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BUENOS AIRES.- La masiva protesta contra los impuestos a la exportación agroganadera en Argentina llegó este lunes a su duodécimo día en un ambiente de tensión por el anuncio del sindicato de camioneros, afín al gobierno, de enfrentar a productores del campo que bloquean decenas de rutas.
Piquetes de agricultores, a veces con centenares de miembros, interceptan con sus tractores el tránsito en más de 30 puntos de la fértil pampa húmeda, y si bien dejan seguir viaje a la mayoría de los vehículos después de distribuir folletos, impiden el paso de camiones cargados con productos del campo.
Ese filtro provocó incidentes que derivaron en golpes y forcejeos y en varios casos los agricultores llegaron a derramar sobre el asfalto las cargas de camiones cerealeros. Cerca de algunos de esos lugares se formaron a su vez grupos de camioneros bloqueando la carretera con sus vehículos bajo la consigna de "si no pasamos no pasa nadie".
La rebelión agroganadera explotó luego de que el gobierno anunciara hace dos semanas un aumento de 35% a 44% en el tributo a las ventas externas de soja y porcentajes impositivos móviles según la variación de precios de los granos.
Los bloqueos de este lunes focalizaron la tensión en Ceibas (200 km al norte de la capital), un empalme de rutas del Mercosur donde cientos de camioneros acamparon para "garantizar el paso", según Pablo Moyano, jefe del sindicato del sector e hijo del líder de la oficialista Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano.
"Vamos a continuar a los costados de la ruta, de manera absolutamente pacífica. Queremos que nuestros compañeros circulen libremente por las rutas", dijo Pablo Moyano a la prensa local.
El sábado, el presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, denunció ante el Ministerio de Justicia que personas "presuntamente armadas acampan en cercanías del cruce Ceibas para confrontar con los productores agropecuarios".
El presidente de la Sociedad Rural de San Pedro (160 km al norte), Raúl Víctores, afirmó que seguidores de Moyano "están en la zona y acá puede ocurrir un desastre, porque los productores están armados y la gente está incontrolable: han venido con escopetas a defenderse".
Sin embargo, este lunes los agricultores evitaron Ceibas y organizaron sus bloqueos en otras localidades cercanas, con lo que lograron un efecto similar.
En paralelo con la movilización de los camioneros, una profusión de declaraciones políticas sobre la protesta aumentó el debate público y alimentó la tensión.
El diputado oficialista Juan Gullo dijo que "un sector minoritario está tratando de chantajear al pueblo y al gobierno cuando el campo está pasando por uno de sus mejores momentos".
La líder opositora socialcristiana Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, que apoya los reclamos agropecuarios, afirmó en tanto que los camioneros son "la respuesta parapolicial del gobierno" a la protesta.
La Gendarmería (policía de fronteras) impidió este lunes que unos 300 productores agropecuarios bloquearan el túnel subfluvial que une las ciudades de Paraná y Santa Fe (500 km al norte), a través del río Paraná, también importante para el tráfico de mercaderías en la región.
Los productores dijeron que la fuerza de seguridad utilizó perros, gases y balas de goma y que varios manifestantes fueron detenidos, pero el Ministerio de Justicia aseguró que no hubo arrestos ni represión.
Las entidades agroganaderas que lideran la protesta -iniciada el 13 de marzo- anunciaron que la medida continuará esta semana, y se niegan a dialogar con el gobierno hasta que dé marcha atrás con el alza impositiva.
Los efectos de la protesta, que se notan en los centros de consumo, podrían acentuarse en las próximas horas si los productores de lácteos, que interrumpieron la entrega de productos elaborados pero mantienen el suministro de leche fresca, comienzan a retener también este producto.