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Del sushi a corredoras: las nuevas franquicias que toman vuelo en Chile

lunes, 31 de marzo de 2008

SEBASTIÁN AGUIRRE LEÓN
Economía y Negocios

Si bien aumentan las marcas que han adoptado esta herramienta como una estrategia de crecimiento y expansión, aún existe una gran brecha con países como Argentina y Brasil.

En 1983 nació la matriz de Doggi"s, la cadena de comida rápida especializada en hot dogs, con una fuente de soda en Matucana con Estación Central. Hoy, 25 años después, esperan abrir 25 locales, para completar 140 a fin de año. Clave en ese crecimiento fue la adopción del sistema de franquicias en 1995, una herramienta aún poco masificada en Chile, pero que a Doggi"s le permitió crecer a una tasa de 30% en los primeros años y a un 10% actualmente, llegando a facturar US$ 60 millones en 2007.

La cadena "está concebida para funcionar en base al sistema de franquicias; por lo tanto, este sistema es la base del negocio", explica Mauricio Taladriz, gerente general del grupo.

No es la única. "Chile es un país calzado para crecer, y en este contexto el sistema de franquicias es muy bueno. Porque aprovecha el espacio que tiene el país", explica Víctor Daccarett, presidente de la Cámara de Franquicias de Chile. "Ésta es una herramienta increíble para las pymes, porque desarrollas un modelo que ya está probado con una inversión no tan grande", sintetiza el dueño de la cadena Schopdog.

La marca hace 4 años tenía 20 locales a su haber. Con el desarrollo de las franquicias llegaron a los 42 locales que la cadena tiene hoy -17 franquiciados- y pretenden llegar a 50 a fin de año. El éxito ha sido importante. Sus ventas, que en 2007 alcanzaron los US$ 28 millones, están proyectadas a US$ 33 millones este año.

Las estadísticas de la International Franchising Association (IFA) revelan que sólo un 5% de los franquiciados fracasa a los 3 años de iniciado el negocio, en comparación con el 40% de aquellos que inician un proyecto independiente.

Varias marcas han optado por ingresar al sistema de franquicias. No todas están ligadas al rubro gastronómico, pese a que abarcan el 32% de las franquicias totales. Los servicios, como lavanderías, posventa, o el área de la educación, también ganan terreno. Procasa, Tronwell, Fuenzalida, Expoautos, Autobahn, Dicom Equifax, Xerox y Sushihouse se cuentan entre las nacionales que han iniciado o se sumarán al proceso en el corto plazo.

También otras marcas internacionales han comenzado a expandirse con esta estrategia. La cadena australiana de jugos y batidos Boost, la lavandería española Pressto o la cadena de pizzas en cono mexicana Konizzimo; la norteamericana Subway, la argentina The Coffee Store, la cafetería colombiana Juan Valdez, la cadena brasileña de fondue express Showcolate o las heladerías norteamericanas Marble Slab Creamery y Maggie Mudd, ya han sondeado el terreno nacional.

Lejos de los vecinos

El sistema está sumando adeptos y si a comienzos de 2007 había 116 empresas franquiciadoras, hoy el cálculo apunta a cerca de 150. Pero aún está lejos de la masificación que alcanza en otros países, como Argentina y Brasil.

¿A qué se debe la diferencia? Una razón puede ser que el sistema se desarrolló en Chile "a fines de los "80 y principios de los "90, una vez asentados en Brasil y Argentina", explica Nicole Pinaud, de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile. Pero la autora aventura otra explicación. "Hay un poco de desconocimiento, porque muchos buscan el modelo tradicional de crecimiento sin informarse sobre las franquicias", explica la académica.

Otro posible factor serían las malas experiencias vividas por algunas empresas, que pueden haber generado cierto temor, como el caso de Lomito"n. "Fueron muy desordenados y no supieron aplicar el sistema. Crecieron y crecieron, pero sin orden ni actualización y terminaron por perder el control", explica una fuente ligada al sector. La marca perdió su esencia, llegando incluso a cambiar el nombre. En Puerto Montt, por ejemplo, pasó a llamarse Lomi Curanto.

Edmundo Crespo, de la asesora Francorp Chile S.A., agrega que "también hay un tema cultural en el empresariado. Muchos creen que deben controlar el negocio, desde la producción hasta la venta".

Pero las perspectivas son positivas. "Hay muchas industrias y sectores que no han sido desarrollados", explica Pinaud. Un estudio de la Universidad de Chile comprobó que las marcas franquiciadas crecieron 25% en el período entre 2005 y 2006. Y las cifras deberían aumentar. Crespo destaca que es clave "la transferencia a un tercero de activos intangibles, el "know how" de una trayectoria exitosa".

¿Qué es una franquicia?

Una franquicia es un modo de negocios, de distribución o comercialización de un determinado producto o servicio, en el que el dueño de un negocio -el franquiciador- le cede a un tercero -el franquiciado- el derecho de operar una unidad o sucursal bajo el mismo formato y condiciones que una unidad original, pero con independencia jurídica y económica.

El franquiciado puede explotar una marca reconocida, sin los riesgos por comenzar desde cero, y con el respaldo de la empresa original.

El franquiciador recibe un pago inicial o "franchise fee" y un pago mensual por los derechos de servicio y publicidad corporativa. Además, debe cumplir con los estándares de calidad y operación que establece la marca original.

"Cuando no hay capital suficiente para seguir creciendo, aun cuando las condiciones generales están dadas para eso, el sistema de franquicias se ajusta muy bien para conseguir una expansión mayor", comenta Víctor Daccarett, presidente de la Cámara de Franquicias de Chile.

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