Dólar Obs: $ 947,68 | -0,10% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.242,15
IPC: 0,40%
Los caminos del crecimiento sostenido

martes, 27 de febrero de 2018


El Mercurio

Jorge Marshall
Economista y Ph. D. Harvard

Chile quiere volver a crecer. El avance de las últimas décadas no solo ha permitido mejorar la calidad de vida de la población, sino también es una fuente de orgullo nacional, de lo que podemos hacer entre todos. La aspiración de alcanzar el desarrollo está más enraizada en la ciudadanía que lo que el sistema político ha asumido, y requiere de un crecimiento sostenido, capaz de mantenerse por varias décadas. Si bien sabemos que el crecimiento es una prioridad para la nueva administración, es incierto si las políticas anunciadas hasta ahora nos llevarán al objetivo deseado.

El entusiasmo que se observa en la actividad y en las expectativas desde mediados del año pasado pudiese ser un buen augurio de lo que viene, pero también podría tener un carácter transitorio explicado por el bajón de los trimestres anteriores y el atascamiento de inversiones en los escritorios de funcionarios que "no tenían el crecimiento entre sus prioridades". Por esta razón conviene evitar la autocomplacencia que puede venir y concentrarse en la estrategia de mediano plazo del nuevo equipo.

El crecimiento que buscamos es el que se basa en los aumentos de productividad, porque como señaló Paul Krugman, Nobel de Economía en 2008, cuando se trata del crecimiento, "la productividad no es todo, pero a la larga es casi todo". La experiencia de los países que han tenido éxito en este camino muestra que los aumentos sostenidos de productividad se logran a través de la renovación continua de las actividades productivas, asociada a la idea de "destrucción creativa" de Schumpeter, en la cual el mayor valor de lo nuevo desplaza a las actividades de menor productividad.

La pregunta clave entonces es cómo se estimula esta transformación productiva cuando la economía ya ha consolidado sus fundamentos, como es el caso del Chile actual. Considerando que hay más de una respuesta a esta interrogante, es importante mirar la evidencia para identificar las políticas más adecuadas en países de desarrollo intermedio como el nuestro, en el contexto de la globalización y el avance de la digitalización.

Por una parte, está la idea de que la transformación productiva es el resultado espontáneo de la competencia en los mercados. Estos casos operan cuando las capacidades de renovación de las actividades productivas están internalizadas en las empresas. Hay muchos ejemplos que comienzan con una visión emprendedora, que luego descubre una nueva actividad y que finalmente transforma la economía de toda una región. Pero muy pocos de estos casos provienen de ambientes en los que las capacidades de innovación son más frágiles.

Este enfoque está instalado en los organismos multilaterales con sede en EE.UU., los mismos que en la década del 90 idearon el llamado Consenso de Washington. El nuevo equipo económico tiende a identificarse con estas ideas cuando considera que su foco para estimular el crecimiento se reduce a "destrabar" las amarras que tienen retacadas las inversiones del sector privado.

En segundo lugar, está la noción de que la transformación productiva se logra a través de una política pública, en la cual el gobierno tiene los conocimientos necesarios para señalar el camino que deben seguir las actividades productivas y establece los incentivos para que las empresas y los inversionistas adopten el camino definido. Este enfoque se inspira en la experiencia de los países asiáticos, pero también refleja en varios aspectos a las políticas de la administración saliente. De hecho, la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento fue elaborada "desde arriba" en los primeros 100 días de la administración y luego implementada en los cuatro años siguientes.

El tercer enfoque reconoce que los procesos espontáneos de transformación son cada vez más escasos por la complejidad tecnológica, la transformación digital, la multiplicidad de capacidades necesarias y la globalización de los mercados. También advierte que es cada vez más nítido que el gobierno no dispone del conocimiento que le permita definir prioridades para orientar las nuevas actividades, porque la información para tomar estas decisiones que involucran el futuro está diseminada en muchos actores, por lo que se requiere una estrategia específica para reunirla y procesarla inteligentemente.

Como camino alternativo, este enfoque busca activar las redes de colaboración, en las cuales la calidad de la interacción física constituye su condición basal. En estas redes descentralizadas participan las universidades, empresas, diversos organismos públicos, sociedad civil, emprendedores, entre otros. Su objetivo es reunir el conocimiento que requiere la innovación, que está disperso en muchos actores, y luego organizar iniciativas que promuevan la renovación de las actividades productivas. Se trata de organizar una gobernanza arraigada en las localidades, con una clara voz del ámbito privado. Por estas razones, la mayoría de los países europeos y crecientemente las ciudades en EE.UU. están recurriendo a crear este tipo de ecosistemas locales para que asuman un nuevo protagonismo en el proceso de crecimiento.

En el actual ambiente de entusiasmo, es importante asegurar que la recuperación vaya más allá de un ciclo transitorio y se proyecte como un proceso sostenido. Para lograrlo, Chile debe dejar atrás el mito de la transformación espontánea y la ilusión de que el gobierno puede conducir este proceso. El camino correcto, en cambio, es sumarse a la tendencia mundial que organiza la renovación de las actividades productivas a través de iniciativas que articulan las políticas "desde arriba" con los procesos "desde abajo". El nuevo equipo económico tiene la palabra, pero también la tienen las universidades y los empresarios que están llamados a ser coprotagonistas de este proceso.

EN EL ACTUAL AMBIENTE DE ENTUSIASMO, ES IMPORTANTE ASEGURAR QUE LA RECUPERACIÓN VAYA MÁS ALLÁ DE UN CICLO TRANSITORIO Y SE PROYECTE COMO UN PROCESO SOSTENIDO.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia