El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado esta madrugada en su cuenta de Twitter que no viajará este año a Reino Unido en visita oficial, poniendo fin a meses de incertidumbre sobre su relación con el Gobierno de Theresa May.
Trump ha dicho que "no quiere cortar la cinta de inauguración de la nueva embajada porque cae a desmano", en referencia al cambio de sede desde el barrio de Mayfair a la zona de Battersea, al sur del río Támesis, donde se ha construido el nuevo edificio.
En realidad, Trump teme protestas masivas a su paso por Londres, dada la tensión entre ambos países, elevada a finales del año pasado por el intercambio de mensajes en la red social entre el presidente y la primera ministra. El alcalde de Londres, Sadik Khan, aseguró que "está claro que una visita de Trump a Reino Unido no es bienvenida".
En noviembre de 2017, el presidente retuiteó vídeos de un grupo de extrema derecha británico, un movimiento que May calificó como "equivocado". Varios parlamentarios tildaron a Trump de "fascista" y "estúpido".
Theresa May invitó personalmente a Trump en su visita a Estados Unidos, a principios de 2017.
En su mensaje en Twitter, Trump culpa a la administración Obama de haber aprobado el cambio de sede. "Vendió una de las mejores embajadas por calderilla, sólo para construir otra a desmano por 1.200 millones de dólares!", dice Trump.
En realidad, la decisión de mover la embajada se tomó en 2008, antes de que Obama fuera nombrado presidente.