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Se capacitaron en creatividad y apoyaron el desarrollo de iniciativas musicales locales:

Líderes juveniles aprenden a combinar música y educación a orillas del lago Llanquihue

domingo, 28 de enero de 2018

M. Cordano
Educación
El Mercurio

Una treintena de jóvenes de distintos países de América se reunieron este mes en Frutillar para poner a prueba los conocimientos que antes habían aprendido a través de un curso en línea enfocado en liderazgo.



El estadounidense Daniel Smith (28) supo de la existencia de Frutillar a través de un correo electrónico. Aunque no tenía datos sobre la ciudad, la imagen del lago y el volcán que acompañaban el mail lo conquistaron. "Fue una muy buena primera impresión. Pero lo que terminó de convencerme fue enterarme de su cultura musical", dice.

Daniel es uno de los 33 jóvenes -todos de entre 23 y 35 años- provenientes de distintas partes del mundo que a principios de mes llegaron hasta la Región de Los Lagos para mirarse las caras por primera vez. Lo habían hecho antes, pero solo a través de pantallas de computador, donde por más de seis meses discutieron lo que iban aprendiendo como parte de la cohorte 2018 del Global Leaders Program, iniciativa destinada a músicos que muestran potencial de liderazgo.

El programa es liderado por la Youth Orchestra of America y capacita a sus seleccionados para potenciar la educación musical como plataforma de transformación social. "Los músicos de nuestra generación quieren una carrera que sea musicalmente gratificante, pero también una que tenga algún tipo de impacto; quieren ir más allá de la relevancia estética. Para lograrlo, el programa los forma en materias relacionadas con las buenas prácticas pedagógicas, en medición de impacto o en cómo crear y sostener un proyecto comunitario", explica José Pedro Zenteno, chileno de 25 años y director académico de la iniciativa.

Un ejemplo de aquello es el caso de la pianista y directora de orquesta Safira Antzus-Ramos, de origen griego, pero criada en España, quien a sus 25 años y desde Atenas organiza clases de música para refugiados provenientes de Siria y Afganistán. "Además, estoy organizando un intercambio entre un proyecto social que cuenta con bandas de música de viento en (la isla griega) Corfú, con otro que hace lo mismo en Madrid: van a tocar un concierto juntos en España", adelanta entusiasmada.

Capacitación práctica

Para ayudar a Safira a cumplir estas metas, el Global Leaders Program ha sido fundamental, dice. En Frutillar, por ejemplo, con sus compañeros participó en un taller sobre creatividad que fue dirigido por Doris Sommer, académica de la Universidad de Harvard.

"Nos daban un texto predeterminado y teníamos que hacer una escultura que reflejara lo que este trataba de comunicar. Más tarde tuvimos que crear una actividad relacionada con nuestra área. Con una compañera pensamos que a los niños se les podía pedir interpretar esa misma historia a nivel musical, hacerlos que imaginaran cómo ese cuento podía sonar", comenta el violinista colombiano Labib Palis (28), quien en su país enseña a niños en edad escolar.

Durante su visita a Frutillar, los 33 seleccionados también pudieron participar en el Foro Puelche que organizó la Fundación Plades y que tuvo a una serie de expositores internacionales hablando sobre cómo introducir las artes al aula. Tras ello, en grupos de entre cinco y seis personas debieron visitar otras zonas de las regiones de Los Lagos y de Los Ríos.

Al compositor estadounidense Aron Frank (28) le tocó visitar Neltume, donde debió poner a prueba su talento para liderar enseñando a un grupo de jóvenes sobre música. "Es algo que hago de forma habitual en Austin, donde vivo. Trabajo para un centro cultural y me toca lidiar con niños de todas las edades, pero siempre de comunidades vulnerables. Las herramientas que desarrolle acá creo que van a ayudarme de por vida", comenta respecto de su experiencia en Chile.

En marzo y como última parte del Global Leaders Program, Aron deberá viajar a un nuevo destino para desarrollar un programa de educación musical basado en eso que aprendió en la capacitación práctica. En su caso, la parada será Salvador de Bahía, en Brasil. Labib partirá a Canadá, mientras que Safira dividirá su tiempo entre Argentina y México.

Los tres coinciden en que el sur de Chile fue una primera parada inspiradora: pensar que un pequeño balneario lacustre fue nombrado como ciudad creativa de la Unesco los entusiasma para seguir enfocados en su tarea de llevar la educación musical a todos los rincones de la región.

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