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Comandante en jefe de la Armada, almirante Julio Leiva:

"Uno de los ejes de mi gestión es la renovación de las fuerzas de superficie"

domingo, 14 de enero de 2018


Reportajes
El Mercurio

Con las fragatas próximas a cumplir 30 años, el alto oficial sostiene que están los recursos para reemplazarlas, pero que es el país el que debe decidir cómo protege sus intereses en el mar y, con eso, su desarrollo. Juan Pablo Toro V.



Cuando la Armada de Chile cumple 200 años, su comandante en jefe, almirante Julio Leiva, conduce una institución orgullosa de su pasado, pero también con muchas tareas en el presente y desafíos mayores en el futuro.

En la primera entrevista con un medio nacional, el almirante Leiva afirma a "El Mercurio" que uno de los ejes que ha definido para su gestión será "la renovación de nuestro material, principalmente de nuestras fuerzas, porque algunas unidades de superficie y unidades aéreas van a entrar a período de obsolescencia logística y operacional".

En la sede de la Comandancia en Jefe de la Armada en Valparaíso, explica que hacia 2022 las ocho fragatas actuales van a haber cumplido 30 años de antigüedad y, por lo tanto, se hace necesario su reemplazo para garantizar la protección de los intereses nacionales, que contemplan desde la defensa de la soberanía hasta garantizar la apertura de las rutas marítimas por donde se mueve el 95% del comercio exterior del país.

Recalca que es una decisión política en la cual el país tiene que decidir lo que quiere, pero comprendiendo que su desarrollo está ligado al mar y al Pacífico en forma directa.

-¿Cuál es el plan de renovación, y de cuántas fragatas estamos hablando?

-En la definición de nuestra fuerza de superficie, después de un largo período de estudio, se ha llegado a la conclusión que ocho fragatas es la cantidad de unidades de combate que requiere el Estado de Chile para la protección de sus intereses, de su soberanía y para poder influir también y apoyar la política exterior. Por lo tanto, ese el número que manejamos.

"Después de eso viene el tema del cumplimiento de las capacidades tanto operacionales como logísticas de cada una de estas fragatas. Efectivamente, en 2021 ó 2022 algunas de ellas van a haber cumplido más de 30 años, pero mientras se mantengan actualizados sus sistemas de armas y propulsión pueden seguir operando. Además, están el casco y la estructura, a los cuales también se les hace un proceso de mantenimiento. Así es que la obsolescencia va llegar en 2025, y ahí tendremos que pensar qué vamos a hacer con las primeras fragatas, las más antiguas, que son las fragatas antiaéreas".

"Nuestra primera opción siempre será construir en el país"

-En el diario The Times de Londres se publicó que hubo una oferta británica por tres fragatas Tipo 23, similares a las tres que tiene la Armada. Además, la Marina canadiense está renovando toda su flota, con lo cual las fragatas Halifax quedarían disponibles, y están las Anzac australianas. ¿Qué opciones se están viendo?

-En primer lugar, estamos viendo las opciones en términos genéricos. Nunca hay que perder de vista que algún día como país tenemos que tener la capacidad de construir nuestro propio material naval, y para eso existe el astillero de Asmar. Nuestra primera opción siempre va ser construir en el país, porque representa enormes ventajas desde el punto de vista no solo militar, sino que también estratégico de nuestra nación. Eso lo vamos a evaluar, independiente del costo que pueda significar este tremendo esfuerzo, porque estamos obligados a ver cuál es el beneficio en el largo plazo".

"En segundo lugar están las unidades usadas, que es lo que recurrentemente ha empleado la Marina de Chile como medio para incorporar mayores capacidades. Eso tiene ventajas y desventajas. La desventaja principal es que estas unidades caen en una obsolescencia táctica y logística prontamente, a la mitad del ciclo, porque generalmente esas unidades se compran cuando tienen 15 años aproximadamente, y les queda solamente la mitad del ciclo, que es la más cara en mantenimiento. Sigue siendo una opción, porque es más fácil desde el punto de vista de la rápida integración de las unidades".

"Y en el tercer lugar está extender hasta el máximo la vida útil de las unidades, renovando algunos equipos en el camino crítico hacia la obsolescencia. Pero, finalmente, el buque se va a deteriorar más. No tanto por sus sistemas de armas o de propulsión, sino por sus arterias internas, sus cañerías, que son lo más difícil de cambiar".

