Las compañías de buses Línea Azul y Turbus llegaron a un acuerdo en la fase de conciliación vinculada a la demanda de indemnización que la primera empresa presentó ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en diciembre pasado. Esto, derivado de la obstaculización por parte de Turbus, Pullman y Romani para que entraran nuevos competidores a ciudades como Valparaíso, La Serena o Antofagasta, situación por las que el TDLC condenó a esas firmas de buses en 2014. Línea Azul demandó una reparación de $21.800 millones a las tres operadoras antes mencionadas. Ayer se conoció un acuerdo exclusivamente entre Turbus y la demandante, y aunque no se señala el monto pactado, este sería bastante menor al 10% del total solicitado en la acción ante el TDLC.