martes, 25 de marzo de 2008
CLAUDIA RAMÍREZ FRIDERICHSEN
Economía y Negocios, El Mercurio
Juan Eduardo Saldivia, subsecretario de Obras Públicas, advierte que el nivel de los embalses se está acercando a "los mínimos históricos", y que esto podría perjudicar a los regantes.
"El agua se puede transformar en el cuello de botella para el desarrollo de los pueblos" es la primera reflexión del subsecretario de Obras Públicas, Juan Eduardo Saldivia, a propósito de la reciente celebración del Día Mundial del Agua. En el contexto de la conmemoración internacional realizada el pasado sábado 22, la autoridad detalla cómo se están abordando los problemas derivados de la sequía y las medidas contra "los cuellos de botella".
-En el día del agua, la ONU hizo un llamado a invertir más en servicios sanitarios. ¿Qué significa esto para Chile?
"Chile es un país privilegiado en la materia. Si pensamos en las metas del milenio, que se establecieron en 2000, hemos llegado a un nivel de desarrollo importante. En servicios sanitarios tenemos el 99% de cobertura de agua potable a nivel de ciudades, cerca de 98% de alcantarillados, y 82% de tratamiento de aguas servidas. Esto nos hace ser el país que tiene los mejores índices de cobertura a nivel latinoamericano, incluso con mejores índices que muchos países de Europa, como Grecia, Italia, Turquía y España".
"En el tratamiento de aguas servidas, Chile puede decir "tarea cumplida", y en el ámbito rural tenemos un programa muy exitoso que nos lleva a que el 99% de las localidades concentradas tengan agua potable, y estamos desarrollando un proyecto de ley que nos permita acordar adecuadamente el saneamiento rural".
Déficit en embalses
-A pesar de los avances, los embalses han declarado déficit en varias regiones.
"En primer lugar, hay un hecho indiscutible: estamos frente a una sequía que como Gobierno hemos calificado como la más grave en 100 años, por los efectos que está teniendo. Cualquier sequía anterior fue más localizada en el territorio, pero hoy estamos ante una sequía que afecta de manera muy pareja desde Copiapó hasta la X Región".
"Estamos en una situación compleja, que también se manifiesta en cómo están los embalses. Aunque éstos han cumplido la labor para la que se construyeron, es decir, han sido capaces de proveer de agua a aquellas regiones donde el elemento escasea naturalmente, también, producto de la sequía, los embalses han disminuido la cantidad de agua de manera importante y hoy nos acercamos a los mínimos históricos. Esto es un punto de preocupación, porque si no tenemos un invierno que se acerque a lo normal, la situación del período de riego 2008-2009 puede ser muy crítica".
-Y en incentivos legales para la construcción de embalses, ¿se puede hacer algo?
"En embalses, en los últimos 10 años se ha recuperado un nivel de inversión significativo. Durante los años 70 y 80 no hubo ninguno importante, lo que generó un retraso significativo. En los 90 hemos recuperado la línea de construcción de embalses, de tal manera que hoy en Chile -por primera vez en la historia- se están construyendo tres obras de riego al mismo tiempo: Convento Viejo, Ancoa y El Bato. Pero también hay que tener presente que uno de los problemas que hemos tenido es que no se ha dado cumplimiento al modelo de desarrollo de esa infraestructura, que implica que los beneficios de los embalses deben cofinanciarse".
-¿Quién no ha cumplido en este punto?
"Los regantes. Recién ahora vamos a ser capaces de cerrar el capítulo con los regantes de Santa Juana y Puclaro, y ellos van a materializar los aportes que deberían haber efectuado. También se hizo una modificación reglamentaria el año pasado para perfeccionar el mecanismo de cofinanciamiento de parte de los privados, y hemos sido muy claros en que mientras los regantes no suscriban en términos legales y de manera eficaz documentos en los que se comprometan a financiar las obras, nosotros no vamos a iniciar nuevas obras. Producto de ello, los regantes de El Bato y Ancoa suscribieron convenios de aporte".
-¿Se puede hacer algo para que el sistema no dependa tanto de las voluntades de los particulares?
"El punto es que un embalse produce un beneficio social, pero también produce beneficio particular. Si soy dueño de un terreno agrícola y mañana se construye un embalse que beneficia a mi campo, éste genera una plusvalía importante y puedo pasar de ser un propietario de un terreno baldío a ser propietario de un terreno de grandes plantaciones; es decir, cambian las cosas. Pero no se había dado con los mecanismos adecuados, y es por eso que el año pasado hicimos una modificación de los reglamentos. Hoy se exige una escritura pública de compromiso para iniciar la obra, y los recursos físicos se empiezan a pagar después que la obra se pone en marcha. Es decir, no es de cofinanciamiento inmediato, sino que cuando ya se están recibiendo los beneficios".
Robos de agua
-A comienzos de marzo, usted aseguró que no existían casos concretos de condenas por robo de agua, pero que verían si se podían generar señales disuasivas. ¿Han avanzado en la detección de casos?
"Hemos detectado extracción sin tener los correspondientes derechos, lo que en Chile es un delito denominado usurpación de agua. También lo es la extracción de más agua que la que determina el derecho, e incluso cuando se saca agua de un punto distinto al señalado en el derecho".
"Por esto, la semana pasada hicimos 18 denuncias, desde la IV a la VII Región, por casos en que constatamos la construcción y operación de sistemas de captación de agua superficial y subterráneo sin tener los derechos. La fiscalía determinará si hay méritos para iniciar los procesos judiciales, y los tribunales determinarán las sanciones penales o no".
