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Arremetida del sindicalismo radical en la CUT preocupa a empresarios y al Gobierno

sábado, 05 de abril de 2008

PABLO OBREGÓN CASTRO
Economía y Negocios Online, El Mercurio

La corriente más radical del sindicalismo local, que integran José Ortiz y Cristián Cuevas,entre otros, amenaza la continuidad de la alianza entre la Concertación y una parte del Partido Comunista que gobierna la CUT hace más de ocho años.

Aunque el pacto de caballeros indica que la carrera para dirigir la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) por los próximos cuatro años comenzará este lunes, las fuerzas ya están alineadas: el pacto PS-PC que encabeza el actual presidente Arturo Martínez y la corriente autodenominada clasista que lidera José Ortiz y que sustenta la opción del dirigente del cobre Cristián Cuevas están corriendo hace tiempo.

Mientras Martínez se hace fuerte al interior del sindicalismo tradicional -Anef y el Colegio de Profesores- Ortiz y, eventualmente, Cuevas, encuentran su base de apoyo en el denominado neosindicalismo, compuesto por contratistas, salmoneros y temporeros, quienes abrazan las posiciones más radicales al interior del movimiento sindical.

Durante el Congreso de este fin de semana quedará clara la correlación de fuerzas -cuando se defina el padrón final de dirigentes que votarán en agosto- y se resuelva la agenda para los próximos cuatro años. Mientras los primeros se mantienen firmes en la opción de conservar una posición moderada y cercana al gobierno, los segundos están por avanzar hacia formas de lucha que ya se hicieron evidentes en la gran minería y, recientemente, en la salmonicultura.

A la antigua

Fue como si el tiempo se hubiera quedado detenido. Un cordón de seguridad compuesto por los más corpulentos dirigentes de la CUT portan sus brazaletes distintivos y mantienen a raya a un bullicioso pelotón de trabajadores que sitian la entrada principal del teatro Caupolicán, armados de pancartas contra Martínez, Salinas y otros ilustres de la multisindical.

Se trata de una de las tantas federaciones disidentes que, cada cuatro años, tratan de arruinar el Congreso de la Multisindical, reclaman por más democracia interna, mayor representatividad y espacios para la izquierda independiente.

Adentro, los acordes del Canto Nuevo acompañan a los tímidos ceacheí de los empleados municipales. Mientras, una numerosa delegación de contratistas del cobre reclaman su lugar en la parte alta del teatro. Portan todos la misma camiseta blanca, y lanzan divertidos pero amenazantes cánticos contra el Gobierno, contra los empresarios, contra el precio del almuerzo que tendrán que pagar después de las plenarias del Diego Portales.

En primera fila se ubica el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, quien, cada 30 segundos, se pone de pie para saludar a viejos sindicalistas que lo abrazan y le agradecen. A su lado, la directora del Trabajo, Patricia Silva, se ríe de buena gana; más allá se ubica Raúl de la Puente, de la Anef, y, con gesto incómodo, Guillermo Teillier se acomoda en representación del PC.

Falta poco para las 11:00 horas cuando los anfitriones presentan al único orador de la mañana, Arturo Martínez. Puede ser su último discurso al frente de la multisindical, pues a partir del lunes se acaba el pacto de no agresión entre las distintas corrientes y pueden lanzarse las candidaturas que competirán en agosto.

La semana pasada, Martínez anunció que no se presentaría a la reelección. Pero si es por aplausos, lo cierto es que todavía tiene su arrastre. Tres cuartas partes del auditorio aplauden a rabiar y una parte menor lo abuchea.

A esa altura, Martínez las emprende contra el empresariado y el Gobierno. Grita y advierte a los empleadores que "el que siembra vientos, cosecha tempestades", anuncia una gran huelga nacional y, sin mirar a Andrade, grita que la Concertación no está a la altura de nada.

En otro extremo, José Ortiz, del PC -el mayor adversario de Martínez en la CUT-, charla con sus cercanos, descarta que la multisindical esté dividida, pero -a renglón seguido- reconoce que la corriente clasista del partido no renuncia a su "legítima aspiración de presidir la multisindical". Surge el nombre de Cristián Cuevas; Ortiz sonríe ante la pregunta de si ése es el candidato que echarán a correr contra Martínez, y dice que desde el lunes se puede hablar de eso.

No hay aclamaciones, pero la carrera se está corriendo.

"Manuel Ahumada, ex dirigente de la CUT: "Entregó la oreja al sistema"

Tal como quedó claro a primera hora de ayer, los principales adversarios de la actual directiva de la CUT están dentro del propio mundo sindical.

A la aspiración de la corriente clasista del PC -Ortiz, Cuevas, entre otros- por recuperar la presidencia de la multisindical, se suman las críticas de varios ex dirigentes históricos.

El presidente de la CGT, Manuel Ahumada (ex PC), está convencido de que la marca de estos ocho años de Martínez "ha sido la actitud entreguista, haber entregado la oreja al sistema".

Mientras, el presidente de la UNT, Diego Olivares, cree que el desafío de la CUT debería ser "sincerarse y definir una dirigencia que represente al partido que realmente la controla: el PC".


"Los escenarios que vienen

Hasta el domingo estarán reunidos en el Edificio Diego Portales los delegados que representan a los 472 mil afiliados activos de la CUT. En estos días se definirá una estrategia para el próximo período, que estará marcada por la negociación supraempresa y la reconstrucción de un sistema de previsión estatal. Además, las distintas corrientes comenzarán a alinearse de cara a las elecciones de agosto. El sindicalismo tradicional, representado por la Anef y el Colegio de Profesores, constituye la fuerza mayor (cerca de 150 mil afiliados), mientras que el sindicalismo emergente se abre paso de la mano de la corriente clasista del PC.

"Andrade: "Fue franco, que es lo que uno espera de un dirigente de esta envergadura"

Para nadie es un secreto la cercanía del ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, con Arturo Martínez. Y aquello quedó más claro luego que el secretario de Estado asimilara, estoico, las duras críticas que profirió el líder sindical contra la propia Concertación: "Fue franco, que es lo que uno espera de un dirigente de la envergadura de Arturo. Me llamaría la atención que un dirigente no fuera de una sinceridad importante".

-Hace unos días dejó ver su intención de no repostularse...

"Creo que la autonomía de los organismos sindicales debe ser respetada, incluso desde la opinión. Arturo ha sido un aporte muy importante y sé que si no es desde la CUT, seguirá haciendo un gran aporte para los trabajadores".

-¿Desde el Parlamento?

"Eso tendrá que resolverlo él".

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