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Sanofi Pasteur: el laboratorio tras la vacuna de la fiebre amarilla que se vende en Chile

domingo, 25 de febrero de 2018

El Mercurio
Nicolás Durante Parra

La firma, con matriz en Francia, es una de las tres principales compañías farmacéuticas productoras de vacunas del mundo. Está listada en las bolsas de París y Nueva York, y reportó ingresos en 2017 por US$ 40 mil millones. A la Cenabast le ha vendido la vacuna a un precio unitario de $27.800 para uso interno de funcionarios del Ministerio de Salud. En el mercado privado puede llegar a valores de $44 mil.

Súbitamente, este verano empezaron a hacerse frecuentes en clínicas y centros de salud largas filas, de incluso 11 horas de espera, para vacunarse contra la fiebre amarilla. Así, el Stamaril, el nombre comercial de esta vacuna, cobró inusitada importancia y demanda en el mercado nacional, principalmente de viajeros cuyo destino es Brasil, nación en la que se han producido numerosos casos de contagios, y con resultado de muerte en el último tiempo.

Tras el Stamaril está Sanofi Pasteur, una de las tres principales compañías farmacéuticas productoras de vacunas del mundo, y sus números lo reflejan. La empresa, con sede en Lyon, Francia, reportó ingresos en 2017 por US$ 40 mil millones, de los cuales US$ 6.200 millones provinieron del negocio de vacunas.

En Latinoamérica, donde tienen operaciones en Brasil, Colombia, Chile y Argentina, con un laboratorio incluso en este último país, vendieron durante el cuarto trimestre de 2017 US$ 1.000 millones, registrando un alza de 7,4% en el período respecto a 2016, siendo la zona del mundo donde más se incrementaron las ventas la última parte del año pasado.

Con 15 mil empleados en todo el mundo, según su página web, y 15 lugares de producción y/o investigación, repartidos en ocho países -Francia, Estados Unidos, Canadá, Argentina, China, India, México y Tailandia-, la firma produce la friolera de más de 1.000 millones de dosis de vacunas al año, destinadas a más de 500 millones de personas en todo el mundo. A su haber, tienen productos para combatir 20 enfermedades infecciosas.

La firma, cuyas acciones se transan en las bolsas de París -y donde los principales accionistas son L"Oreal, fondos de inversión de BlackRock y fondos de Vanguard, además de ADRs en la bolsa de Nueva York-, es el único proveedor de la vacuna en Chile desde 1988.

Es que si bien la patente de la vacuna, inventada en la década de 1930 por el premio Nobel de Medicina Max Theiler, ya se encuentra liberada en el mundo, por lo que cualquier laboratorio podría fabricarla, en nuestro país Sanofi Pasteur es la única farmacéutica que ha inscrito la vacuna a través de dos registros sanitarios en el Instituto de Salud Pública (ISP) para distribuirla. El primero de ellos en enero de 1988 y el segundo en febrero de 2015. En Brasil, por ejemplo, además de Sanofi, hay otro laboratorio, Biomanghinos, que la produce y distribuye.

El Stamaril es un producto que siempre está en venta en Chile, pero no se había generado el caos de estos días, principalmente, porque es primera vez que la fiebre amarilla, una enfermedad endémica de Brasil, está tan cerca de ciudades, de allí la alarma, explica el Instituto de Salud Pública (ISP).

Como en Chile la enfermedad no es endémica, y a las zonas de mayor latencia en Brasil (selva, principalmente) no hay un gran flujo de turistas nacionales, con las cerca de 20 mil vacunas al año que se importaban bastaba para el mercado chileno.

Pero este verano la situación vista con la fiebre amarilla en el gigante amazónico hizo cambiar los números en Chile. Según cifras del ISP, en 2017 se importaron a Chile 4 lotes de "Stamaril monodosis liofilizado para suspensión inyectable con solvente", por su nombre técnico, por un total de 20.337 vacunas. Y solo en los 56 días que lleva este año ya han importado 28.176 dosis. La próxima semana llegarán 15 mil más, lo que sumará 43.176 dosis, es decir, 112% más que todo el año pasado, en solo dos meses.

Y no es tan fácil traer más dosis. La vacuna, que se hace en los laboratorios en Francia, tarda 18 meses en fabricarse, por lo que la partida que actualmente está en producción estará lista en mayo próximo. Por ello, todas las vacunas extras que se han enviado hacia Chile son lotes que estaban en otros países y se han destinado hacia Sudamérica.

Consultada la compañía por "El Mercurio", señaló que por ahora no se referiría al tema.

Cenabast le ha comprado las vacunas a $27.800 cada unidad

Según la Central Nacional de Abastecimientos (Cenabast), actualmente tiene vigentes dos contratos con el proveedor Sanofi Pasteur, los cuales se firmaron en 2017 para distribuir durante este año. El primer contrato corresponde justamente a la vacuna Stamaril, de la cual adquirieron 500 dosis, con un valor unitario de $27.800, un total neto de $13,9 millones. Pero, aclaran en el servicio, las dosis que importaron no son para venta a público ni para destinarlas a la red de salud: "Las pequeñas cantidades adquiridas se deben a que no es parte del Programa Nacional de Inmunización (PNI), y su cobertura aplica solo a funcionarios del Ministerio de Salud que deban ir en comisión de servicio a zonas catalogadas de riesgo", explican desde el ISP.

El otro contrato vigente con Sanofi es por la vacuna Hexavalente, la que se utiliza para la prevención de difteria, tétano, hepatitis B, pertussis (acelular), haemophilus tipo B y Poliomielitis, y que es parte del Programa Nacional de Inmunización. De ellas se compraron 235 mil dosis, con un costo unitario de $12.095, por las que pagó $3.382 millones (incluyendo IVA y comisión).

Es decir, si se suman las vacunas Stamaril y Hexavalente, Cenabast tiene contratos vigentes con Sanofi Pasteur por más de $3.396 millones.

Se han enfrentado con el Estado chileno, filipino y de EE.UU.

El historial de la empresa en su relación con el Estado no ha sido exento de problemas. En 2017 la Cenabast le aplicó tres multas a Sanofi Pasteur, por $10,2 millones, por no entrega de vacuna, por entregar vacunas con una fecha de vencimiento inferior a la solicitada y por retraso en su despacho. Sin embargo, la última de estas sanciones quedó sin efecto tras la reclamación administrativa de la empresa.

En Filipinas, en enero, Sanofi Pasteur informó que devolvería al gobierno de ese país US$ 27,8 millones por las vacunas contra el dengue que le había comprado y que no se usaron, por haber encontrado problemas en la reacción de algunos pacientes ante la vacuna. El 15 de febrero, Filipinas impuso una multa de US$ 2 mil al laboratorio y suspendió el uso de su vacuna.

Estados Unidos también se ha enfrentado a la empresa. En abril de 2017, Sanofi Pasteur aceptó pagar US$19.868.194 para resolver la demanda en la que se le acusaba de calcular incorrectamente el valor y haber cobrado de más al Departamento de Veteranos de Guerra por los medicamentos entre 2002 y 2011.

LA SITUACIÓN EN BRASIL hizo que la demanda por el producto en Chile creciera de manera inusitada. En 2017 se importaron a Chile 20.337 vacunas. Y solo en los 56 días que lleva este año ya han importado 28.176 dosis. La próxima semana llegarán 15 mil más, lo que sumará 43.176 dosis, es decir, 112% más que todo el año pasado, en solo dos meses.

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