viernes, 14 de marzo de 2008
Economía y Negocios
Los abogados querellantes solicitaron pruebas extraordinarias, pero el ministro no ha decidido si las acogerá.
Después de más de cinco años desde que estalló el caso Inverlink, al menos uno de los tomos de la investigación estaría cerca de ser cerrado.
Se trata de la causa del Banco Central en contra de los involucrados en el caso financiero, por uso de información privilegiada, violación de ley informática, soborno y cohecho.
Ayer, concurrió a declarar el último de los testigos citados a la etapa de plenario: Enzo Bertinelli, uno de los principales inculpados de Inverlink, quien respondió a las preguntas de los abogados de la parte querellante por cerca de dos horas.
Al final de la audiencia, el abogado de Bertinelli, Leonardo Battaglia, afirmó que "el Central no ha podido acreditar que ha existido información privilegiada ni menos uso de la misma". Agregó que "nunca ha existido uso de información privilegiada. Éste ha sido un tema promovido por el Central".
Una vez concluidas las presentaciones de pruebas, la etapa de plenario finaliza. Sin embargo, existe una posibilidad de que el cierre del período se aplace.
Los abogados del Banco Central -parte querellante- solicitaron al ministro en visita, Patricio Villarroel, entregar pruebas extraordinarias. Una de ellas sería el testimonio del economista Rodrigo Valdés, quien era el gerente de la División de Estudios del instituto emisor cuando estalló el caso. Valdés hoy reside en Nueva York, por lo que la prueba tendría que ser enviada por exhorto, lo que podría tomar aún más tiempo.
Respecto de esta solicitud, Villarroel manifestó que aún no ha decidido si la acogerá.
