martes, 08 de abril de 2008
La Nación, Buenos Aires/GDA
Un dirigente agrícola advirtió que si la Casa Rosada no da pasos concretos para retomar el diálogo "no hay razón para esperar 30 días" de tregua.
La impaciencia del campo frente al silencio del Gobierno argentino no es novedad. El paso de los días sin llamados de la Casa Rosada no hace más que acentuarla.
En este clima de tensión en aumento, el presidente de Carbap lanzó la advertencia más dura desde que las cuatro principales entidades del agro levantaron el paro que habían mantenido durante tres semanas y que generó desabastecimiento de varios productos.
"Espero que la Presidenta ponga un poco de orden a todo esto", afirmó Pedro Apaolaza en diálogo con radio 10. Fue en este punto que sugirió que si no hay avances concretos en las próximas horas "no hay por que esperar 30 días" para retomar las medidas de fuerza, aunque no especificó cuáles.
En este contexto, el dirigente mencionó el bloqueo que camioneros encabezados por Pablo Moyano realizan en la empresa de acopio y transporte de cereales Grobocopatel Hermanos, en la localidad bonaerense de Carlos Casares y aseguró: "Hay una serie de actitudes del Gobierno que más que a los días previos al diálogo corresponden a los de la vuelta a las protestas".
Es la primera vez que un dirigente del sector desliza la posibilidad de suspender la tregua antes de lo previsto desde que el campo acordó una tregua de un mes con las autoridades para discutir la última suba a las retenciones de granos, la medida que desató la furia y generó el paro.
Las palabras de Apaolaza ponen de manifiesto el malestar que existe en el agro por la falta de movimientos del Gobierno respecto de la negociación. Ocurre que desde el miércoles pasado, cuando la Sociedad Rural, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria decidieron levantar la huela no hubo llamados de la Casa Rosada para volver a sentarse en la mesa de negociaciones.
Sus declaraciones se producen además, en medio de un renovado clima de expectativa, aunque combinada con malestar e impaciencia, por el regreso al país de Cristina Kirchner tras su visita a Francia y del ministro de Economía, Martín Lousteau, que participó en Miami de la reunión anual del BID.
No obstante el principal negociador fue y sigue siendo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que, por ahora, no tiene en sus planes dar pasos concretos en la vuelta a las conversaciones con el agro.
Es más, el funcionario ya hizo saber que no habrá diferencias sustanciales entre las medidas para favorecer a los pequeños productores, anunciadas por Lousteau hace poco más de una semana y lo que el Gobierno lleve a la mesa de negociaciones.