-¿Pero han recibido ofertas formales?

-No ha habido ofertas formales. Tampoco estamos en esa tarea de estar buscando. Lo que estamos definiendo es qué es lo que queremos, para posteriormente, sobre la base de lo que queremos, necesitamos y podemos, entrar en negociaciones ya un poco más depuradas.

-Usted dijo al final "lo que podemos". Eso apunta a los presupuestos de Defensa, que han estado estancados en los últimos años, aunque aparte se cuentan los fondos de la Ley del Cobre. ¿Están las platas para invertir en renovar la escuadra?

-El fondo del cobre tiene acumulada una cantidad importante de recursos, que están muy bien resguardados por el tesoro público, por lo tanto, recursos hay. Ahora, pasa por una voluntad política emplearlos para estos propósitos. Entonces, eso va a depender de cuáles sean las orientaciones que el Gobierno quiera dar al uso de esos fondos, que tienen una regulación específica para ser utilizados en estas materias.

"Por lo tanto, yo creo que es un tema político. Definitivamente, sobre la fuerza que quiera tener el país para defender sus intereses -y en particular lo que corresponde a la Armada-, que no están ni en la ribera ni en las 200 millas, sino en todo el mundo. Los intereses marítimos de Chile no son solo la pesca dentro de nuestra zona económica exclusiva, sino también las rutas comerciales que llegan a todo el mundo. Por eso es necesario que tengamos la capacidad de estar presentes allá".

"El desarrollo de Chile está ligado al desarrollo marítimo"

-Aunque sea cierto que el comercio marítimo mundial se ha multiplicado desde los años noventa; que el Pacífico ahora está menos estable, y que la salud de los océanos es clave en el combate al cambio climático, ¿cómo plantear de una forma sencilla la necesidad de renovar la flota?

-Es una tarea de difusión y de cultura cívica. Entender la importancia que tiene el mar para nuestro país. Incluso al Reino Unido y Australia, que son islas, les cuesta transmitir eso a la ciudadanía, porque el ser humano nació para estar sobre la tierra, pero hay que hacer entender que el desarrollo del país está fuertemente ligado al desarrollo marítimo. El 95% de nuestro comercio exterior viene o se va por el mar. El 46% de las exportaciones de Chile va a Asia, por lo que el Asia-Pacífico es determinante. La inestabilidad que pueda ocurrir en esa región, claro que nos afecta. Nos afecta para las exportaciones de cobre, para las importaciones que vienen de Asia y para el traslado de gas natural licuado (GNL). La estabilidad de nuestro país depende de la tranquilidad con la que puedan navegar quienes llevan o traen bienes. Por supuesto que eso no lo entiende con facilidad la gente, salvo que un día nos quedemos sin combustible (para funcionar el país necesita que cada 20 días llegue un barco con GNL; cada 31, uno con carbón, y cada 40, uno con petróleo) o que la partida de cerezas o de cobre no llegue a su puerto. Como Marina tenemos que mirar hacia adelante, tenemos que tratar de proyectar y evitar que ese tipo de cosas ocurra".

-Y para evitar que esas cosas ocurran, ¿usted considera la mantención de la Ley del Cobre como una garantía?

-A mí no me gustaría poner nombre al sistema de financiamiento de las Fuerzas Armadas, pero tiene que tener las características que ha tenido la Ley del Cobre, que son estabilidad en términos de ingresos, que permita planificar y, con ello, proyectar los flujos económicos que se requieren para el cumplimiento de las obligaciones financieras que lleva consigo el adquirir elementos de alto valor. Requiere anualidad y una estabilidad en el tiempo asegurada, porque es imposible adquirir material si no es con esa estructura.

-Entonces, para usted podría cambiar la Ley del Cobre, siempre y cuando se mantuviera la planificación y asignación de recursos en el tiempo.

-Exactamente. Y además con un piso determinado que nos permita proyectar y asegurar que vamos a tener los flujos para poder cancelar aquellos compromisos que se adquieran producto de la renovación de material.

-Usted se reunió con el Presidente electo, Sebastián Piñera. ¿Pudo tocar alguno de estos temas?

-Fue un saludo protocolar, pero también una reunión bastante intensa con el Presidente (electo) Piñera que prefiero dejar en reserva, porque bajo ese esquema fue realizada; pero fue, como le digo, muy cordial, pero también una conversación relacionada con el ámbito de mi competencia.

