Un nuevo episodio de violencia se vivió en el fútbol griego. Esta vez con un registro nunca visto: el presidente del PAOK, Ivan Savvidis, amenazando al árbitro con un arma que portaba en su cintura. Fue en el estadio La Tumba de Salónica. Cuando se jugaban los últimos minutos del encuentro contra AEK Atenas, el árbitro anuló un gol de los locales, lo que estimuló la ira de la gente y del incontenible timonel del PAOK. La imagen recorrió el mundo, por lo que el Gobierno griego decidió suspender indefinidamente la liga local "hasta que un nuevo marco sea establecido, acordado por todos", informó Giorgos Vasiliadis, ministro de Deportes de Grecia. Ivan Savvidis, un empresario greco-ruso de 58 años, dueño hace seis temporadas del club, es buscado por la policía griega, pues en su declaración no inscribió ni informó el arma de marras. Por otro lado, la FIFA emitió un oficio a la Federación de Grecia en la que pide intervenir "ante la insostenible situación". Pidió medidas correctivas "urgentes" y amenazó con suspender a los griegos de todas las competencias internacionales. "Esto nos retrocede a otros tiempos. Episodios como estos merecen respuestas valientes", remató Vasialidis.