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Preocupación y desconcierto había ayer entre los exportadores frutícolas. La decisión de Brasil de cerrar sus fronteras a una variedad de frutas chilenas por la presencia de ácaros (arácnidos diminutos) provocó extrañeza en los dirigentes.
"Esta es una posición exagerada de parte de Brasil. Se están refiriendo a hechos pretéritos y que no han sido bien informados", dijo el presidente de la Asociación de Exportadores (Asoex), Ronald Bown, en referencia a que el gigante sudamericano habría basado su decisión en la detección de plagas en embarques de kiwi realizados en abril y mayo de 2007 y en un cargamento de uva de mesa enviado este año.
En ambos hechos, los requerimientos fitosanitarios exigen fumigación de estas frutas. "Lo que encontraron a lo mejor son insectos muertos o imposibilitados de reproducirse", dijo Ronald Bown, quien pidió a las autoridades actuar con "firmeza y urgencia" ante la situación.
La ministra del ramo, Marigen Hornkohl, quien anunció que un equipo del SAG viajará para ver el tema con sus pares brasileños, llamó a la calma y dijo que estamos ante "una situación que ocurre normalmente, que está muy acotada y que está siendo tratada en las instancias correspondientes, que son los equipos técnicos".
"Lo importante es que hay una institucionalidad y mecanismos establecidos para resolver las controversias", dijo la secretaria de Estado.
Alerta empresarial
Aunque Brasil no se encuentra entre los principales destinos, durante 2007 los envíos de uva, kiwis y manzanas, entre otras, significaron retornos por US$ 54 millones.
Pero que el cerrado mercado no sea el más grande no significa que para algunas exportadoras la situación no sea compleja. Para Comercializadora Graneros o Exportaciones Meyer, Brasil significa más del 31% del total de sus envíos (entre ambas firmas exportan más de US$ 20 millones).
"Ésta es una medida unilateral. Supuestamente las especies que tienen la posibilidad de tener este arácnido son kiwis y uvas... no soy especialista, pero no llegó ninguna carga contaminada en los últimos días", afirmó Romy Meyer, gerente comercial de Exportaciones Meyer, quienes enviaron en 2007 más de US$ 3,1 millones a Brasil de un total de US$ 10,2 millones.
"Nos llama la atención que, habiendo ocurrido estos problemas hace dos años (fronteras cerradas entre abril y junio), la reacción sea tan pasiva para situaciones que suceden en el mercado latinoamericano", dijo Meyer. También afirmó que de mantenerse esta situación por un mes, el tema se transformará en "un verdadero dolor de cabeza".