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Nuevas inversiones mineras debieran reactivar el desembarco de grandes bufetes este año

Sigue la tendencia de arribo de estudios globales de abogados: Dentons sería la próxima

domingo, 14 de enero de 2018

Nicolás Durante
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

En los últimos tres años se ha concretado una decena de fusiones de bufetes. Extranjeros asociándose con chilenos o locales buscando a sus pares regionales, en la industria dicen que es una tendencia. Eso sí, los clásicos prefieren hacer las cosas a su manera.



A los abogados les gustaba autorreconocerse como parte de una profesión liberal. Algo así como los médicos de cabecera del siglo pasado. Pero con los años se transformaron inevitablemente en una industria, y aunque al principio no les gustaba el apelativo, terminaron cediendo. Y como toda industria de servicios, el mercado chileno se hizo pequeño y las fronteras tuvieron que expandirse.

Por lo mismo, los últimos tres años han sido intensos en operaciones de estudios extranjeros entrando al mercado chileno, así como de chilenos fusionándose con sus pares de la región, pero también hay, y no pocos, que decidieron no perder la autonomía y evitar a toda costa las fusiones.

Como ejemplos de operaciones están Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU). El estudio chileno Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner inició en 2015 la campaña de conquista, primero fusionándose con la firma colombiana Prietocarrizosa, y en 2016 sumando a las firmas peruanas Ferrero Abogados y Delmar Ugarte. Además, desde el inicio firmaron una alianza con el estudio de España y Portugal Uría Menéndez, con quienes comparten un porcentaje de la propiedad.

La multinacional de abogados DLA Piper se integró en la propiedad, en diciembre de 2016, con Bahamondez, Álvarez & Zegers (BAZ). En enero de este año, otra multinacional, CMS, firmó una "fusión operacional" -no de propiedad- con Carey Allende. También está el caso del bufete español Garrigues, que en 2016 compró a Avendaño Merino para arribar a Chile.

Uno de los que abrió estas ligas fue Baker & Mckenzie, según cuenta Rodrigo Díaz de Valdés, socio chileno del estudio, cuando en 1995 la oficina local de Cruzat, Ortúzar y Mackenna se incorporó a Baker & Mckenzie, ante la sorpresa del mercado de que un estudio de Estados Unidos arribara al otro extremo del continente.

Por estos días, cuentan en el círculo de los abogados, una de las firmas legales más grandes del mundo, Dentons, anda en una caza de oportunidades en Chile. Y aunque se ha reunido con varios estudios locales de tamaño medio, habría cerrado una alianza con el bufete Larraín Rencoret Urzúa. Ambas firmas fueron contactadas, pero declinaron responder. Con ello, sería uno de los primeros acercamientos del mercado chino al mundo legal chileno, ya que parte importante de los 7.600 abogados en su red de 140 oficinas está en el gigante asiático. La firma ya llegó a Colombia, México, Costa Rica y Perú.

Otro de los rumores que suena es que el estudio británico Norton Rose está buscando ingresar, pero que no ha encontrado, aún, a un socio idóneo.

¿Por qué Chile?

"Nuestro análisis fue que esto es una tendencia, y no solo en Chile, sino en todas partes del mundo y en Latinoamérica, que llegó un poco atrasada, pero es hacia donde va la industria", cuenta Matías Zegers, de DLA Bahamondez, Álvarez & Zegers.

¿Pero por qué elegir un mercado como el chileno? "Miran a Chile porque es un país abierto, que acoge a la inversión extranjera y que tiene un Estado de Derecho. Aquí funcionan los tribunales, funcionan las instituciones y hay muy baja corrupción. Ven en la Alianza del Pacífico una oportunidad y una consolidación de capitales y de personas. Les llama la atención lo fácil que es constituir una empresa en Chile, lo transparente que son las reglas. Todo eso da certeza y confianza", responde Arturo Alessandri, presidente del Colegio de Abogados. Además, su estudio, Alessandri Abogados, protagonizó en diciembre una operación pocas veces vista en el mercado local, al incorporar a su oficina el área completa de proyectos, ingeniería y construcción del estudio Halpern de la Fuente.

