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Con duras críticas, Papa Francisco terminó sus visitas a Chile y Perú:

"La política está en crisis, muy muy en crisis, en América Latina, por corrupción"

lunes, 22 de enero de 2018

M. Soledad Vial Desde Lima
Nacional
El Mercurio

En medio de la situación que involucra al Presidente Kuczynski por su relación con el caso Odebrecht, el Pontífice preguntó a los obispos peruanos: "¿Por qué en Perú cuando sale un Presidente lo meten preso?".



Con una masiva misa, que contó con la presencia de 1 millón 300 mil personas, en el aeropuerto peruano de Las Palmas, el Papa Francisco puso fin ayer a su gira por Chile y Perú. Antes de dejar este país, que vive una crisis política producto del indulto que el Presidente Pedro Pablo Kuczynski otorgó al ex gobernante Alberto Fujimori para impedir un juicio político por su relación con el caso Odebrecht, el Pontífice habló duramente contra la corrupción y el estado de la política en América Latina.

En la celebración eucarística en Lima se encontraba presente el cardenal estadounidense Sean O'Malley, cabeza de la comisión del Vaticano para enfrentar el escándalo de los abusos sexuales, quien el sábado emitió un comunicado tomando distancia de las palabras del Papa sobre la situación del obispo de Osorno, Juan Barros.

"Gran parte de Latinoamérica sufre en su política una gran decadencia y (...) corrupción", dijo en un encuentro con los obispos peruanos -que se había planteado como reservado-, luego de que ellos le preguntaran por los principales desafíos que se les plantean. "Creo que la política está en crisis, muy muy en crisis, en América Latina, por corrupción", agregó, y al entrar más a fondo, el Papa afirmó: "En la oposición acusan al gobierno de corrupción, cambian, y al contrario. Y los dos tienen un poco de razón al acusar al otro".

Asimismo, señaló a los obispos que el escándalo de Odebrecht es una anécdota "chiquita" de las prácticas corruptas en el continente. "La política está enferma, está muy enferma. Y hay excepciones. Pero, en general, está más enferma que sana". Enumeró "paraísos fiscales y la corrupción de la droga", y llamó a no descuidar la política porque "si caemos en manos de personas que solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos".

"Un capitalismo liberal inhumano"

El Papa preguntó a los obispos, "¿por qué en Perú cuando sale un Presidente lo meten preso?". Citó el caso de Ollanta Humala y, "hasta hace poco", el de Alberto Fujmori. Al ser consultado por el obispo castrense, Francisco dijo que "los militares parece que siempre son los malos de la película. Es verdad que a veces se pasaron de la raya, pero yo cuando veo a los jóvenes veo una vocación grande de servicio", dijo. Y directamente a él: ser "capellán (castrense) es un hecho de celo pastoral: cuidar todo un sector de hombres y mujeres que trabajan para la defensa del orden público". Para finalizar, volvió sobre sus críticas al modelo de desarrollo seguido por los países del continente: "estábamos buscando un camino hacia la patria grande y de golpe cruzamos hacia un capitalismo liberal inhumano que hace daño a la gente".

Durante la mañana, el Papa se había reunido con las religiosas contemplativas y también con los jóvenes, encuentro que concluyó con el rezo del Angelus en una repleta Plaza de Armas.

Su última actividad fue la masiva misa que ofició en el aeropuerto de Las Palmas de esta ciudad hasta donde cientos de personas llegaron en la madrugada. Su homilía fue muy pastoral. "Jesús sigue caminando por nuestras calles. Sigue golpeando puertas, golpeando corazones para volver a encender al esperanza y los anhelos", expresó.

"Que la degradación sea superada por la fraternidad; la injusticia vencida por la solidaridad, y la violencia callada con las armas de la paz", planteó el Pontífice.

El ambiente era el de una verdadera fiesta popular, y en las cercanías había varios escenarios con grupos musicales.

En el lugar había sillas para los asistentes y no parecía haber mayores restricciones para el ingreso. Las calles, eso sí, contaban con gran resguardo policial y militar. Igualmente, en todos los locales comerciales, por más humilde que fueran, había carteles dándole la bienvenida al Pontífice.

Terminada la ceremonia, el Papa se dirigió al aeropuerto Jorge Chávez para abordar el avión, que despegó a las 19 horas locales (21 horas en Chile), que lo llevaría de regreso a Roma. Su recorrido fue acompañado de cientos de personas durante el trayecto.

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