Deuda neta del Fisco se multiplica por seis en los últimos cuatro años
lunes, 15 de enero de 2018
Mariana Penaforte
Economía y Negocios
El Mercurio
Al igual que la deuda bruta, la deuda neta de Chile ha crecido con fuerza en los últimos años, alza que se ha acelerado desde 2014. Según el informe de pasivos contingentes de la Dirección de Presupuestos (Dipres), la posición financiera neta del país equivale a -13,1% del PIB 2017, porcentaje que se obtiene al combinar los niveles de activos financieros estimados para 2017 con la deuda proyectada para el mismo período. Así, la deuda neta se ha incrementado en más de diez puntos entre 2014 y el año pasado, pasando de -2,2% del PIB a -13,1% del PIB. Esto representa unos US$ 30 mil millones adicionales de deuda para el período. Ello es consistente con los mayores déficits fiscales que ha tenido esta administración y el alza del gasto público de los últimos años. Según señala Hermann González, economista principal de BBVA Research, el número no es necesariamente malo, "pero es indicativo de una posición fiscal que va perdiendo solidez". "Una de las consecuencias del deterioro de la posición fiscal y del bajo crecimiento fue la baja en la clasificación de riesgo del año pasado. Lo que preocupa a las agencias clasificadoras es la velocidad del incremento de la deuda, en una economía que crece tan poco. El nivel de la deuda neta todavía es acotado y nos pone en una ubicación privilegiada a nivel internacional, pero debemos cuidar esa posición y eso se logra con responsabilidad fiscal y con más crecimiento", agrega González. Hasta 2011, Chile era acreedor neto, posición que se perdió. "El hecho de que nosotros hayamos tenido en un período como una posición acreedora tiene que ver fundamentalmente con los fondos soberanos que el gobierno ha tendido a acumular en un momento en una política de estabilización", dice Patricio Rojas, economista de Rojas & Asociados. Sin embargo, señala que los países por lo general no tienen una posición acreedora. "Por nuestro nivel de desarrollo y por ser una economía emergente no es necesario que seamos una economía acreedora. Lo correcto es que nosotros tengamos una economía que tenga un nivel de deuda compatible con nuestro nivel de desarrollo", dice Rojas. González agrega que Chile logró ser acreedor neto gracias a una conducción fiscal responsable basada en una regla fiscal que se tradujo en ahorros durante la fase positiva del ciclo del precio del cobre y que no es necesario volver a esa posición pero que hay que contener el ritmo de crecimiento de la deuda pública. La deuda bruta habría llegado a 24% del PIB en 2017, unos US$ 65 mil millones. MÁS AHORROS
Hasta 2011, Chile era acreedor neto, es decir, tenía más ahorros que deuda pública.