-Pasando al plano internacional. Este año se realiza Rimpac, el ejercicio naval más grande del mundo, en las costas de Hawai, donde cincuenta oficiales de Chile van a conducir las fuerzas de superficie. ¿Cómo van a asumir este desafío?

-Este es un reconocimiento a la institución, a las Fuerzas Armadas y a la capacidad del Estado para generar este grupo humano de alta calificación profesional, que ha sido reconocido por la Marina más grande del mundo y con las mayores capacidades, que es la de Estados Unidos. Ellos han permitido que este ejercicio sea comandado en su parte marítima combinada por un oficial de la Armada de Chile, acompañado por un staff de 50 personas. Se trata de dirigir cerca de 45 buques de superficie, 250 aeronaves, cinco submarinos y cerca de 25 mil hombres, de 28 países. Esa responsabilidad es una tremenda tarea y lo vamos a hacer bien.

-Eso en el plano de los ejercicios, pero también hay otro de presencia en las misiones de paz o en operaciones de seguridad marítima. ¿Hay alguna idea de que la Armada participe en una operación naval próximamente?

-No hay mayores novedades. Lo que sí hay que entender y distinguir es que la Marina está en condiciones de integrar grupos de tareas con estándares OTAN bajo el mando de algún país de la OTAN o bajo alguna resolución de las Naciones Unidas, pero no es resorte de la Marina estar ahí. Esa es una decisión de orden político, y políticamente se va a resolver si corresponde o conviene estar presente en algún lugar del mundo. Pero la Marina en este momento tiene las condiciones para ser destinada a integrar alguna fuerza multinacional en cualquier lugar del mundo para proteger los intereses de Chile.

Parques marítimos: "La Armada no dice si está o no está de acuerdo"

-Aunque las tareas internacionales estén un poco reducidas, hay nuevas tareas que le han dado a la Marina. ¿A ustedes les consultaron en este gobierno cuando crearon las nuevas áreas marinas protegidas?

-Hubo comisiones en las cuales nosotros participamos y se evacuaron todas nuestras observaciones a través del Ministerio de Defensa Nacional, que es el que representaba la visión, por lo menos desde el punto de vista militar, y particularmente naval, porque son áreas marítimas, así que esto fue evaluado en su mérito y finalmente resultó lo que hoy día está en claro.

-¿Pero estaba de acuerdo la Armada con la creación de estos parques?

-La Armada no dice si está o no está de acuerdo, la Armada tiene que cumplir lo que indica el Gobierno.

-Llamó la atención que se crearan estas enormes áreas y no se anunciaran nuevos medios para vigilarlas, desde patrulleros a aviones de exploración aeromarítima. ¿Cómo hacer efectivo lo que se decide cuidar?

-Esta incorporación de las áreas marítimas es gradual, no inmediata. Se declara y después efectivamente se indica en qué momento se va a pasar a ejercer esa fiscalización. Nosotros ya hemos dicho que vamos a requerir mayores recursos, que vienen a complementar lo que hoy estamos recibiendo para mantener una vigilancia más allá de las 200 millas y evitar la pesca ilegal. Estamos en ese proceso, creemos que más adelante vamos a desarrollar un proyecto de vigilancia satelital que nos permita tener cobertura permanente. Derivado de esa vigilancia, vamos a tener que contar con unidades presentes, como los OPV (patrulleros oceánicos), que son los que generalmente están destinados a esa protección, y las unidades operativas de combate, que son las que llegan más rápido, en caso de que la situación lo amerite. En eso estamos en este momento, para presentarnos ante el Gobierno y decir: todo esto gradualmente va requerir tal cantidad de recursos para que quien ejerza la jurisdicción sobre dichas áreas tenga algún grado de control sobre la extracción pesquera.

200 añosDentro de las múltiples actividades que ha programado la Armada en su bicentenario, el almirante Leiva destaca las que podrán ser mejor apreciadas por la ciudadanía: la Regata Velas 2018, del 28 de mayo al 3 de junio, el Festival de Bandas Navales el 2 de diciembre, la Revista Naval del 3 de diciembre también en Valparaíso y, por supuesto, el desfile del 21 de mayo, que tendrá una connotación especial.

"La Marina en este momento tiene las condiciones para ser destinada a integrar alguna fuerza multinacional en cualquier lugar del mundo".

Nueva Flota: "Recursos hay. Ahora, pasa por una voluntad política emplearlos para estos propósitos".

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