Dólar Obs: $ 948,61 | -0,72% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.237,20
IPC: 0,40%


Un gobierno de transformaciones

miércoles, 07 de marzo de 2018


Opinión
El Mercurio




A pocos días de que termine el segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, surgen los análisis y evaluaciones. En ellos se busca anticipar la impronta que estos cuatro años dejarán en la memoria de las chilenas y los chilenos. El gobierno, en tanto, se ha preparado para hacer una entrega ordenada y sistemática de su gestión. Este viernes estará disponible la plataforma con toda la información sobre el desempeño de los distintos ministerios. Así, de manera transparente y abierta, la ciudadanía y las próximas autoridades podrán conocer en detalle nuestro trabajo.

La Presidenta Bachelet asumió con una agenda muy clara: hacerse cargo de las tareas pendientes en materia de desigualdad y profundización democrática. Siempre se planteó como un gobierno transformador, y no de administración de lo que existía. Un gobierno que, sobre la base de lo ya caminado, avanzara más allá, permitiendo a las chilenas y chilenos una mejor vida, con más inclusión y oportunidades, con mayor autonomía y reconocimiento de las libertades individuales.

Podemos afirmar que hemos cumplido nuestros compromisos. Están los avances en derechos sociales, con la mayor reforma al sistema educativo desde aquella que se impuso a nuestro país en la década de los 80. Están los avances en profundización de la democracia, con un nuevo sistema político, la mayor presencia de mujeres en el Congreso, y la institucionalización del derecho a voto de las chilenas y chilenos que viven en el extranjero. Están los avances en materia medioambiental y energética, cuyos alcances han sido vastamente reconocidos por organismos internacionales. También avanzamos en descentralización, radicando en las regiones la toma de decisión para el desarrollo local, así como la posibilidad de la elección de sus autoridades a partir de 2020.

En cuanto a los derechos de las personas, pusimos al día nuestra legislación, asumiendo los compromisos internacionales en derechos de la niñez, los pueblos indígenas, las mujeres y la diversidad sexual. Hoy día, contamos con un Estado que responde a necesidades y derechos que, por años, estuvieron postergados, no se consideraban parte de las urgencias políticas, o claramente no se querían reconocer.

Pero no basta con el cumplimiento del programa. Un gobierno tiene que saber enfrentar los problemas que surgen en la sociedad y darle una respuesta concreta, con una perspectiva de futuro. Así ocurrió con la profunda crisis de confianza en los partidos políticos y en instituciones centrales de la República, que se acrecentó con los casos de financiamiento irregular de campañas. Impulsamos una nueva ley de financiamiento de la política, nuevas normas que regulan y transparentan las instancias internas de los partidos, junto con el "refichaje" de sus militantes. Esto es una contribución innegable a la democracia para hoy y para el futuro que nadie puede desconocer.

El domingo, con mucho orgullo, las chilenas y chilenos celebramos el Oscar a "Una mujer fantástica", coronando así una trayectoria de valiosos premios internacionales. La película hace visible la situación de discriminación y violencia que viven las personas trans, algo que las organizaciones de la diversidad sexual han denunciado por años. Nuestro gobierno se hizo cargo e impulsó medidas administrativas, en educación y en trabajo, entre otras, y patrocinó un proyecto de ley que reconoce el derecho a la identidad de género, y que está en su debate final en el Congreso.

Un gobierno tiene que ir más allá de la simple administración del Estado. A un gobierno se le pide que actúe en relación con lo que ocurre en la sociedad. Que no haga oídos sordos a las demandas ciudadanas, sino que sea capaz de encauzarlas y de dar respuestas concretas a situaciones cada vez más complejas. Un gobierno, también, tiene que estar dispuesto a moverse por sus convicciones, sobre todo cuando se enfrentan desigualdades como el castigo a las mujeres por la interrupción del embarazo, en toda circunstancia.

La Presidenta Bachelet, en estos cuatro años, no ha eludido las responsabilidades de su cargo. Sabía que enfrentaríamos dificultades por la desconfianza y alejamiento de la ciudadanía de la política, la exigencia de respuestas cada vez más rápidas, la complejidad de algunas realidades, la coyuntura económica restringida, y la resistencia de algunos sectores. Sin duda, hacer un gobierno de administración era lo más simple, pero lo que correspondía era dar el paso e iniciar un nuevo camino para nuestro país.

Ahora que la tarea concluye, podemos decir que se han sentado las bases de los grandes debates de los próximos años, como la nueva Constitución, y que se ha instalado una sociedad de derechos en la que solo se puede avanzar.

Paula Narváez Ojeda
Ministra secretaria general de Gobierno

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia