domingo, 18 de febrero de 2018
Margaret Valenzuela V.
El_Mercurio
Hoy domingo regresará a la capital el futuro Mandatario tras un periodo de vacaciones en el lago Ranco. A diferencia del 2010, esta vez espera disfrutar de los actos republicanos que involucra la ceremonia oficial de asunción al mando. Algo que la vez anterior se perdió debido a la réplica del terremoto del 27-F, producida justo minutos antes de que jurara ante el Congreso.
"Queremos que Piñera sea recibido con la misma grandeza con que será despedida la Presidenta Michelle Bachelet". Así define un personero del comando los preparativos de la asunción del mando del Mandatario electo Sebastián Piñera en tres semanas más. Aunque algunos podrían pensar que dicha aspiración -de convocar a un acto masivo- surge en contraposición a los homenajes que organizan sectores bacheletistas para la actual Jefa de Estado, lo cierto es que la razón es otra: hace ocho años la naturaleza le jugó una mala pasada a Piñera, que no le permitió disfrutar ese momento de asumir el poder. Ese día, a pocos minutos de jurar como nuevo Presidente, ante un Congreso Nacional expectante, y con varias autoridades y Mandatarios extranjeros presentes, se produjo una réplica del terremoto ocurrido el 27-F, de 6,9 grados Richter. A esas alturas, las pocas actividades que quedaban en agenda para ese día se redujeron a casi cero, pues ni siquiera hubo espacio para cumplir la mínima agenda protocolar. En medio de un riesgo de tsunami, se tuvo que adelantar el término de la ceremonia en Valparaíso y los ministros debieron jurar todos juntos, como nunca antes. Además, Piñera estuvo muy poco tiempo en Cerro Castillo y no pudo participar en el almuerzo con los Presidentes que llegaron a saludarlo, pues cerca de las 14:30 horas partió rumbo a Rancagua, la zona del epicentro del sismo de ese día; y luego a Constitución, la ciudad más afectada el 27-F. Recién cerca de las 21:00 horas aterrizó en Santiago y pudo ingresar a La Moneda caminando. Su única celebración fue un discurso de 20 minutos desde uno de los balcones de Palacio a unas 300 personas que lo esperaron hasta esa hora para escuchar sus palabras. Diez minutos después, Piñera comenzaría una reunión de trabajo con el Comité de Emergencia, luego un consejo de gabinete con su equipo de ministros y finalmente un Comité por la Reconstrucción. Tras una jornada donde no hubo espacio para la celebración, Piñera se retiró de La Moneda pasadas las 3 de la madrugada. Por eso, para muchos de sus cercanos, esta vez será "el desquite" de Piñera, quien espera cumplir con todas las actividades que define el programa oficial de traspaso de mando presidencial chileno con cada uno de sus rituales republicanos. Los ministros jurarán por separado, Piñera podrá saludar a la gente de Valparaíso algunas cuadras a bordo del Ford Galaxie 500 XL para dirigirse a Cerro Castillo donde podrá disfrutar esta vez, de la presencia de sus pares, tomarse una fotografía y almorzar con ellos. Cerca de las 16:00 horas retornará a Santiago y abordará, unas cuadras antes de La Moneda, nuevamente el Ford Galaxie 500 XL, que le permita interactuar con las personas. Y una hora después, hablaría desde uno de los balcones de La Moneda a una Plaza de la Constitución que esperan repletar en esa jornada. Para ello, los partidos ya se están preparando a través de una convocatoria que ya empezó a circular esta semana en las chat de los dirigentes del sector. En ella, invitan a reunirse ese día en la Plaza de la Constitución portando banderas chilenas para "darle la bienvenida a los Tiempos Mejores para Chile". Por la noche, se espera un último encuentro-cena con todos los invitados extranjeros, cita que en el caso de Bachelet se transformó en una gala efectuada en la Estación Mapocho hace cuatro años. En el entorno de Piñera aseguran que, en este caso, realizarán algo más austero y que todo ello quedará completamente resuelto una vez que todos los invitados confirmen su asistencia. En todo caso, está definida la fecha de la reunión que sostendrá el piñerismo con la avanzada de las delegaciones extranjeras: Será el 1 de marzo en la Academia Diplomática. Aunque su equipo de programación ya tiene delineado todo un bosquejo de lo que debiera ser la asunción del mando, será el Presidente electo quien deberá darle el visto bueno esta semana luego de su regreso a Santiago que se producirá en el transcurso de esta jornada. Pero ésta es sólo una de las tantas definiciones que deberá tomar en las próximas dos semanas. La agenda de Piñera está cargada de reuniones bilaterales con sus respectivos ministros de Estado, que asumirán también el 11 de marzo, y de conversaciones con su equipo de programación para preparar la instalación de su gobierno. De hecho, no aparecen actividades de prensa, aunque en su entorno dicen que la contingencia podría provocar alguna modificación. Preocupación en Chile Vamos por nombramientos En paralelo, Piñera deberá anunciar en los próximos días quiénes serán los subsecretarios e intendentes que lo acompañarán en su gobierno. Aunque el propio Presidente electo dijo que concretaría dicho trámite la semana del 26 de febrero, en los partidos de Chile Vamos aseguran que ello se produciría esta semana. En ello han estado trabajando Andrés Chadwick, Cristián Larroulet, Gonzalo Blumel y Cecilia Pérez, quienes el viernes reconocieron que aún no estaban listos todos los nombramientos y que no ha sido fácil, tratándose de casi 50 cargos, 36 subsecretarios y 15 Intendentes. Además, se debe considerar, advirtieron, que algunos rechazaron el llamado presidencial, como fue el caso de Francisco de la Maza para la Intendencia Metropolitana y Alfonso Vargas en Valparaíso. Ambos aspiraban a un cargo ministerial. En los partidos no esconden su preocupación y molestia con las decisiones que estaría tomando Piñera en esta materia. Sus dirigentes dicen que, al igual como ocurrió en el caso de los ministros, los partidos entregaron sus listas, pero que con el correr de los días se han ido enterando que varios de los convocados por el Presidente electo no figuran en sus propuestas. Piñera, dicen, estaría "cometiendo el mismo error de su primer gobierno", priorizando un currículum más técnico y con grados académicos por sobre la experiencia. En medio de esta preocupación de las colectividades, sus secretarios generales han mantenido un permanente contacto entre ellos, y ya acordaron sostener reuniones la próxima semana con los futuros ministros políticos para hacerles ver esta complicación. Prioridades legislativas Hasta ahora Piñera ha tenido varias bilaterales con ministros en el Lago Ranco, con quienes ha realizado un trabajo para definir las prioridades y los primeros proyectos de ley que serán ingresados al Congreso apenas lleguen a La Moneda. En ese sentido, Gonzalo Blumel, en su calidad de próximo ministro Segpres, le ha entregado al Presidente electo una serie de propuestas, precisamente en materia de política legislativa. Quienes conocen algunos aspectos de dicha iniciativa, sostienen que éstas están agrupadas en tres: Aquellas que están en tramitación en el Congreso y que se cruzan con alguna iniciativa que fue presentada por el anterior gobierno de Piñera; las que no fueron tramitadas o fueron retiradas por la administración de Bachelet en 2014 y que podrían reponerse, como es el caso de la modernización en materia de seguridad pública y el de migraciones. Un último grupo se refiere a los nuevos proyectos de ley. De este modo, Piñera también tendrá que comenzar a evaluar y tomar definiciones sobre sus prioridades legislativas en los próximos días.
