Ley que regula la residencia en la Isla de Pascua quedó lista para ser promulgada
miércoles, 07 de febrero de 2018
MAURICIO SILVA
Nacional
El Mercurio
Texto responde al anhelo rapanuí de controlar la inmigración en el territorio insular, pero el alcalde no quedó contento.
Pese a que busca responder al anhelo rapanuí de regular la inmigración continental a su territorio, la redacción final de la nueva Ley de Residencia en Isla de Pascua despierta fuertes críticas del alcalde Pedro Edmunds. "Deja un portón gigante a la llegada sin control de continentales", aseveró ayer. Después de cumplir todas sus fases en el Congreso, el proyecto de ley superó su último trámite. El Tribunal Constitucional dictaminó que sus normas no colisionan con la Carta Fundamental y ahora la Cámara de Diputados envió el texto legal al Ejecutivo para que proceda a promulgarlo. La necesidad de ese control surge porque la población de esa isla de 166 km {+2} creció en 105% en los últimos 15 años, llegando hoy a los 7.750 habitantes. Soporta además la visita de 100 mil turistas al año. La nueva ley otorga a los visitantes 30 días máximo de permanencia y crea nuevas autoridades e instrumentos de gestión: un consejo que tendrá facultades para adoptar restricciones en función de la capacidad de carga que se fije para la isla, especialmente cuando se declare estado de latencia o de saturación. Pero Edmunds apunta contra el artículo 6º del texto legal, que fija casos excepcionales para flexibilizar el mes máximo de permanencia para los visitantes, como funcionarios en comisión de servicio o quienes se emparenten con rapanuí. Al alcalde le molesta la letra "g" de ese artículo, que exime de esa limitación temporal a los trabajadores contratados o que desempeñen alguna actividad económica independiente. "Si alguien viene de Santiago, baja del avión va a la boite local y un rapanuí le ofrece ser taxista, ya se convierte en trabajador independiente. Con eso accede a quedarse toda la vida y traer a su mamá, abuelo y toda su parentela a la isla", dijo. El objetivo de la ley es resguardar los equilibrios ecológicos y culturales de ese frágil territorio, pero para el alcalde esa "debilidad" pone en entredicho su cumplimiento. La ley fija también infracciones y sanciones especiales para cumplir sus objetivos.
El alcalde pasa a integrar el Consejo de Capacidad de Carga Demográfica de la isla.
