jueves, 03 de abril de 2008
Economía y Negocios Online
La ley que permite la creación de este tipo de sociedades fue aprobada en junio de 2007 y tiene como objetivo hacer más expedito el acceso de las pymes a financiamiento bancario, con mejores tasas de interés.
SANTIAGO.- Con la participación del presidente del Senado y representantes del Ministerio de Economía, de la Corfo y el Fogape, se realizó hoy el lanzamiento oficial de Proaval, la primera Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) en Chile.
En el encuentro se dieron a conocer los alcances y beneficios que significarán para las pequeñas y medianas empresas, que hasta ahora tenían dificultades para obtener financiamiento por falta de garantías.
Durante el seminario, Rosela Cominetti, jefa de la División de Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía, comentó que con la creación de este tipo de instituciones se esperan beneficios como "una reducción de aproximadamente un 3% de las tasas de interés".
En tanto, Álvaro Clarke, vicepresidente de Proaval SGR, manifestó que "internacionalmente las SGR han funcionado con gran éxito, obteniendo un impacto muy positivo sobre la actividad económica y desde esa perspectiva celebramos el que esta iniciativa se lleve a cabo en Chile".
Proaval SGR, una sociedad conformada por un grupo de profesionales que han estado vinculados a la problemática de las empresas de menor tamaño, está presidida por César Barros, y conformada también en su directorio por Alberto Marraccini, Jorge Palomas, Nicole Jequier y María Stella Pérez Calaf.
Un nuevo escenario
La insuficiencia de garantías para poder acceder a créditos de financiamiento es uno de los principales problemas que aquejan hoy a las medianas y pequeñas empresas en Chile. Según una encuesta del Banco Mundial, el 25% de los créditos solicitados por las micro, pequeñas y medianas empresas son rechazados por falta de garantías. En Chile, este porcentaje supera el 40%.
Es por ello que el Gobierno promulgó, en junio de 2007, la Ley 20.179 que crea las sociedades de garantías recíprocas, las que están facultadas para respaldar los créditos que se entreguen a las pymes, otorgando avales que servirán de garantía a la deuda que la empresa contrae con un banco, un proveedor o con el Estado.
Según señala Álvaro Clarke, las ventajas objetivas que se observan en el mercado chileno para abrir esta sociedad radica en la situación actual que enfrentan las pymes, que otorgan más del 80% del empleo en el país, y que, sin embargo, no cuentan con los mecanismos necesarios para, entre otras cosas, tener acceso a créditos bancarios en condiciones de plazos y tasas que les permitan modernizar sus industrias, acceder a mayor tecnología y capacitar a su personal.
“En ese sentido, Proaval se constituirá en su apoyo estratégico, pues otorgarle su fianza al empresario es, en otras palabras, darle un respaldo crediticio que lo valida como un buen sujeto de crédito”, asegura Clarke.
En concreto, las SGR emitirán un certificado de fianza que garantizará los créditos que las pymes soliciten al sistema financiero tradicional. Es decir, las garantías que las empresas mantienen en respaldo de sus obligaciones con un banco podrán ser constituidas a favor de estas sociedades.
Respecto del mercado potencial que existe en Chile para estas sociedades, Clarke sostiene que esta herramienta está especialmente dirigida a aquellas pymes que tienen ventas entre 15 mil a 100 mil UF anuales, y que no han sido especialmente consideradas hasta ahora en el sistema crediticio.
