martes, 01 de abril de 2008
Reuters
En el 2007, en el continente se registró un accidente por cada 600.000 vuelos, comparado con uno cada 1,3 millones de vuelos para la industria mundial en su conjunto, dijo el director general de IATA en la Fidae.
SANTIAGO.- La tasa de accidentes aéreos en América Latina es el doble que el promedio global, dijo el martes la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), calificando algunas reglas regionales de seguridad como "una vergüenza peligrosa."
En el 2007, en América Latina se registró un accidente por cada 600.000 vuelos, comparado con uno cada 1,3 millones de vuelos para la industria mundial en su conjunto, dijo el director general de IATA, Giovanni Bisignani, en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) en la capital chilena.
"Esto es mucho mejor que en el 2005, cuando había un accidente por cada 400.000 vuelos. Pero todavía es el doble que el promedio y eso no es lo suficientemente bueno," dijo Bisignani en la feria que se realiza esta semana.
En el 2007 hubo 12 accidentes en América Latina, tres de ellos con víctimas fatales, de acuerdo a las cifras de IATA. Ello se compara con 100 accidentes en todo el mundo durante el año pasado, de los que en 20 hubo muertos.
Regulaciones de seguridad que no están estandarizadas son un problema mayor en los cielos de América Latina, dijo Bisignani, citando una lista de 250 deficiencias comparadas con las normas mundiales.
"Esto es una vergüenza peligrosa para esta región. La seguridad no tiene fronteras y las regulaciones de seguridad deben converger," dijo Bisignani. "Eso es inaceptable y debe ser mejorado inmediatamente," agregó.
Chile, Costa Rica y México ya se han sumado a una auditoría estándar de seguridad global de IATA y los mismos pasos planean seguir Brasil y Panamá.
"Cinco aerolíneas de América Latina participando (...) no son suficientes," dijo Bisignani.
El directivo acusó a algunos gobiernos latinoamericanos de tratar a la infraestructura aérea sólo como fuente de ingreso, y los urgió a enfocarse en problemas como el reemplazo de anticuados sistemas de radar, el uso de nuevos materiales para mejorar la seguridad de las pistas de aterrizaje y la vigilancia
