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Creo en las Cooperativas

lunes, 26 de febrero de 2018

Economía y Negocios


Alejandra Mustakis
Presidenta de ASECH

Respeto por los socios, la naturaleza, el medio ambiente y la comunidad, son parte de las características fundamentales del modelo económico de cooperativa. Ética, democracia interna y solidaridad son también cualidades comunes de todas ellas. Chile tiene actualmente casi mil cooperativas y son el 0,99% del PIB del país. Pero en países que tienen modelos más desarrollados como Holanda y Alemania éstas representan el 25% y 22% del mercado.

¿Qué son? Son asociaciones de personas o empresas que se han unido para enfrentar necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales. Su espíritu es romántico y colaborativo. Pero también es importante tener en cuenta que son empresas y que su objetivo es obtener beneficios económicos. La cooperativa se ha desarrollado en Chile desde hace décadas para sectores muy tradicionales como el agroalimento: lácteos, olivareras, viticultoras, cerealeras o pescadores. Capel, Colún y Coopeuch, entre otros, son solo ejemplos tradicionales exitosos desarrollados en Chile.

Se transforman hoy en día en excelentes soluciones también para las empresas más modernas y disruptivas que actualmente están desarrollando productos y servicios que quieran romper esquemas, de manera de afrontar con éxito la competencia. Ya que el principal objetivo de estas uniones es defender los intereses comunes de los productores y prestar apoyo mutuo. No es extraño pensar en cooperativas ligadas a mercados como de software e ingeniería, por ejemplo, con empresas que hayan desarrollado tecnología y patentes, en emprendimientos pequeños, con gran capacidad de adaptación. Entre otras, startups en las que varios emprendedores con recursos limitados, pero con mucho talento e ideas, definan habilidades en común para desarrollar y trabajar juntos.

Estamos en la era digital y los avances de las tecnologías de la información y comunicación traen como consecuencia que cualquier persona, independiente de dónde venga, qué estudió o cuál sea su apellido, pueda con talento y una conexión a internet, crear un negocio, cambiar una industria o revolucionar un mercado. Las cooperativas entonces se presentan como una solución tan buena como cualquier otra para afrontar la competencia de varios pequeños frente a un grande. Suena como David contra Goliat moderno. Pero tiene sentido. Y tal vez sea tiempo de que las nuevas cooperativas nazcan de las oportunidades que trae esta Revolución Digital.

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