Vecinos y ONG detectan incremento de la población extranjera en situación de calle
miércoles, 21 de febrero de 2018
Valentina González
Nacional
El Mercurio
La exposición a estafas y la falta de una red de contactos son factores que pondrían en riesgo a los migrantes más recientes.
"Hubo un tiempo en que estaba muy bien, gracias a Dios. Pero me quedé solo, me tiré al abandono", recuerda Yan Carlos, peruano de 30 años, sentado sobre el colchón donde duerme, cerca de la Vega Central. Junto a él, una bandera de Perú cubre el ingreso a una carpa. Lleva 12 años en Chile y dos viviendo allí. Estudió psicología tres años en su país, motivado por la idea de ayudar a otros. Cuenta que en la calle se ha encontrado con otros extranjeros: "Hay hartos haitianos. Antes se veían peruanos, colombianos un tiempo. No hablo créole . 'Bondye beni ou' , les digo. Dios te bendiga, no más". Al otro lado del Mapocho, en las cercanías del Parque Forestal, los vecinos también lo han notado. Aníbal Venegas vive en las cercanías de Merced y sale a correr en las mañanas. Poco después de Navidad, bajando las escaleras, se encontró con que "había cuatro haitianos durmiendo en el descanso". "Estoy a favor de la inmigración y la integración de las culturas. Pero lo que me da pena, es que no sé qué cuento les estarán vendiendo (para venir)", afirma. Posibilidad de resolver Ante casos como estos, la Municipalidad de Santiago señaló que los extranjeros son orientados para regularizar sus papeles. Sin embargo, añaden que no hay medidas específicas para ellos: "Dada el alza expansiva del número de personas migrantes en nuestra comuna y la falta de políticas públicas para poder enfrentar la situación, el municipio solo actúa de acuerdo a la emergencia social en particular". El Ministerio de Desarrollo Social contabiliza 111 migrantes en situación de calle. Francisco Román, director ejecutivo de la Fundación Gente de la Calle, estima que podría ser el doble. Esta alza, añade, estaría vinculada a la migración más reciente: "Normalmente están ahí porque algo falló. Desde los abusos en términos laborales y habitacionales, hasta las bandas que se han dedicado a robarles y a estafarlos". Explica que por esto, la solución es más simple: "Si uno interviene pronto, es relativamente fácil. El tema va a ser que si no hay una respuesta pronta se va a complejizar, porque van a entrar en el circuito de lo que conocemos como situación de calle: habituarse a estar allí, empezar con el consumo (de sustancias), presentar temas de salud". Entre los casos que la fundación atendió el año pasado, predominaban haitianos, peruanos y colombianos. La mayoría, menores de 30. Con oficios y estudios, en búsqueda de mejores oportunidades. Román recalca que dentro de la población migrante hay factores que pueden agudizar la vulnerabilidad de ciertos colectivos que, por ejemplo, están más expuestos al racismo o no cuentan con apoyo consular. Para él, continúa siendo urgente una nueva ley de migraciones, con foco en los derechos humanos. No sería lo único necesario: "La situación de calle es abordable. Hay recursos, está el conocimiento. Falta voluntad política".
