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Compañía controlada por la neozelandesa Fonterra y ex filial de Soprole:

Prolesur entra en recta final para que productores ingresen a su propiedad

sábado, 17 de marzo de 2018

Luis Musquiz
Economía y Negocios
El Mercurio

La próxima semana se iniciarán las reuniones en que la firma agropecuaria le presentará a un grupo amplio de agricultores las condiciones para integrarse a su participación. La apertura será de un mínimo de 10% y seguirá controlada por Fonterra.



Un grupo de productores lecheros se acercó hace casi cuatro años a la compañía agropecuaria Prolesur, ex filial de Soprole y controlada por la gigante neozelandesa Fonterra, con la intención de estar más integrados en la cadena productiva. Tras una serie de negociaciones durante estos años, la idea está cerca de llegar a buen puerto. "Después de este largo periplo, la propuesta contempla ceder un mínimo de 10% de la propiedad de Prolesur a los productores", destacó el gerente general de la compañía, Juan Carlos Petersen, quien indicó que este porcentaje lo trabajaron en base a la retroalimentación que tuvieron con los agricultores. El ejecutivo, quien conoce el negocio lácteo desde el lado productivo y desde la óptica del procesamiento, explicó que "la asociatividad está en el ADN de Fonterra. Hace cuatro o cinco meses les entregamos a los productores la invitación formal y ahora, entrar en la recta final del proceso, significa que a fines de la próxima semana habrá reuniones entre la compañía y distintos grupos de productores, con el fin de hacer entrega formal de las condiciones de incorporación".

Actualmente, la compañía cuenta con una matriz total de 200 productores, que representan cerca de 55 mil vacas. Al año procesa 300 millones de litros, vende aproximadamente 70 mil toneladas de producción, reflejadas en unos $174 mil millones, y tiene activos por $114 mil millones.

En cuanto a la forma de pago por parte de los productores, Petersen subrayó que los propios interesados deben definir ese tema. Sin embargo, descartó totalmente que los agricultores puedan pagarlo a través de su producción de leche. "Hay que separar la compraventa de leche de la asociatividad. Son dos cosas totalmente distintas", afirmó. En cuanto a los precios y plazos que se manejan para el proceso de ingreso a la propiedad, el ejecutivo indicó que esos temas son, hasta el momento, confidenciales.

"No resuelve todo"

Petersen afirmó que en la producción lechera se requiere ser especialmente preciso y consistente en el mensaje. "La asociatividad es muy importante, pero no resuelve todo. Acá hubo piezas que ajustar en el puzzle antes de lanzar esta propuesta a los productores", recalcó. "Si no se logra la asociatividad o no hay interés suficiente, ¿falla la opción de que el sector lechero crezca? No, porque es solo una de las piezas de este puzzle ".

El gerente general señaló diversos aspectos de la estrategia de Prolesur que se complementan con la asociatividad para dar mayor auge al sector lechero. Uno de ellos es la necesidad de dar incentivos a los agricultores para que haya un crecimiento de producción de leche. Uno de esos es la firma de un contrato de incentivos de crecimiento a cinco años plazo y renovable, de tal forma que los productores tengan certeza de que se les va a procesar la leche.

Además, la pauta de pago por leche, comenta el ejecutivo, se configura en base a kilogramos de sólido para dar los incentivos correctos y no transportar agua. "La producción de leche está en base a la proteína y la grasa, no al agua. El agua es un sobrecosto para el productor, la logística y el proceso industrial", señaló.

Petersen también destacó que el corazón de la propuesta es que el abastecimiento de leche debe ser en base a un modelo biológico: estacional y pastoril, acomodándose así a las horas luz, temperatura y al suelo de cada pradera. De acuerdo con este modelo estacional, el ejecutivo propone no disponer de leche de invierno: "La transformación duele y, a largo plazo, los productores se van a estacionalizar cada vez más. Pero hay que apoyarlos".

"Queremos fomentar la actividad y lograr 10% más de producción en una temporada y 10% menos de costos. Si se logra, la rentabilidad por hectárea se duplica o triplica".
JUAN CARLOS PETERSEN
GERENTE GENERAL DE PROLESUR

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