viernes, 14 de marzo de 2008
AFP
En el New York Mercantile Exchange, el barril de "light sweet crude" cerró hoy a la baja a US$110,21.
Detectan diferencias de hasta $44 por litro de bencina
NUEVA YORK.- Los precios del barril de petróleo cerraron firmes este viernes una semana "loca" en Nueva York, marcada por una disparada a niveles históricos, en US$111, en un contexto de persistente caída del dólar, divisa en la que cotiza el petróleo.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de "light sweet crude" para entrega en abril terminó en US$110,21, en leve baja de 12 centavos en relación al récord de cierre de ayer.
En Londres, el barril de Brent del mar del Norte, más pesado y sulfurado que el crudo cotizado en Nueva York, y en consecuencia más barato, superó por su parte por primera vez la barra de los US$108 el viernes, a US$108,02. El Brent igualó su récord de cierre, terminando en US$107,54.
"Luego de una semana tan loca, es normal que los inversores recuperen el aliento, capitalizando sus beneficios antes del fin de semana", comentó Eric Wittenauer, analista del gabinete A.G Edwards.
¿Nuevo avance?
Pero el contínuo desmoronamiento del dólar, que sirvió de detonador a la nueva disparada de los precios, podría impulsar un nuevo avance del oro negro, al incrementar cada vez más el poder de compra de los inversores que poseen otras divisas, estiman analistas.
El billete verde cayó a otro piso histórico frente al euro, a US$1,5688 por unidad de la moneda única europea, y se mantenía bajo los 100 yens, su nivel más bajo desde noviembre de 1995.
Desde el lunes, el barril de oro negro superó sucesivamente las barras simbólicas y récords de US$107, US$108, US$109, US$110 y US$111, ganando cerca de US$6 en una semana, unos US$10 desde comienzos del mes y cerca de US$15 desde el 1º de enero.
A medida que acumulaba sus marcas de referencia, el barril de crudo establecía también récords de cierre, terminando por segunda vez consecutiva el viernes sobre los US$110 a US$110,21.
"El mercado mantiene una lógica alcista y será difícil que salga de ella a corto plazo", al ignorar los inversores el descenso de la demanda de hidrocarburos ante una oferta que continúa aumentando, estimó Eric Wittenauer.
