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Una pelea de consideración es la que se desató al interior de la Concertación, tras la entrevista al subsecretario del Interior, Felipe Harboe, que "El Mercurio" publicó el domingo. En la ocasión, la autoridad de Gobierno llamó a Douglas Tompkins a aclarar su situación migratoria luego que después de 14 años el ecologista aún posee visa de turista en el país. A su vez le pidió aclarar la recepción de US$ 12 millones en donaciones.
Pero las palabras de Harboe desataron la ira de algunos senadores de la Concertación, como Guido Girardi (PPD). "El problema es que nuestro Gobierno está demasiado cercano a los grandes empresarios y a los malos empresarios, que destruyen el medioambiente", acusó el parlamentario.
El presidente del PPD fue más allá en sus palabras -las que planteó ayer en la reunión del comité político de La Moneda- y habló de una "Concertación ideológica que respalda políticas neoliberales de un capitalismo salvaje", tras lo cual agregó que de seguir en esa dirección la coalición de Gobierno, "es mejor que la gente vote por la derecha".
Pese a esto, tras la reunión fue el propio Harboe quien ratificó el llamado hecho por el Gobierno. "Las críticas que realizan algunos ambientalistas por el tema represas, no tienen ningún fundamento. Esto dice relación con un accionar que cualquier persona que se encuentre en nuestro país tiene que cumplir con la legislación vigente, cualquiera sea la actividad que él enarbole", dijo el subsecretario.
Pero la situación no pasó desapercibida para los privados. César Barros, presidente de SalmonChile, (enfrentados con Tompkins por sus críticas a la salmonicultura), afirmó que ése "es un tema policial. Él nos irrita porque ha tenido una posición muy crítica contra la industria y poco propositiva, diciendo que nuestras jaulas salmoneras son chancheras flotantes. Si tiene o no tiene visa es un problema que tiene que ver el subsecretario Harboe".
Hernán Salazar, gerente general de HidroAysén -firma que ha sufrido una dura oposición de Tompkins en su proyecto hidroeléctrico de la Patagonia-, prefiere dejar el tema en manos de la autoridad. "Confiamos en el actuar del Gobierno en estas materias, en su buen juicio y en el principio elemental que establece que todos somos iguales ante la Ley", dijo el ejecutivo.
La empresaria de las comunicaciones nacida en Perú, Cristina Bitar, admite su desconcierto ante la situación: "Él influye, se mete en política interna, compra tierras, lo que me parece perfecto, pero sólo asume los derechos de tener propiedades en Chile y no los deberes de ser chileno".
Los problemas migratorios que enfrenta el ecologista
En materia legal, el ingreso de extranjeros al país está regulado por el Decreto de Ley Nº 1.094 (1975), conocida como la Ley de Extranjería, y por el Decreto Supremo Nº 597 del Interior (1984) llamado Reglamento de Extranjería.
El ecologista estadounidense Douglas Tompkins se encuentra en el país bajo la condición de turista. De acuerdo a la ley esta visa permite que extranjeros ingresen al país con fines de recreo, deportivos, salud, gestiones de negocios, familiares, religiosos u otros similares, pero prohíbe que los foráneos busquen propósitos de inmigración, residencia o desarrollo de actividades remuneradas. Esta visa permite estar por un plazo no mayor a 90 días en el país.
De acuerdo al llamado realizado por el Gobierno, una de las alternativas a la que puede optar el ecologista es a una visa de Residente Temporario a los extranjeros que tengan el propósito de radicarse en Chile, siempre que acrediten tener vínculos familiares o intereses en el país o cuya residencia sea estimada útil o ventajosa. El titular de la visa podrá desempeñarse en cualquier trabajo que sea lícito. En tanto, la permanencia definitiva es el permiso concedido a los extranjeros para radicarse indefinidamente en el país y desarrollar cualquier clase de actividad. Los inmigrantes podrán obtener esta permanencia después de 2 años de residencia en Chile, aunque excepcionalmente el Ministerio del Interior puede otorgar por gracia el permiso.