Los tradicionales se rehúsan a fusionarse

Aunque algunos debaten si esto es tendencia o solo casos puntuales, varios estudios de renombre han optado por no sumarse. Jorge Carey, del estudio que lleva su apellido, es uno de ellos. "Tomamos la decisión hace mucho tiempo, de mantenernos independientes, porque, para nosotros, siempre ha sido muy importante mantener una cultura propia e identidad nacional y, también, porque creemos haber alcanzado una sofisticación, experiencia colectiva, tamaño y red de contactos que nos debieran permitir seguir participando en las transacciones de mayor relevancia en el país, sin necesidad de unirnos a redes internacionales", recalca.

Otro de los problemas que ve Carey en una fusión son los conflictos de interés. "Si nos fusionáramos, aumentaríamos exponencialmente los conflictos de interés entre actuales o potenciales clientes, pues, a nuestros clientes, tendríamos que sumarle los del estudio internacional, tengan o no presencia en Chile", dice.

Sobre ese punto, Juan Francisco Gutiérrez, socio de PPU, comenta: "No hemos tenido problemas con clientes cruzados. Diariamente circula un correo por todas las oficinas con 'posibles asuntos nuevos' para identificar eventuales conflictos de intereses y que sean informados de inmediato".

Los escollos: La cultura y el nombre

Lo que sí es un tema de debate es el nombre. No es raro ver en bufetes norteamericanos o ingleses una decena de apellidos. En Chile, la tendencia principal es que no haya más de tres, pero en el caso de PPU, por ejemplo, decidieron usar la sigla, aunque Philippi, al ser el estudio más antiguo y grande de los fusionados, mantuvo el primer lugar."Al principio hay bastantes trancas. Nosotros dejamos pendiente el tema del nombre, porque preferimos primero entusiasmarnos y acostumbrarnos como estudio fusionado y luego pasaremos al nombre. Lo más importante es producir una sola cultura, y por lo mismo, estamos usando las siglas PPU, y hasta ahora ha funcionado bien", dice Gutiérrez.

Jorge Carey también habla del problema que se podría generar si estudios más pequeños, no fusionados, no se adaptan a la nueva competencia. "La llegada de firmas internacionales obligará muy probablemente a muchos estudios chilenos a acelerar su especialización y a crecer. Si no tienen el grado de institucionalización que se requiere para hacerlo o no son capaces de llegar a ser rankeados por evaluadores internacionales en los primeros lugares en todas las áreas de práctica relevantes, enfrentarán un serio riesgo de ser desplazados", asegura.

Sin embargo, todos los abogados coinciden en que más allá del nombre o de la adaptación al medio, es en la cultura interna donde se ven los mayores conflictos. "Hay que hacer el acto político de ceder soberanía, de adaptarse a una nueva manera de distribuir los ingresos y luego, hay que analizar los pesos específicos de cada estudio para la nueva organización", revela el socio de PPU. "Mientras el buque sea más grande, más cuesta moverlo", apunta Alessandri.

No es un proceso sencillo, dice Zegers, pero la creación de valor es bidireccional. "Podemos atender desde Santiago a clientes de todo el mundo, y para ellos es un ahorro en el costo de transacción para los clientes. El resto es adaptable".

2018 debería ser un año movido

El presidente del Colegio de Abogados hace apuestas y dice que 2018 podría ser un año de mucho movimiento en fusiones. "Al haber una reactivación económica, habrá varios negocios cerrándose entre estudios de abogados", afirma Arturo Alessandri. Estudios ingleses, que prácticamente hoy no existen en Chile, o asiáticos, también con baja representación, deberían aumentar, dado el boom de inversiones mineras que se avizora para los próximos años.

Gutiérrez, de PPU, reconoce que está en sus planes seguir la expansión. "Nos gustaría ampliarnos, pero requiere que se alineen varios astros. No es como Napoleón que ponía clavitos en el mapa. Tenemos que encontrar organizaciones que les interese y que a nosotros nos guste igual. Y los abogados no son el gremio más flexible o emprendedor", señala.

"Al haber una reactivación económica, los negocios que se realizan entre chilenos y extranjeros aumentan, por lo que estimo que habrá varios negocios cerrándose entre estudios de abogados".
ARTURO ALESSANDRI
socio de Alessandri Abogados y presidente del Colegio de Abogados

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