fracción del financiamiento requerido para la compra de dólares.
Fontaine lanzó una serie de propuestas de contribución de la política fiscal: que la expansión del gasto fiscal no supere el crecimiento potencial de 4,5 a 5%; establecer un crédito tributario temporal de 25 a 50%, con tope y por dos a tres años para que empresas chilenas inviertan directamente en el exterior, abriendo espacio a la diversificación empresarial; reducir o eliminar el impuesto adicional a la importación de servicios; y facilitar la colocación en Chile de valores extranjeros.
Luis Eduardo Escobar, miembro de Fundación Chile 21, consideró regresivas las rebajas impositivas a la renta y depreciación acelerada. Su preferencia es una revisión general del sistema impositivo, pero está de acuerdo en eliminar el impuesto de timbres y estampillas.
Y precisamente eliminar el impuesto de timbres, además de ofrecer incentivos tributarios para la inversión en investigación y desarrollo, reducir los costos de entrada (ventanilla única) y de salida (ley de quiebras) de las empresas y orientar la legislación laboral hacia la productividad fueron algunas de las propuestas de Felipe Morandé, decano de la U. de Chile.
Ricardo Ffrench-Davis, académico de la U. de Chile, planteó que aparte de la intervención se debe reponer el encaje al flujo de capitales de corto plazo y abrir líneas de crédito para importación de equipos y maquinarias. Desestimó eliminar el impuesto de timbres porque beneficiaría sólo al 2% de las empresas.
Dólar subió $3,2 en la sesión de ayer lunes
La divisa estadounidense cerró en $450, con un alza de $3,20 respecto de la jornada anterior, en un día calificado como "tranquilo" por los operadores. Los volúmenes transados alcanzaron US$ 879 millones; esto es, US$ 454 millones menos que el viernes pasado. Por la mañana, el mercado operó a la espera de la licitación del Banco Central. A las 10 horas, el instituto emisor realizó su primera intervención programada. Compró US$ 50 millones en una operación que duró 5 minutos y que fue adjudicada a bancos locales. Sin embargo, no hubo un cambio notorio en el mercado. A partir del mediodía hubo un mayor flujo, lo que terminó situando al dólar sobre la cotización del viernes. De acuerdo a proyecciones de mesas de dinero, durante la semana el dólar debería situarse entre $446 y $455, si es que el cobre continúa con la tendencia a la baja de ayer. En tanto, el principal indicador bursátil, el IPSA, cerró con un alza de 0,64%, alcanzando los 2.966,38 puntos y alejándose de los malos resultados de las bolsas internacionales. El Dow Jones terminó en un negativo 0,19%. Esto, porque el banco de inversión Wachovia registró sus primeras pérdidas en siete años.
De Gregorio detalló medidas en EE.UU.
La intervención cambiaria adoptada por el Banco Central es de carácter excepcional y determinada por los inusuales grados de incertidumbre externa, dijo ayer en Estados Unidos el presidente del Banco Central, José De Gregorio.
Expuso sobre la coyuntura y perspectivas de la economía chilena durante un encuentro organizado por la Cámara Chileno-Norteamericana de Comercio en Washington. En su presentación, señaló que el banco está consciente de la importancia de que la política cambiaria se conduzca en forma congruente con la política monetaria.
"Es nuestra norma compensar todo efecto monetario de la acumulación de reservas, de forma de no afectar la implementación de la política monetaria", expresó. Y agregó que acumular reservas en un momento en el cual se prevé un importante aumento de las tasas de interés es incoherente e inefectivo. "Los inversionistas de riesgo pueden obtener enormes ganancias cuando las autoridades se comprometen con objetivos que son inconsistentes entre sí", indicó. Puntualizó que no ha habido apresuramiento en Chile en tomar decisiones excepcionales y tampoco el banco ha incorporado un objetivo cambiario en su política, lo que se manifiesta en el uso de una regla simple de acumulación.
De Gregorio explicó que el banco ha esperado tener cierta tranquilidad en materia inflacionaria. Los riesgos no han desaparecido, y desafortunadamente -continuó- la coyuntura de las semanas anteriores nos limitaba las posibilidades de seguir esperando para la resolución de estas incertidumbres.
"No obstante, en la reciente evolución del entorno macroeconómico han aparecido elementos que podrían presionar a la baja de la inflación. Esto nos ha permitido quitar el sesgo y mantener la tasa de política monetaria en nuestra última reunión", indicó.
El presidente del instituto emisor insistió en que Chile nunca ha estado mejor preparado para enfrentar una crisis internacional y que la decisión de acumular US$ 8.000 millones en los próximos ocho meses para fortalecer la posición de liquidez internacional de la economía es una inversión en estabilidad.
"La inflación es aún alta", expresó, pero puso énfasis en que la mantención de la tasa en 6,25% y la eliminación del sesgo alcista era la decisión adecuada para la convergencia de la inflación a su meta en el horizonte de políticas.